Llenos del Espíritu Santo
Introducción: A veces en medio de las
carreras y el afán de este siglo, usamos con frecuencia frases como: “he estado
tan ocupado” “tengo tantas cosas que hacer” “no he tenido tiempo” entre otras,
frases que expresan las razones por las cuales nos fatigamos y a veces
desgastamos, tanto que llega el momento cuando no queremos saber nada más. Pero
Dios corrige nuestro camino y por eso nos dice: “más bien sed llenos
del Espíritu Santo”…
La Biblia nos dice en Efesios 5:18 “… Más bien sed
llenos del Espíritu Santo”.
El verbo “sed” nos indica una acción
continua, pues nuestro ser necesita de Dios todos los días. Cuando vivimos
según nuestras propias fuerzas y sabiduría, no sólo nos fatigamos rápidamente,
sino que con frecuencia tomamos malas decisiones. Cuando el hombre depende de
Dios en realidad está reconociendo su señorío.
Es necesario tener hambre por el Espíritu
Santo, es vital fortalecer la comunión con él. Es nuestro Consolador, esto es
uno que ha sido enviado a nuestro lado para enseñarnos e instruirnos, fortalecernos
y llevarnos al destino preparado por Dios para nosotros.
La expresión “lleno o llenos del Espíritu Santo”
aparece sobre todo en el Libro de los Hechos. Es importante recordar que fue
precisamente esa iglesia del primer siglo “llena del Espíritu Santo” la que
evangelizó el mundo conocido.
Decían de ellos “estos son los que trastornan el
mundo entero”, oraban por la gente, había sanidades, liberaciones, milagros,
muchos se convertían a Cristo y eran discipulados.
En el Antiguo Testamento sólo el profeta Miqueas
dice: “Mas
yo estoy lleno de poder del
Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a
Jacob su rebelión, y a Israel su pecado” Miqueas 3:8. Aquí
podemos ver que la llenura del Espíritu Santo no sólo nos hace efectivos para
la obra de Dios, sino que nos capacita para vencer la tentación.
Miqueas fue un profeta de origen campesino, de una
pequeña aldea a 30 kms de Jerusalén. Así que no importa el estrato, ni el
origen, lo más importante es tener un corazón dispuesto para Dios.
Hechos 2:1-4. Es muy importante tener en cuenta algunos
símbolos del Espíritu Santo, pues aquí nos dice que se manifestó como lenguas
de fuego que se asentaban sobre cada uno
de ellos. Es el Espíritu Santo el que consume la rutina religiosa y el frio
espiritual, “y se les aparecieron lenguas
repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos”.
También Jesús dijo: “Si alguno tiene sed,
venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior
correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los
que creyesen en él” Juan 7:37-39.
Es el Espíritu Santo el que renueva al creyente y
lo fortalece para vencer los obstáculos y alcanzar los desafíos que Dios mismo
pone por delante, es cuando podemos vivir la palabra del Señor y avanzar de
gloria en gloria. Es el Espíritu Santo quien da vida al corazón seco, como el
agua a la tierra estéril.
Conclusión: La llenura del Espíritu Santo es fundamental
para hacer la voluntad de Dios, es la clave para avanzar en el plan divino, es
en la comunión con el Espíritu Santo donde recibiremos la revelación de Dios y
así amarle más. Negarnos a nosotros mismos permite al Espíritu Santo llenarnos con su presencia cada día más.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer: "EL ESPÍRITU SANTO EN LA FAMILIA".
Llenos del Espíritu Santo.
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