Es necesario reconocer los errores

Introducción: A veces llevados por la ira, o impulsados por la soberbia tomamos malas decisiones, lo que genera peores resultados. Una actitud correcta que debemos tener es la capacidad de reconocer nuestros errores, y enmendarlos; esto será de bendición para todos…

Es necesario reconocer los errores.  

Hay autoridades que llevados por el orgullo y por su ego ponen yugos de miseria y escasez. 1 Reyes 12:12-16.

“Al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según el rey había mandado… y les habló conforme al consejo de los jóvenes diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo, mi padre os castigo con azotes, más yo os castigaré con escorpiones. Y no oyó el rey al pueblo; porque era designio de Jehová para confirmar su palabra… y todo Israel se fue a sus tiendas”.

Después de la muerte del rey Salomón su hijo Roboam asciende al trono, y el pueblo viene a pedir una disminución en los impuestos que su padre había multiplicado. Roboam los escucha y les dice que vuelan tres días después para darles una respuesta.

Tres días después el rey Roboam recibe a Jeroboam con el pueblo, y les respondió diciendo que aumentaría el yugo que su padre les había impuesto, incluso si su padre les había castigado con azotes, él les castigaría con escorpiones. Palabras llenas de soberbia, inadecuadas para aquel momento.

El pueblo no escuchó al rey y todo esto venía de Dios, pues era el resultado de la idolatría, ocultismo, y abandono del culto al Señor. Cuando una persona camina con Dios, no sólo su camino es más fácil, sino que cosechará múltiples bendiciones y victorias en Cristo Jesús.

Vemos en éste caso a un rey imponiendo un yugo más pesado que el anterior sobre los israelitas (el cual es pueblo de Dios), así su situación empeoraría, habría menos alimento para ellos, y sus tierras y ganados sufrirían una mayor escasez; la ruina y el fracaso gobernaba a Israel. Siempre será mejor buscar a Dios y seguir su dirección.

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Algunas veces podemos ver a gobernantes, padres, abuelos, profesores, jefes, entre otros, que con sus declaraciones, palabras, acciones, decisiones, convenios o pactos, negocios, consagraciones, etc, atraen o llaman el yugo de la ruina y del fracaso. Es necesario reconocer los errores y corregir el camino, esto será bendición para todos. 

¿Qué debemos hacer ante estas situaciones? Así como aquel yugo fue el resultado de la idolatría, y del abandono del verdadero culto y servicio a Dios, debe haber arrepentimiento (reconocer el pecado) y conversión (es decir volverse a Dios), y seguir su consejo y modelo, es así como veremos verdadera libertad y bendición en todo lo que emprendamos.  

Conclusión: La Biblia nos dice: “Para esto apareció el Hijo de Dios para deshacer las obras del diablo”. Jesucristo es quien rompe el yugo, es quien trae genuina libertad al ser humano, él dijo “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Acerquémonos al Señor Jesús, su poderosa sangre nos limpia de pecado, y él transformará nuestra crisis en bendición. 

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.   

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