Dios tiene cuidado de ti

Dios tiene cuidado de ti. Aunque los tiempos sean adversos, y el camino se torne difícil el Señor nunca te dejará ni te desamparará, él es fiel y no descuida a sus hijos. Reflexionemos ahora en lo que nos enseña Mateo 6:25-33...   

“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?...  Considerad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos… Por tanto, no os afanéis, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; mas vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.

Debemos tener en cuenta que el Sermón del monte lo dio Jesús al ver la multitud y cuando sus discípulos vinieron a él. El Señor les advierte sobre el cuidado que deben tener respecto al afán y a la ansiedad. El Maestro toca el tema del alimento y del vestido, los cuales representan las necesidades materiales y de gran preocupación para el ser humano.  

En primer lugar el Señor Jesús los lleva a considerar el cuidado de Dios respecto a las aves, las cuales no siembran ni guardan en graneros, pero el Padre celestial las alimenta, y termina preguntando el Señor: ¿No valéis vosotros muchos más que las aves? La respuesta es “Por supuesto”, entonces Dios cuidará mucho más de nosotros. 

En segundo lugar nos habla del vestido, y toma como ejemplo del cuidado divino a los lirios del campo, los cuales no trabajan ni hilan, pero ni siquiera Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Sin embargo es hierba que mañana se echa al fuego, y Dios la viste así.

Según el versículo 30 el Señor Jesús hace una pregunta que toca (en muchas ocasiones) nuestra poca fe en él: ¿No hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?

En el versículo 32 Jesús nos enseña que los hijos de Dios pueden estar confiados en el cuidado de su Padre celestial, ya que él conoce todas estas necesidades, y como Padre responsable y perfecto proveedor enviará la bendición sobre cada uno de sus hijos.     

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Más bien lo que debemos hacer es buscar la voluntad de Dios para nuestra vida y caminar en ella, y como resultado de eso “todas las demás cosas nos serán añadidas”. Hagamos nuestra parte en la voluntad de Dios, y él se hará cargo del resto.   

El Señor Jesús nos compró a precio de sangre, y a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, y por tanto coherederos con Cristo. Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, en Cristo estamos completos.

Así que, no os afanéis por el día de mañana, deposita tu corazón en Cristo, confía en él y él hará. Ten siempre presente las palabras de Dios: “Nunca te dejaré, ni te desampararé”.    

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Escrito por por pastor Gonzalo Sanabria.  

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