El poder del Espíritu Santo
Introducción: A veces luchamos con factores que
desconocemos, con situaciones repetidas en la vida presente y en las
generaciones pasadas. Jesucristo apareció para deshacer las obras del diablo.
Estamos en el año agradable, el año de la gracia, el año del perdón y la
liberación. Presentemos nuestro corazón a la palabra de Dios y permitamos al
Espíritu Santo revelarnos su verdad…
El poder del Espíritu Santo sana y libera
Isaías 10:27 “Acontecerá
en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción.”
1)
El yugo representa esclavitud (Levítico
26:13).
“Yo
Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis
sus siervos, y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el
rostro erguido”
Nota 1: El yugo es aquella pieza
de madera alargada con dos arcos que se ajusta al cuello de los animales,
arrastrando así el arado con el que aran la tierra para la siembra. En éste
caso Dios liberó a Israel de cuatrocientos años de esclavitud, por cuatro
siglos Israel trabajó para Egipto, construyó ciudades para el faraón.
Nota 2: Observemos las
enseñanzas que nos deja lo vivido por Israel en Egipto:
a) El yugo en éste caso impidió que Israel construyera
ciudades para Dios, porque el enemigo había tomado su potencial para tenerlos
ocupados en otras cosas y no en el plan del Señor, el cual era conquistar la
tierra prometida.
b) El yugo egipcio los llevó a vivir en suma escasez
durante siglos. Eran esclavos y no tenían privilegios en el imperio egipcio. Es
un yugo de ruina.
c) El yugo no permitió que desarrollaran sus talentos
para servir a Dios, fue cuando salieron de allí que sirvieron al Señor en el
desierto.
d) Aquel yugo procuraba destruir a sus hijos. La orden
del faraón era que todo varón que naciera debía ser lanzado al Nilo. El enemigo
procura dañar las familias. Hay yugos que oprimen a familias enteras y por
generaciones.
Finalmente
el Señor quebró aquel yugo, los liberó, los llevó a la tierra prometida y
sirvieron a Dios.
2)
El yugo representa cautiverio.
Nota 1: El yugo como pieza de
madera se amarra o ata con cuerdas de cuero o lazos al cuello. Por eso es sinónimo
de atadura. En los evangelios vemos al Señor Jesús rompiendo cadenas, ataduras
y trayendo libertad a muchos cautivos, por eso dijo: “El Espíritu del Señor
está sobre mí para dar libertad a los oprimidos”.
Nota 2: Por ejemplo Lucas 13:11-16. Aquí el mismo Señor Jesús nos enseña que
aquella mujer llevaba dieciocho años cautiva (atada) y que Satanás la había
atado durante todo ese tiempo. Y el Señor dijo: es necesario desatarla de esa
ligadura. Por dieciocho años un espíritu de enfermedad la hizo andar encorvada,
pero Jesús la hizo libre y ella se enderezó y glorificaba a Dios. Jesucristo es
quien rompe las ataduras, trae libertad y restaura la vida.
3)
El yugo representa aflicción y ruina: Deuteronomio
28:47-51.
“Por cuanto no serviste a Jehová
tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las
cosas, servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con
hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá
yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte. Jehová traerá contra ti una
nación de lejos, gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni
perdonará al niño; y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta
que perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus
vacas, ni los rebaños de tus ovejas,
hasta destruirte.”
Nota 1: Es un contexto en el que Dios espera
fidelidad de su pueblo ante todas las bendiciones y victorias que le dará. Pero
por negligencia, por no servir a Dios, por olvidarlo ante la abundancia de
todas las cosas, vendrá un yugo de hierro (no será de madera, sino mucho más
pesado, de hierro).
Nota 2: Es un yugo que
desgasta, fatiga, quita toda fuerza y por tanto destruye. Anula la capacidad de
trabajo y emprendimiento. Ante esa debilidad, el enemigo viene y al no haber
fuerza ni poder para defenderse consumirá el fruto de la tierra y del ganado.
Devorará las cosechas y el fruto del trabajo. Traerá ruina y devastación.
Aquella
“nación de lejos” nos habla de aquellos invasores que vendrían contra Israel,
grandes ejércitos que someterían a la nación hebrea, los despojarían de todo
sus bienes y frutos (hablamos de los asirios, babilonios, filisteos, etc). Pero
Jesucristo tiene el poder de romper aunque el yugo sea de hierro.
Conclusión: No hay atadura o cadena
demoniaca más fuerte que el poder de Dios, así como Jesucristo anduvo en Israel
rompiendo cadenas de aflicción sigue trayendo libertad hoy. No hay nada difícil
para Dios.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
El poder del Espíritu Santo.
me gusto mucho,Dios le bendiga
ResponderBorrarMuchas gracias Evelio Cedeño por tus comentarios. Dios te bendiga.
BorrarQuerido Señor, ¡permíteme ser débil para que Tu poder pueda capacitarme para hacer Tu voluntad! Amén.
ResponderBorrarQuerido Señor, ¡permíteme ser débil para que Tu poder pueda capacitarme para hacer Tu voluntad! Amén.
ResponderBorrarAsí es Gilberto. Dios te bendiga.
BorrarAsí es para el Señor no hay nada imposible. Dios les bendiga rica y abundantemente. Son de bendición para todo.
ResponderBorrarMuchas gracias por tus palabras y comentarios Cindy. Dios te bendiga.
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