Mi provisión viene de Dios

Introducción: La Biblia nos enseña a través de grandes milagros que Dios es quien envía la provisión sobre sus hijos, él no los descuida. Recordemos el conocido Salmo 23 “El Señor es mi pastor y nada me faltará”. En él tenemos todas las cosas…  

Mi provisión proviene de Dios

La derrota de Lahmi, 1 Crónicas 20:5.   

“Y se volvió a levantar guerra con los filisteos; e hirió Elhanán hijo de Jair a Lahmi, hermano de Goliat geteo, el asta de cuya lanza era como de un rodillo de telar.”

El nombre Lahmi significa: mi pan, mi guerra, guerrero. Es entonces figura de aquel enemigo del pueblo de Dios que quiere controlar la provisión, es uno que hace guerra para robar o detener las finanzas del creyente. Es uno que ata la provisión, trae ruina y fracaso económico.

Es interesante que hablando de la pereza el libro de Proverbios nos habla del hombre armado: Proverbios 6:10-11 “Un poco de sueño, un poco de dormitar, y cruzar por un poco las manos para reposo, así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado”.

A la luz de estos textos se nos revela que la ruina es un hombre armado (esto es un ser espiritual equipado por las tinieblas para atacar las bendiciones materiales que Dios da a sus hijos, es uno que devora las finanzas del creyente).   
     

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Nos dice la Biblia que lo derrotó Elhanán, cuyo nombre significa: Dios es bondadoso, el favor o gracia de Dios me cubre. El pueblo del Señor debe creer y confiar en el cuidado de Dios, la duda e incredulidad fortalecen a ese gigante.

Dios es nuestro proveedor, recordemos que David dijo: “Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan” (Salmo 37:25). Dios tiene cuidado de sus hijos y no descuida la provisión para ellos.  

Nuestra provisión viene del Señor, aun en la más grande adversidad, pues en medio del desierto a su pueblo le envió pan del cielo, es decir el maná y nunca dejó de caer hasta que entraron en la tierra prometida, porque él es fiel y cumple su palabra.

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.

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Mi provisión viene de Dios.