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David derrotó a Goliat

David derrotó a Goliat
Introducción: No ha gigante más grande que el poder del Señor. David con plena convicción en el poder de Dios enfrentó a Goliat y alcanzó una gran victoria. David derrotó a Goliat y la manera en que lo hizo nos sirve hoy de inspiración para superar nuestros obstáculos y dificultades…  

David derrotó a Goliat ¿cómo pudo hacerlo?


1 Samuel 17:45-48 nos dice:

Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada, lanza y escudo; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, que tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré… y sabrá toda la tierra que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y lanza; porque de Jehová es la batalla, y Él os entregará en nuestras manos. Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y venía acercándose al encuentro de David, David se dio prisa y corrió hacia el combate contra el filisteo

Mediante la fe en Dios es posible avanzar y conquistar lo que Dios ha prometido darnos. En contraste el objetivo principal del miedo es impedir el avance o crecimiento del cristiano. Ésta arma de las tinieblas procura cegar al hijo de Dios para que no vea el gran poder que el Señor ha puesto en él. El miedo cae en la medida en que avanzas.

El miedo busca tener atado al cristiano para que no use lo que Dios le ha dado. El miedo fabrica pinturas de caos, fracaso y ruina ante los ojos del cristiano para que no pueda ver los maravillosos planes que Padre celestial le ha diseñado. Por la fe David derrotó a Goliat alcanzando una gran victoria para Israel.   




Recordando que el temor del hombre pone lazo ¿Cómo romper esa atadura? ¿Cómo enfrentar el miedo al gigante? Veamos algunas cosas a la luz de lo que hizo David contra Goliat:     

1) Las victorias del pasado han sido entrenamientos para las batallas del futuro (1 Samuel 17:34-35). Donde David le cuenta al rey Saúl como él pudo vencer al oso y al león cuando venían contra las ovejas que cuidaba. 

2) La victoria está fundada en lo Cristo alcanzó en la cruz. Vemos que David mismo avanza en el nombre de Jehová de los ejércitos (1 Samuel 17:45 “Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada, lanza y escudo; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, que tú has provocado”).

Nosotros hoy avanzamos en el nombre que es sobre todo nombre: Jesucristo nuestro Señor.  
   
3) Haz tu parte y Dios hará la suya (1 Samuel 17:47 “Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y lanza; porque de Jehová es la batalla, y Él os entregará en nuestras manos”).

La frase Jehová no salva con espada y con lanza nos recuerda las palabras de Dios a través del profeta Hageo que también nos dice: “no es con ejército ni con fuerza sino con mi Santo Espíritu”. 

David usó su honda y una piedra, él hizo su parte y Dios hizo el resto. No tienes que hacerlo todo, haz lo que te corresponde y él peleará por ti, porque de Jehová es la batalla. 




4) La fe en Dios es más fuerte que el miedo (1 Samuel 17:48 “Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y venía acercándose al encuentro de David, David se dio prisa y corrió hacia el combate contra el filisteo”).

Seguramente algunos soldados se cubrieron sus ojos, otros dirían “pobre muchacho”, etc, pero ninguno oró creo yo, pues el miedo era un reflejo de la débil comunión con Dios, a diferencia de David que como buen adorador veía la grandeza y poder del Señor ante todo obstáculo que aparecía en su camino.  

5) La fe es el arma con la que es derribado el miedo, la fe va mucho más allá de una confesión, la fe es aquella firme convicción, es esa certeza plena en el poder y cuidado de Dios, resultado de conocerlo, de caminar con él y de confiar en sus palabras, pues él no miente.

6) La piedra le dio un golpe mortal en la cabeza a Goliat, ya que la cabeza representa poder, debemos derribar el poder o aquello que alimenta el miedo, por ejemplo: por herencia (madres o padres que viven sufren el miedo), embarazos traumáticos, experiencias en la niñez (películas con altas dosis de terror que ven los niños), traumas en la adolescencia (maltrato violento que produce terror a las autoridades), vergüenzas y fracasos, etc.




Conclusión: David derrotó a Goliat, y Dios no cambia, él es Todopoderoso. Jesucristo sigue sanando, restaurando, él rompe las ataduras, libera y lleva a sus hijos a la victoria. Si el enemigo ha puesto lazo por el temor, renunciemos a las obras de las tinieblas y apropiémonos de lo que Jesús alcanzó para nosotros en la cruz del calvario. Él resucito vive en ti, somos llamados a vencer.

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.



David y Goliat.

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