La Oración a Dios
La oración a Dios |
Introducción:
Los evangelios nos enseñan que el Señor Jesús mantuvo una intensa y fuerte vida
de oración, la Biblia nos dice por ejemplo “siendo muy temprano, siendo aún muy
oscuro se levantaba a orar” él mismo nos enseñó “entra en tu aposento, y cierra
la puerta, y ora a tu Padre que ve en lo secreto y él te recompensará en
público”. La oración a Dios promueve los milagros y la obra sobrenatural de su poder…
LA ORACIÓN A DIOS
1) Abre tu corazón para lo
nuevo de Dios, Lucas 11:1.
“Y
aconteció que estaba Él orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus
discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus
discípulos”
Comentario 1: Jesús tenía una intensa y constante vida de oración que inspiró a sus
discípulos para solicitarle que les enseñará a orar. Ellos querían algo nuevo
en su vida de comunión con Dios. Debemos tener en cuenta que los judíos oraban
tres veces al día. Es interesante ver que Juan el bautista también tenía una
fuerte y dinámica vida de oración era diferente al oración farisea y por eso
también enseñó a sus discípulos.
Comentario 2: Juan el bautista fue un poderoso profeta, de quien Jesús dijo “Os digo que entre los nacidos de mujer, no hay
mayor profeta que Juan el Bautista”,
fue el precursor o quien con su mensaje le abrió camino al Mesías y lo hizo
efectivamente, y al considerar el ministerio de Jesús vemos cuan poderosos y
efectivo fue, entonces si sus resultados fueron gloriosos y fueron hombres de
fuerte vida de oración, esto quiere decir que la oración a Dios y los
resultados tienen una gran relación.
2) Un bosquejo de oración a
tener en cuenta, Lucas 11:2-4.
“Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás
en el cielo; santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad,
como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo
hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos
los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal”.
Comentario 1: El Señor Jesús confrontó fuertemente la religión
de su época, y respecto a la oración dijo: “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los
gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos”. Entonces no es por repetir esta oración que
seremos oídos, es un modelo de oración. Vemos por ejemplo que la Biblia
registra las oraciones del apóstol Pablo las cuales no se ajustaban a ésta
oración, eran diferentes.
Comentario 2: El
Padre nuestro como conocemos ésta oración está compuesto por frases que
encierran un conjunto de cosas y son motivo de intercesión y adoración. Por
ejemplo la frase “Padre nuestro” debe
llevarnos a agradecer a Jesús por su sacrificio en la cruz pues en virtud de
esto somos hijos de Dios.
También aquí podemos hablar
con Dios como un hijo habla con su padre, esto es comunión. Luego vemos la
frase “Santificado sea tu nombre” lo que nos habla de adoración por todo lo que
él es y hace por nosotros y así sucesivamente cada frase es un tema de
oración.
3) La perseverancia te llevará
a alcanzar grandes cosas, Lucas 11:5-8.
“Y también les dijo: ¿Quién de vosotros tendrá un amigo, e
irá a él a media noche, y le dirá: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha
venido a mí de camino, y no tengo qué ponerle delante; y él, desde adentro
respondiendo, dijere: No me molestes; la puerta está ya cerrada, y mis niños
están conmigo en cama; no puedo levantarme y dártelos? Os digo, que aunque no
se levante a dárselos por ser su amigo, no obstante, por su importunidad, se
levantará y le dará todo lo que necesite”
Comentario 1: En primer lugar vemos el poder de la perseverancia. Podemos vernos
tentados a abandonar la oración por varias razones:
a) Transcurrir del tiempo sin respuesta.
b) Respuestas que no queremos ni esperamos.
c) Complicaciones mayores del mismo tema.
d) Cuando se da lugar a la incredulidad desplazando
la fe; entre otros.
Comentario 2: La perseverancia y la fe van de la mano, pues es imposible perseverar
sin creer que Dios hará un milagro. Jesús utiliza la palabra “Importunidad” es
la traducción del griego “anaidia” que significa también: insolencia, descaro.
Entonces Jesús nos enseña que si la insolente persistencia puede conseguir un
favor de un vecino, con toda seguridad la oración ferviente y perseverante
recibirá respuesta y recompensa del Padre celestial. Nunca saldrás de la
presencia de Dios con las manos vacías.
4) Promueve el principio
causa-efecto, Lucas 11:9-10.
“Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis;
llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla;
y al que llama, se le abrirá”
Comentario 1: Podemos recordar aquí aquel principio de la física de la Causalidad o,
causa y efecto, donde un evento se debe a otro anterior. El Señor Jesús utiliza
varios verbos para indicar que la acción humana provoca una respuesta divina,
esos verbos son: Pedid, buscad y llamad. A su vez enseña que estas acciones tendrán
respuestas: el que pide va a recibir, el que busca va a encontrar, y al que
llama se le abrirá.
Comentario 2: Esta última frase es muy importante pues nos indica apertura de lo que
está cerrado. En el ejemplo anterior un hombre va de noche a pedirle una ayuda
a su amigo, pero la puerta ya estaba cerrada, sin embargo la puerta se abrió.
Jesús dijo: “Al que llama, se le abrirá”
¿Qué
puertas se te han cerrado? Te preguntas ¿Por qué no se me abren puertas? Tal
vez aquellas puertas necesitan la llave de tu oración. Tal vez no es el momento
de ir a pedir favores a los hombres, sino de ir ante el trono de Aquel que tiene
el gobierno de todas las cosas.
5) Ora de acuerdo a la
voluntad del Padre, Lucas 11:11-13.
“¿Y quién de vosotros, siendo padre, si su hijo le pide pan,
le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le
dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a
vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a
los que se lo pidan?”
Comentario 1: Si el corazón del hombre natural desea lo mejor para sus hijos, mucho
más lo desea el Padre Celestial. El corazón de Dios es bondadoso, el ama a sus
hijos y dará la mejor e indicada provisión para cada uno. La oración a Dios es muy importante.
Es
muy interesante ver que el Señor también usa los términos serpiente y
escorpión, animales aborrecidos por el judío, de hecho en relación con los
demonios Jesús les dijo en el capítulo anterior: “He aquí os doy potestad para
pisotear serpientes y escorpiones y sobre toda fuerza del enemigo y nada os
dañará”. Dios desea el bienestar de sus hijos.
Comentario 2: Es muy interesante ver que en éste marco de oración Jesús dice: “Pidan
el Espíritu Santo y el Padre se los dará”. El Espíritu Santo es un don de Dios
para sus hijos, para los nacidos de nuevo en Cristo. También nos recuerda la
importancia del Espíritu de Dios en nuestra vida de oración.
Comentario 3: Al convertirnos a Cristo nos convertimos en templo del Espíritu Santo,
somos sellados con el Espíritu de Dios. Pero debemos anhelar más de él cada
día, por eso Pablo dijo: “No os embriaguéis con vino, antes bien sed llenos del
Espíritu Santo”.
Comentario 4: Recordemos que el rey David fue ungido en tres ocasiones: cuando fue
llamado por Dios a través del profeta Samuel ante su familia, luego ungido por
los varones de Judá como rey de Judá y luego por los ancianos de Israel en
Hebrón como Rey de Israel.
La
Biblia nos enseña también que después del derramamiento del Espíritu en Hechos
dos la iglesia de Jerusalén experimentó otro mover poderoso de Dios en Hechos 4
cuando nos dice la Escritura: “Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban
congregados tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo”. Ellos no estaban
satisfechos, querían más del Espíritu.
Reflexión
final: Dios
ha planeado bendecirte, hoy te llama a la oración. Fortalece tu comunión con
Dios y prepárate para las bendiciones del Señor. Lo mejor está por venir.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. – La oración a Dios -
Te invitamos a leer: “EL SEÑOR ES MI FORTALEZA”.
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