La oración produce resultados sobrenaturales
Introducción: En la vida del apóstol Pablo la
oración fue no sólo importante, sino vital. En todo tiempo hallamos al apóstol
en comunión con Jesucristo el Señor, siempre estaba orando por las iglesias y
por sus discípulos, fue la oración una columna fundamental para cumplir el plan
de Dios aquí en la tierra...
La oración produce resultados sobrenaturales.
Para
Jesús la oración era muy importante. Lucas 9:28 “Aconteció como ocho días
después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al
monte a orar”.
El
texto nos enseña que Jesús tomó a tres de sus discípulos, Pedro, Juan y Jacobo,
según nos enseñan los evangelios los tres más allegados. “Y subió al monte a
orar” nos dice la Biblia y al estar ubicados en el capítulo nueve de este
evangelio podemos decir que estaba el Señor en un momento poderoso de su
ministerio, y sin duda la dependencia de Dios era fundamental.
Esto
nos recuerda la importancia del tiempo con Dios, aquel espacio en que hablamos
con él, leemos su palabra, adoramos y rendimos nuestro corazón para escuchar su
voz o percibir su dirección.
Así
como nuestro cuerpo natural sin alimento desfallece y muere, también nuestra
vida espiritual se muere sino es renovada y fortalecida en Dios.
La presencia de Dios
inevitablemente nos transforma. Lucas 9:29.
“Y
entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido
blanco y resplandeciente”.
Nos
dice la Escritura que “mientras oraba…” expresión que nos recuerda que debemos
permanecer y perseverar en la oración, pues mientras lo hacemos el poder de
Dios se manifiesta a nuestro favor.
Mientras el Señor oraba “se transfiguró delante de ellos” nos dice Mateo 17:2. Entonces la vida de comunión con Dios genera o produce una transformación en la persona que lo hace.
Mientras el Señor oraba “se transfiguró delante de ellos” nos dice Mateo 17:2. Entonces la vida de comunión con Dios genera o produce una transformación en la persona que lo hace.
En
la oración sincera nuestro corazón se expone a la luz de Dios, entonces las
tinieblas son manifiestas y reconocemos nuestra condición y necesidad del poder
trasformador del Señor.
Nada nos cambia y restaura como la presencia de Dios, por eso la
apariencia del rostro de Jesús se hizo otra y sus vestidos resplandecían,
porque la gloria de Dios no sólo nos transforma sino que se impregna en
nosotros.
Escrito por por pastor Gonzalo Sanabria.
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Ante el rostro de Dios somos trasformados.
ResponderBorrarCuando miramos a Dios y nos exponemos a su palabra, nuestro ser es transformado. Q poder tiene la oración y q suerte tenerla siempre a mano. Gloria a Dios, nuestro precioso Salvador
Así es Sara, poderoso es nuestro Dios. Gracias por tus valiosos comentarios. Dios te bendiga.
BorrarAMEN
ResponderBorrarMuchas gracias Evelio por tu apoyo y por estar siempre atento. Dios bendiga tu vida y familia.
BorrarAmen Dios siempre esta.
BorrarUna gran bendición pastor gracias por compartir palabra
ResponderBorrarMuchas gracias Gisela por dejarnos tu comentario. Dios bendiga tu vida y familia.
BorrarLa verdad que nunca comento, pero me alimento con sus escritos, Dios le bendiga mucho por lo que hace para que nosotros aprendamos, bendiciones pàra uds
ResponderBorrarMuchas gracias por tus palabras Francisco, son muy valiosas para nosotros. Dios te bendiga.
BorrarExelente mensaje
ResponderBorrarMuchas gracias, Dios te bendiga.
BorrarExcelentes devocionales Pastor, tengo varios años siguiendo y compartiendo sus publicaciones y han sido de gran bendición. Muchas gracias.
ResponderBorrarMuchas gracias Jorge por seguirnos y por dejarnos tu valiosos comentarios. Dios bendiga tu vida y familia.
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