Dios te Cuida y te Enseña
Introducción: (Dios te cuida y te enseña) Es fundamental desarrollar un
corazón manso y humilde delante de Dios, son virtudes necesarias para aprender
todas las cosas necesarias para alcanzar los planes divinos para nuestra vida. Confiar
en el cuidado de Dios es vital para avanzar con seguridad ante los desafíos de
la vida cristiana, es esa fe la que agrada al Señor…
Dios te cuida y te enseña cada día
1) Jesús
siempre está cuidando de los suyos (Juan 18:7-9).
“Entonces les volvió a preguntar: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A
Jesús de Nazaret. Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; pues si me
buscáis a mí, dejad ir a éstos; para que se cumpliese la palabra que había dicho: De
los que me diste, no perdí ninguno”
Nota
1: Que
momento tan difícil, que decepción tan grande, que vergüenza ante los
habitantes de la ciudad de Jerusalén, pero el Señor sabía que estaba haciendo
la voluntad de Dios. Y fue eso el secreto de su fuerza, él sabía que vendrían a
atraparlo como si fuera un criminal, sabía que uno de los suyos lo
traicionaría, sabía que debía cuidar a aquellos que el Padre le había
encomendado. En medio de aquel difícil momento no dejo Jesús de cuidar de los
suyos, él nunca deja de hacerlo. Dios te
cuida.
Nota
2: Que
gran enseñanza para los discípulos en aquel día y para nosotros hoy, esto nos
recuerda que podemos pasar por los momentos más críticos de nuestra vida, y
fortalecidos en él continuar haciendo su voluntad. Todos miraban al Maestro
esperando ver su reacción ¿se defendería? ¿Los atacaría? ¿Pediría fuego del
cielo que los consumiera? ¿Qué va a hacer el Maestro? El Señor se sometió a la
voluntad de Dios, y esto marcó profundamente el corazón de los discípulos,
porque el Señor Jesús siempre nos está instruyendo. Dios te cuida y te enseña.
2) Jesús
una y otra vez repara lo que el hombre daña (Juan 18:10-11).
“Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la sacó, e hirió a un
siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba
Malco. Entonces
Jesús dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que mi Padre me ha
dado, ¿no la he de beber?”
Nota
1: Desde
el comienzo vemos a Jesús reparando el daño de Adán en el huerto del Edén, ante
las equivocaciones de sus discípulos el Maestro siempre estaba corrigiendo y
restaurando, aquí el Señor repara el daño de Pedro causado a Malco, como ha
reparado lo que nosotros muchas veces hemos dañado.
Nota
2: Al
leer Mateo 26:51 en adelante podemos reflexionar en algunos puntos de gran
enseñanza para sus discípulos y para nosotros hoy:
a) Mateo 26:51,
Pedro llevaba tres años de ministerio, era predicador, usado por Dios en
sanidades y liberaciones, pero aquí nos dice que todavía cargaba una espada, y
eso nos deja ver probablemente que su carácter no había sido rendido del todo
al Señor: “Y he aquí, uno de los que estaban
con Jesús, extendiendo su mano,
sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le cortó su oreja”.
b) Mateo 26:52,
Jesús les recuerda el principio de la siembra y la cosecha, lo que tú siembres
Pedro, eso recogerás. Y fue tal vez aquella lección la que hizo que Pedro
dejará para siempre su espada. Ahora resolvería los problemas con la sabiduría
y poder de Dios: “Entonces Jesús le dijo:
Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada
perecerán”.
c) Mateo 26:53,
Pedro no estaba pensando bien las cosas, su carácter impulsivo lo llevó a
cometer una gran equivocación. Jesús tenía a disposición todo el poder, quedo
demostrado cuando todos cayeron a tierra, pero no lo usó para beneficios
propios o para hacer las cosas a su manera, siempre rindió todo al Padre celestial:
“O ¿piensas que no puedo ahora orar a mi
Padre, y Él me daría más de doce legiones de ángeles?”. Una vez más
Jesús instruye a Pedro, por eso vemos que Dios
nos cuida y enseña en todo momento.
3) Jesús siempre nos está enseñando.
Juan
18:11, Jesús les enseña a sus discípulos que la copa (que era
la cruz) debía tomarla. No había otra opción, era necesario padecer y morir
como un criminal.
El pago por nuestros pecados era muy alto,
corría por sus venas, era el latido de su corazón, era experimentar lo que
nunca antes había vivido, hacerse maldición, cargar con todos nuestros pecados,
llevar nuestras enfermedades y soportar el dolor de nuestro castigo, pero
aunque esto era horrible, era necesario, no había otra alternativa, pues la
paga del pecado es la muerte y dio su vida por nosotros.
Así como sabía Jesús que en la cruz iba a morir, también
estaba seguro que su Padre al tercer día lo levantaría de entre los muertos, su
obra sería para salvación de millones, y nos enseña con esto que cuando hacemos
la voluntad de Dios (con su fuerza y ayuda) al final veremos una gran victoria
y una gran conquista para el reino de Dios.
Conclusión: Es vital fortalecernos en la
presencia del Señor, perseverar en su voluntad y con fe guardar la esperanza,
pues Dios recompensa a aquel que le busca y le cree.
Escrito
por Pastor Gonzalo Sanabria.
Te
invitamos a leer: “LA MARAVILLOSA TRANSFIGURACIÓN DE JESÚS”.
Dios
te cuida y te enseña.
Muchas gracias como siempre por compartir con todos nosotros este precioso estudio. Q el Señor les bendiga mucho
ResponderBorrarA ti Sara muchas gracias por reportarte con tus comentarios. Bendiciones.
BorrarAmén! Amén! Bendiciones 🙌
ResponderBorrarIgualmente Aracely. Gracias.
BorrarAmen Dios siempre nos da fuerza para poder soportar una lluvia de pruebas si no enseño Jesucrito bendiciones
ResponderBorrarAsí es Andrea, Dios es nuestra fortaleza. Bendiciones.
BorrarBendiciones,,tremendA enzeñanza
ResponderBorrarGracias a Dios. Dios te bendiga Jose.
BorrarBendiciones,,tremendA enzeñanza
ResponderBorrarDios te guarde Jose. Gracias.
BorrarAmen, por fin aprendí sobre la copa
ResponderBorrarQue bueno Luis. Dios te bendiga y gracias por dejarnos tu comentario.
BorrarGracias por este alimento espiritual de gran bendicion para mi vida,Dios nuestro Señor les bendiga y les multiplique hoy mañana y siempre
ResponderBorrarMuchas gracias Evelio por tus comentarios. Dios te bendiga.
BorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarPASTOR LE AGRADESCO MUCHO POR SU SOLIDARIDAD DE COMPARTIR EL CONOCIMIENTO DE LA PALABRA DE DIOS. BENDICIONES
ResponderBorrarMuchas gracias por tu comentario Pablo Andres, Dios te bendiga.
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