Sólo en Jesucristo hay salvación
Introducción: Por mucho
tiempo Dios inquietaba mi corazón llamándome a seguirle, pero no me acercaba a
él. Con su amor y por el poder del Espíritu Santo me convenció de mi condición
como pecador y de mi gran necesidad de Cristo, sólo en Jesús encontré la
verdadera respuesta y sentido a mi vida, él es el camino, la verdad y la vida,
separados de él nada podemos hacer…
Sólo en Jesucristo hay salvación.
Nos dice la Biblia en
Hechos 4:11-12 “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los
edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay
salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en que
podamos ser salvos”.
Se le llamaba “cabeza del ángulo” a aquella piedra
principal y primera que se ponía en los cimientos de una construcción y sería
la base y referencia para todas las demás. El Señor Jesús se presenta como ese
cimiento sobre el cual sería edificada su iglesia. Pablo lo dijo así: “Pues
nadie puede poner otro cimiento que el que ya está puesto, el cual es
Jesucristo”.
Los “edificadores” de aquella época eran los
sacerdotes, escribas e intérpretes de la ley, pero ellos reprobaron o
rechazaron la piedra principal: Jesucristo mismo. Ellos se opusieron a Jesús, a
su mensaje, y a su iglesia.
Ellos seguían enseñando la necesidad de la
circuncisión, de los sacrificios, del día de reposo, y toda su rutina religiosa
para ser salvos, pero todas estas cosas en Cristo se habían cumplido, y ahora
sólo en Jesús de Nazaret hay salvación, pues no hay otra persona, ni otro
camino, ni otro mediador, no hay otro nombre dado a los hombres en el que
podamos ser salvos, sólo Jesucristo es nuestro Salvador.
El hombre podrá crear movimientos religiosos,
rutinas para el alma, doctrinas nuevas y atractivas, ejercicios para alcanzar
su desarrollo personal, otros podrán negar a Dios y su poder creador que dio
origen a todas las cosas, otros enseñan la reencarnación, etc, todos estos son caminos
equivocados.
Pues está establecido para los hombres que mueran
una sola vez y después de eso el juicio, juicio eterno del cual nos libra sólo
Jesucristo el Señor, pues todo aquel que en él cree no irá a condenación, sino
que pasa de muerte a vida.
Las buenas obras son eso, buenas obras, pero nunca
suficientes para alcanzar vida eterna, sólo la fe en Jesucristo el Señor nos da
verdadera salvación.
Conclusión: Es necesario nacer de nuevo en Cristo, esto se
logra cuando reconocemos que somos pecadores y que nuestro destino es la
condenación eterna, pero decidimos creer en la obra redentora de Jesús en la
cruz, y rendimos nuestra vida a él, entonces de Dios viene vida nueva a nuestro
ser, y nuestro nombre es escrito en el libro de la vida. Gracias Jesús por esta
salvación tan grande.
Escrito por pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer: "DIOS TE DICE: NO TEMAS".
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