Gracias a Jesucristo

Introducción: Cuando pensamos por un momento en las crisis que hemos enfrentado, o las pruebas por las que hemos pasado, tenemos que reconocer que ha sido Dios mismo quien nos ha fortalecido, con su amor y poder nos ha sostenido.

Aunque quizá hemos tenido momentos de escasez, o crisis familiar, o hemos luchado contra grandes obstáculos, el Señor no nos ha dejado solos, por el contrario hemos visto su mano ayudarnos y por eso continuamos perseverando en el camino de la fe, creyendo que mejores cosas están por llegar… 

Sermón: GRACIAS A JESUCRISTO  

Jesucristo es la fuente de nuestra fuerza, 1 Timoteo 1:12a.

“Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor”

Debemos tener presente que el apóstol Pablo escribe ésta carta entre los dos encarcelamientos que tuvo en Roma. En ese periodo continúo con su ministerio apostólico a pesar de las dificultades, el tiempo en la cárcel fue difícil, había persecución por parte del imperio romano y oposición de diferentes sectores, pero dice el apóstol: “Doy gracias a Cristo Jesús quien me fortaleció”.    


  

 

Recordemos también que el profeta Habacuc pasó por tiempos difíciles, y ante la recia sequía en Israel y por tanto en tiempos de escasez, dijo: “Aunque no haya frutos, aunque no haya vacas en los corrales, aunque la higuera no florezca ni el olivo dé su fruto, Jehová el Señor es mi fortaleza y en él me gozaré”. El profeta sabía que la fuente de su fortaleza era Dios mismo.

El apóstol Pablo vivió tiempos de soledad, decepciones en el ministerio, ayunos forzados, calumnias aún de hermanos en la fe, rechazo, juicios y cárceles por predicar a Cristo, pero el apóstol dijo en 2 Timoteo 4: 

“El Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas para continuar con la predicación, fui librado de la boca del león, y el Señor me librará de toda cosa mala”. De esta manera Pablo pudo cumplir con el ministerio y plan de Dios para su vida.

Así mismo Cristo es para nosotros escudo y fortaleza hoy. Quizá aparezcan en el camino obstáculos y dificultades, oposición y enemigos, pero Jesucristo nuestro Señor es nuestra fortaleza, él es escudo y protección para aquellos que confían en él.        

Conclusión: En medio de tiempos difíciles, o en tiempos de prueba, el Señor Jesús nos comprende y ayuda, él nos da su fuerza no sólo para perseverar sino para vencer. Gracias Señor Jesús por ser nuestra fortaleza y victoria. En todo tiempo ayúdanos a depender de ti, y buscar tu presencia aun en medio de la adversidad.

Escrito por pastor Gonzalo Sanabria. 

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