En la presencia de Dios somos bendecidos y enseñados
Introducción:
No hay nada difícil para Dios. Sin duda como está escrito todo aquel que en él
confía no será avergonzado. Cada cosa que Jesús hizo y dijo tiene profundas y
poderosas enseñanzas para nuestra vida hoy. Permitamos al Espíritu Santo
hablarnos hoy a través de su palabra...
En la presencia de Dios somos bendecidos y enseñados.
En Betania se hospedaba Jesús cuando iba a
Jerusalén (Mateo 21:17, Marcos 11:11-12 y Juan 11:1-5). “Y entró Jesús en
Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, y como
ya anochecía, se fue a Betania con los doce. Y al día siguiente, cuando
salieron de Betania, tuvo hambre” Marcos 11:11-12.
Podemos ver aquí que el Señor cuando iba a Jerusalén o estaba allí, por
lo general no se quedaba en la ciudad sino que iba a hospedarse en la aldea de
Betania. Las aldeas estaban cerca de las ciudades, eran pequeños poblados, con
menos desarrollo y menos protección. Al parecer Jesús se quedó más veces en
Betania que en la misma Jerusalén.
Jesús “posó” en Betania, allí se quedó aquella noche. Nos recuerda la
importancia de la presencia de Jesús, su presencia transforma la situación, la
casa, el matrimonio, el corazón.
Cuando la presencia de Jesús llega a nuestra vida somos transformados,
de igual manera cuando su presencia llega a nuestra casa o familia la gloria de
Dios provoca grandes cambios. Procuremos traer la presencia de Jesús a nuestra
familia y seremos testigos de sus milagros y de la manifestación de su gloria
como sucedió en casa de Lázaro.
En Betania Jesús enseñó a María y corrigió a Marta
(Lucas 10:38-42).
“Y aconteció que yendo ellos, entró Él en una aldea (Betania) y una mujer llamada Marta
lo recibió en su casa… pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres… Jesús le
dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estas con muchas cosas. Pero sólo una
cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte…”.
Como hemos visto en los pasajes anteriores esta aldea es Betania, y
nuevamente yendo Jesús de camino entró y se hospedó en la casa de Marta. Allí
su hermana María se sentó a los pies del Maestro para escuchar su palabra,
mientras que Marta se afanaba con los quehaceres de la casa.
Incluso quiso corregir a Jesús mismo pues estaba entreteniendo a María
con sus enseñanzas. Algunas veces por nuestro activismo, ansiedad o por nuestra
manera de pensar, concluimos que Jesús está actuando equivocadamente. Pero Dios
sabe muy bien lo que hace, y más bien debemos aprender de él.
A la luz de este suceso podemos decir que Betania representa: enseñanza,
revelación, instrucción divina. Nos recuerda aquellos tiempos en los que el
Señor debe intervenir en nuestra vida para provocar un “pare”, detenernos para
reflexionar y escuchar su consejo y dirección, y avanzar así hacia nuestro
destino de bendición.
Escrito por por pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer:
- .
Amen,debemos permitir que Jesucristo entre y repose en nuestros hogares para que empecemos a ver sus milagros
ResponderBorrarAsí es Evelio. Dios bendiga tu vida y familia. Muchas gracias por tus comentarios.
BorrarAmen!! solemos ser asi como martha afanadas y el afan solo nos lleva al cansancio ala afliccion ala preocupacion;y nos alejan delos propositos de Dios!!Bendiciones Pastor
ResponderBorrarAsí es Vero, Gracias por tus comentarios. Bendiciones.
Borrar