TESOROS EN EL CIELO
Introducción: La Biblia nos enseña
por todo lugar que debemos acudir a Cristo en todo tiempo, y presentar a él
nuestras necesidades. Jesús mismo dijo: “Pedid, y se os dará; buscad y
hallareis, llamad y se os abrirá”. Entonces él mismo nos invita a clamar a
Dios.
Sin embargo debemos también
preguntarle al Señor sobre su voluntad, sobre sus deseos y sus planes. Dios
desea que su reino sea establecido en la tierra, y los instrumentos del Señor
somos nosotros mismos. No solo debemos pedirle a Dios, sino disponer nuestro
corazón para que nos use en la extensión de su reino aquí en la tierra…
TESOROS EN EL CIELO.
Es muy importante hacer
tesoros en el cielo. Mateo 6:19-21
“No os hagáis tesoros
en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y
hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín
corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro
tesoro, allí estará también vuestro corazón”.
Es muy importante tener
en cuenta el contexto, el Maestro está enseñando lo que conocemos como el
Sermón del monte, y viene hablando aquí de la ofrenda, de la oración, del ayuno
y sigue hablando de las riquezas, de la ansiedad, etc, y en medio de esta temática
enseña la importancia de hacer tesoros en el cielo.
Nos enseña además el
texto de Mateo 6:19-21 de manera implícita que en el cielo hay bodegas o
depósitos donde son guardados o acumulados nuestros tesoros, y viene hablando
Jesús de la oración, del ayuno, de las ofrendas, del amor a los enemigos, etc,
tesoros que quizá en la tierra no sean preciados, pero en el cielo son de
altísimo valor.
El versículo veintiuno
nos dice que “donde esté nuestro tesoro, allí estará también nuestro corazón”.
La palabra tesoro aquí se traduce del término griego “thesauros” que además
significa: depósito, cofre.
Ese cofre o depósito se
llena con lo que nosotros mismos ponemos allí. Lo que nosotros consideremos más
valioso será lo que cautive nuestro corazón. Adonde vaya o donde esté nuestro
tesoro irá y estará nuestro corazón.
Así pues, aquello que
sea nuestro tesoro determina el palpitar de nuestro corazón. Nuestro ser
soñará, pensará, actuará y avanzará en el sentido de aquello que sea nuestro
tesoro… es algo inevitable.
Por eso la sugerencia
de Jesús: “Haceos tesoros en el cielo” ya que allí también estará nuestro
corazón. Cuando es la avaricia o lo terrenal lo que gobierna nuestro corazón,
en lo terrenal y en lo material estará nuestra vida.
Cuando nuestro ser
considera que lo más valioso es Jesús, es su reino, es su voluntad, entonces
nuestro corazón se dirigirá hacia él y hacia su voluntad. El Señor desea que su
reino sea establecido en la tierra. Buscar a Dios y procurar la extensión de su
reino es el más grande tesoro.
Que interesante que el
Señor mandó a su pueblo a construir un tabernáculo en el desierto, un templo en
Jerusalén (el cual fue reconstruido varias veces), y en tiempos de Jesús además
del templo había sinagogas. Es decir Dios quiere vivir en y con el hombre.
Hagamos de Dios nuestra más grande pasión.
Conclusión: La Biblia claramente nos enseña que la voluntad de Dios es
bendecir a sus hijos, es necesario seguir el camino de Dios iluminado por su
palabra. Debemos darle el primer lugar a Dios en todo y las demás cosas vendrán
por añadidura.
Escrito por pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer: "LOS PLANES DE DIOS SON PERFECTOS Y BUENOS".
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