Elegido por Dios
Introducción: Cuando miramos el tamaño del desafío, los diversos
obstáculos, la batalla que hay por delante, entre otros, podemos concluir que
definitivamente no podemos hacerlo, pero Dios siempre es más grande. A pesar de
todo él nos ha llamado…
Elegido por Dios
Nuestra disposición para Dios, es bendición para otros. Éxodo 3:9-11
“El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y
también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven, por tanto,
ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos
de Israel. Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a
Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?”.
En estos versículos
vemos varios detalles muy importantes:
a) Dios responde al clamor de sus hijos. Israel ha levantado con fuerza un
clamor al cielo ante la opresión de los egipcios, y Dios bueno y atento a sus
hijos da inicio al plan de salvación para ellos. No renuncies a tu clamor, el
Señor te responderá.
b) El miedo de Moisés podía hacer que la opresión egipcia continuará. Dios
ha escogido a Moisés, pero sus temores se levantan como muros que impiden el
avance del plan divino, el cual es sacar de Egipto a los hijos de Israel. Con
la ayuda de Dios podemos vencer nuestros miedos, pues al final son estorbos
para el propósito del Señor con nosotros.
c) A pesar de la edad (80 años), a pesar de sus temores, y otros defectos
más, Dios veía a Moisés como su instrumento. El Señor no desecha a sus hijos,
la edad no es impedimento para él, por encima de los temores del hombre y de
sus debilidades, Dios es poderoso para hacer grandes cosas con el corazón que
se dispone para él.
d) Moisés pensó más en sus propias debilidades, que en el poder de Dios.
Esto lo vemos en el versículo once cuando él dice: “¿Quién soy yo para que vaya
a faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?”. No se trata de nosotros,
sino de Dios, es él quien tiene todo el poder para hacer maravillas, señales y
prodigios, somos instrumentos en sus manos, lo que él espera de nosotros es
disposición. Él hará el resto.
Conclusión: Cada uno de nosotros es un plan de Dios, y aunque el enemigo se levante
contra él, Dios sigue adelante con sus propósitos. Él no desecha a ninguno de
sus hijos, cada día sus ojos velan por la integridad de los suyos; Dios con su
bondad y poder trabaja en cada corazón para llevarlo a su destino.
Escrito por pastor Gonzalo Sanabria.
Escrito por pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer: "EN DIOS NO HAY CASUALIDADES, SINO PROPÓSITOS".
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