No hay obstáculo más grande que el poder de Dios


No hay obstáculo más grande que el poder de Dios
Introducción: En la vida cristiana, la cual es también una vida de fe, aparecen diversos obstáculos y desafíos, todos ellos requieren por supuesto creerle a Dios. Algunos serán más complicados que otros, pero aquel que cree en las promesas divinas, sabe que Jesucristo va con él y no lo dejará avergonzado. No temas, el Señor va contigo…   


No hay obstáculo más grande que el poder de Dios.

¿Qué significa el arca del pacto? Josué 3:1-3.  

“Josué se levantó de mañana, y él y todos los hijos de Israel partieron de Sitim y vinieron hasta el Jordán, y reposaron allí antes de pasarlo. Y después de tres días, los oficiales recorrieron el campamento, y mandaron al pueblo, diciendo: Cuando veías el arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y los levitas sacerdotes que la llevan, vosotros saldréis de vuestro lugar y marchareis en pos de ella”.

Dios continúa con su propósito, es decir llevar a Israel a la tierra de la abundancia, y han llegado a orillas del río Jordán. Así como la tierra prometida nos habla de bendición y victoria, el Jordán nos habla de un obstáculo por superar. Los oficiales instruyen al pueblo para marchar cuando vean el arca llevada por los sacerdotes, y deben ir pos de ella.     

El arca era un cofre sagrado de madera de acacia, cubierta de oro puro por dentro y por fuera, ubicada en el lugar santísimo del tabernáculo. Allí el Señor manifestaba su presencia y le hablaba a Moisés. En la Biblia el arca vino a representar la presencia de Dios en medio de su pueblo, y su poder a favor de Israel.          

El arca representa la presencia de Dios, y el texto nos dice que cuando el arca fuera llevada Israel debía ir en pos de ella. Asunto que nos recuerda la importancia de ir en pos de Dios, es decir debemos ser buscadores de la presencia del Señor.

El hecho de que el arca estuviera en el lugar más secreto y profundo del tabernáculo nos inspira a buscar a Dios en lo secreto, en una comunión íntima con él.    

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Dios sabe por dónde nos lleva. Josué 3:4-6.   

“A fin de que sepáis el caminó por donde habéis de ir; por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino… Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros. Y dijo a los sacerdotes: Tomad el arca del pacto, y pasad delante del pueblo. Y ellos tomaron el arca del pacto y fueron delante del pueblo”.

Es muy importante recordar aquí que mientras caminaron por el desierto el arca iba delante, de la misma manera que ahora al cruzar el río Jordán. Habían estado reposando por tres días, pero ahora era el tiempo de marchar. Todo tiene su tiempo, el éxito del cristiano está en caminar en los tiempos perfectos de Dios.      

Algunos pudieron haber cuestionado aquel avance, quizá dijeron o pensaron: “Debemos quedarnos más días aquí” o “Debe ser Josué el que marche delante de nosotros”, etc. Pero para ver las grandes obras de Dios a nuestro favor es necesario hacer su voluntad, y hacer las cosas a su manera.    

De hecho el versículo cinco nos dice que Josué instruyó al pueblo diciendo: “Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros” expresión que nos recuerda la importancia de apartarnos de lo malo, consagrarnos a Dios, y seguir su presencia para ver sus milagros y maravillas en nuestra vida.

(Te invitamos a leer: "CUANDO CRISTO SE MANIFIESTA TODO ES TRANSFORMADO").      

Debemos ver también que Dios no los levanta con su poder y los lleva en sus brazos hasta la tierra prometida; ellos debían avanzar y andar tras el arca paso a paso. Es Dios quien hace las maravillas y miagros, nosotros debemos hacer lo que nos corresponde.

Es muy interesante la primera frase del versículo cuatro: “A fin de que sepáis el camino por donde debéis ir; por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino”. Dios sabe que Israel nunca antes había pasado por allí, y por eso va él primero (a través del arca), no sólo para enseñarles el camino sino para darles confianza y seguridad.

Dios es bueno y conoce hasta los temores más profundos de nuestro corazón y nos ayuda y alienta para que avancemos, pues el temor no debe detener los planes del Señor. Israel vio el poder de Dios a su favor de una manera palpable, pues el río Jordán se abrió ante sus ojos y pasaron por él en seco camino a la tierra prometida.    

Conclusión: No hay nada imposible para Dios, él es el Todopoderoso, por eso podemos depositar toda nuestra confianza en el Señor. Siempre él será más grande que todo problema u obstáculo. Podemos seguirlo, él sabe muy bien lo que hace. El camino de Israel por el desierto y la conquista de la tierra prometida nos recuerdan el poder y cuidado de Dios por su pueblo.     



Escrito por pastor Gonzalo Sanabria.    

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