Como avanzar a pesar de todo

Introducción: La situación más difícil para Jesús fue ir a la cruz, y en esa situación clamó al Padre Celestial y él lo oyó, y le envió un ángel para fortalecerle. Cuando Israel pensó que el ejército egipcio los acabaría Dios les abrió el mar rojo, cuando pensaron que morirían de sed en el desierto el Señor les dio agua de la roca, y la Roca que los seguía era Cristo, por eso confía en él, Dios nunca te abandonará…

Cómo avanzar a pesar de todo?

1) Una tempestad que derriba la esperanza: Hechos 27:18-20. 

“Y siendo azotados por una vehemente tempestad, al día siguiente alijaron la nave; y al tercer día nosotros con nuestras manos arrojamos los aparejos de la nave. Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, siendo azotados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos”

Nota 1: El apóstol Pablo está siendo juzgado por predicar el evangelio y por solicitud de él mismo es enviado al Cesar en Roma. Su viaje en enfrenta diferentes tiempos y dificultades, el versículo dieciocho nos narra un combate más en su vida: “combatidos por una furiosa tempestad”. Al día siguiente ellos deben alijar la nave (es aliviar la carga del barco) y al tercer día arrojan los aparejos de la nave (elementos que permiten navegar usando el viento).

Nota 2: Es interesante destacar aquí la frase “al tercer día” pues Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, Jesús estuvo tres días y tres noches en el corazón de la tierra, y aquí al tercer día arrojan los aparejos de la nave quedándose sin instrumentos para navegar llevados por el viento. Estos tres días nos hablan de tiempos difíciles, en los que incluso hay perdidas. Pero al final la fe en Dios te saca en victoria.     

2) Tiempos de impotencia e incertidumbre.

Nota 1: También es muy interesante según nos dice la Biblia “no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días” de día estaba oscuro y de noche no había luz, por tanto no tenían puntos de referencia para ubicarse. Añade el texto “acosados por una tempestad no pequeña” y es aquí donde Lucas dice: “Habíamos perdido toda esperanza de salvarnos”.

Nota 2: ¿Cuándo se pierde la esperanza? Cuando pasa el tiempo y no hay salida o salvación. Cuando después de varias perdidas el camino no mejora. Cuando sales de una furiosa tempestad y otra te acosa o te persigue. Son situaciones difíciles que nadie planea, son dificultades ante las cuales somos impotentes, son problemas que ensombrecen nuestro futuro (porque peligra la vida, el matrimonio, el patrimonio, etc).     

Pero Dios es bueno y él tiene cuidado de sus hijos, él renueva, fortalece y alienta a su pueblo en medio de la adversidad, el Señor le habla a Pablo y por eso puede animar a sus compañeros: Hechos 27:22-25. Dios restaura la esperanza y te lleva al destino que te ha preparado. 

3) El naufragio que destruye la nave: Hechos 27:41-44.

“Más dando en un lugar de dos mares, hicieron encallar la nave; y la proa, hincada, quedó inmóvil, y la popa se abría con la violencia de las olas. Entonces los soldados acordaron matar a los presos… Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, estorbó este acuerdo, y mandó que los que pudiesen nadar, fuesen los primeros en echarse al mar, y saliesen a tierra; y los demás, parte en tablas, parte en cosas de la nave. Y así aconteció que todos se salvaron saliendo a tierra.”

Nota: La nave empieza a destruirse y a hundirse, los soldados proponen matar a todos los presos para que ninguno escape, pero Dios usa al centurión para salvar a Pablo (Dios cuida de sus hijos), y como pueden logran llegar a la playa de la isla de Malta. Aunque todo se caiga a tu alrededor no dejes de creer en Dios él tiene la última palabra.     

4)  Dios no desampara a sus hijos.

Nota 1: Dios cuido de la tripulación y de los presos en medio de la furiosa tempestad, en medio del naufragio también cuidó de ellos y cuando pensaron en quitarle la vida a Pablo también Dios lo salvó. Son circunstancias que destruyen nuestra humana seguridad, porque eso era la nave para ellos.

Nota 2: A veces nos sentimos más seguros en lo material o terrenal que en el cuidado de Dios. En otras ocasiones confiamos más en personas que en el Señor Jesús. Por eso a veces Dios permite que se quiebre la nave de nuestra propia seguridad para que confiemos en el cuidado sobrenatural de Dios.

Conclusión: Aunque que pases por tiempo difíciles, Dios no te desampara. En tiempos oscuros él es tu luz, y ante los grandes problemas él es tu victoria, y cuando la duda se levanta como un gigante él es tu seguridad y victoria. 

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.

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Cómo avanzar a pesar de todo.