GÉNESIS 1 | estudio – sermón – reflexión
Dios creador. Génesis 1. |
DIOS CREADOR Y TODOPODEROSO. “En
el principio creó Dios los cielos y la tierra” Predica Génesis 1:1 El
libro de Génesis nos describe los comienzos de la creación, de la humanidad y
el inicio del pueblo hebreo. De igual manera nos relata como comienza a
desarrollarse el plan de redención de la humanidad. Es fundamental conocer nuestros orígenes, los que nuestro Dios nos revela. Veamos este interesante estudio
GÉNESIS 1 | estudio – sermón – reflexión - análisis
Los
libros del pentateuco (o cinco primeros libros de la Biblia) por lo general
llevan el nombre de la primera frase con que comienza dicho libro. En el caso
del primer libro que comienza diciendo “en el principio” se le llamó Génesis
que significa: comienzos.
Estos
eventos fueron revelados por el Espíritu Santo a Moisés quien escribía bajo la
inspiración divina, sin duda una experiencia sobrenatural y hermosa, ya que
Dios le enseñaba cosas mucho tiempo antes de que él viviera.
Estas
primeras palabras con las que comienza la Biblia nos permiten ver también a
Dios en esa continua labor de enseñanza y procurando revelar al hombre su
origen, tema que inquieta tanto al ser humano, la Biblia contiene la respuesta
a aquellas preguntas que la humanidad se ha hecho a lo largo de su existencia:
¿De
dónde vengo? ¿Para dónde voy? ¿Por qué existo?
En
primer lugar debemos considerar lo que el primer versículo nos enseña. El término
“principio” se traduce aquí de la palabra hebrea “reshít” la cual nos
habla del inicio o comienzo de un periodo determinado. Vemos entonces que esta
palabra indica el comienzo de una nueva etapa en los planes del Señor.
El tiempo
en el que nosotros nos movemos es diferente a la eternidad de Dios. La creación
dio comienzo a un nuevo periodo, y cuando tratamos de mirar más atrás, es decir
antes de Génesis 1:1, nuestra mirada se pierde, pues allí aparece la eternidad
divina, y acerca de ésta sabemos lo que el Señor por la Biblia nos revela. Entonces
la expresión “en el principio” nos habla del inicio de la existencia del nuestro
mundo y el universo, pues nuestro Dios es eterno y habita la maravillosa eternidad.
La frase
“En el principio” es una expresión que nos lleva a miles de años atrás, época o
tiempo que limita con la eternidad, pero que el Espíritu Santo nos revela y
enseña de manera sencilla y clara. Quisiéramos encontrar la respuesta a todas
nuestras inquietudes, sin embargo debemos tener presente que la Biblia es ante
todo un mensaje de salvación.
Por
eso la misma Biblia nos dice: “Y muchas otras señales (milagros) hizo también Jesús en presencia de
Sus discípulos, que no están escritas en este libro; pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es
el Cristo (el Mesías), el Hijo de Dios; y para que al creer, tengan vida en Su
nombre” Juan 20:30-31.
Génesis
1:1, nos continúa diciendo: En el principio creó Dios, las palabras creo Dios,
son muy importantes aquí, pues nos revelan la obra divina, quiero decir fue el
Señor mismo quien actuó de manera sobrenatural y poderosa, fue él quien diseñó
y constituyó el universo. Por tanto la creación es una muestra del poder de
Dios, de su amor por la humanidad y de su completa soberanía.
La palabra “creó” nos hace lleva a reflexionar en el gran poder creador de nuestro Dios. La Biblia nos enseña que él creo el universo. La acción crear es un atributo o facultad que sólo tiene Dios. Es muy importante considerar aquí en detalle varias elementos que son fundamentales:
La palabra “Crear” en Génesis 1:1 es
traducida del término hebreo “bara”, que en el texto de las Sagradas Escrituras
sólo se usa para la obra de Dios. Es una virtud o capacidad exclusivamente
divina. No hay ningún otro ser o persona que puede crear. Por eso no somos el resultado
de una evolución, sino que somos obra de las manos del Dios Creador y Todopoderoso.
El
texto en Génesis 1 nos dice también que: “creó Dios los cielos y la tierra”. Podemos
ver entonces que dice “los cielos”, es un término en plural que nos muestra que
Dios creó varios cielos y la tierra.
Si consideramos
la tierra y su diversidad, su estructura material física, su maravilloso equilibrio
natural, su interesante composición y unidad, su gran belleza, sus movimientos
perfectos y sincronizados con el resto del sistema solar (de traslación y
rotación), sus maravillas naturales y únicas, y además pensamos en todo el
universo, esto nos permite observar el gran poder de nuestro Dios, lo que nos
deja maravillados, por esa grandeza y majestad nos cuesta trabajo comprender y asimilar
las grandezas del tercer cielo.
El apóstol
Pablo en la segunda Carta a los Corintios (Capítulo doce) nos dice que él fue llevado
(arrebatado) al tercer cielo, puntualmente al paraíso (región o espacio donde pudo
escuchar palabras inefables que no puede el hombre expresar).
Las
Sagradas Escrituras nos permiten ver en parte la dinámica de vida en el tercer
cielo (nos habla del ambiente, la gran diversidad de seres angelicales, los seres
redimidos, la ciudad celestial, etc), pero desde Génesis 1:1 la historia bíblica
se enfoca en nuestro planeta, donde se desarrolla el plan de salvación y la revelación
del Señor para la humanidad.
El poder
y la gloria del Señor se hace evidente a través de toda su creación, lo vemos
también en su victoria sobre el reino de las tinieblas, pero su más grande
virtud es su amor, por eso envió a su Hijo, y por amor el Señor Jesús dio su
vida en una cruz por nuestra maldad. Gracias maravilloso Dios, por tu inmenso
amor, poder y cuidado hacia tu creación.
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
EL ESPÍRITU DE DIOS SE MOVÍA SOBRE LAS AGUAS.
Según Génesis 1 la tierra estaba desordenada
y vacía. Ante toda ésta circunstancia el Señor empieza a reacomodar y preparar
el espacio para el ser humano. En el Nuevo Testamento el Señor Jesús dijo: “Yo
soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá
la luz de la vida” Juan 8:12. Entonces podemos pensar en que esa primera luz
que resplandeció fue la de nuestro Señor Jesucristo.
Es muy interesante ver
que aunque la tierra se encontraba en un estado de caos y tinieblas, el Señor
empezó a transformar la situación, así es nuestro buen Dios, él transforma las
cosas y vuelve a traer orden a cada una de nuestras vidas.
La
Biblia nos enseña que el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas: “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre
la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz” Génesis 1:2-3.
Debemos considerar en
primer lugar la condición de nuestro planeta a la luz del texto de hoy. Nos
dice la Escritura que la tierra estaba: “desordenada y vacía” estos términos desde
el idioma hebreo también significan: “desolada y sin orden”.
En otras versiones bíblicas
encontramos por ejemplo: N.V.I. “la tierra era un caos total, las tinieblas
cubrían el abismo” y la versión D.H.H. “la tierra no tenía entonces ninguna
forma, todo era un mar profundo cubierto de oscuridad”.
Todo esto nos permite
ver a una tierra en desorden o ausencia de orden. También vemos desolación y soledad.
Hay tinieblas. Tengamos en cuenta que el abismo en hebreo hace referencia a la
masa de agua o aguas profundas, indica fuente de aguas subterráneas.
Como podemos ver la
imagen del planeta tierra a la luz de éstas palabras era oscura, sin árboles, revestida
de grandes masas de agua, y sin seres que la habiten. Algunos eruditos de la
Escritura concluyen que esta condición se originó en el “diluvio luciferino” (exponen
que esto es fue el juicio divino por la rebelión del diablo y sus ángeles,
cuando fueron expulsados del cielo), lo que provocó el desorden y caos en la
tierra que el Señor había creado.
Dios es restaurador por excelencia.
Dios es restaurador por excelencia.
Por eso vemos que en medio de todo este caos el Señor restauró el orden y bendición para la humanidad.
Sin identificar con claridad el origen de
la condición del planeta tierra según el versículo dos (la rebelde obra del diablo o una fase de la
creación divina), podemos ver como en éste panorama el Señor empieza a actuar para
establecer su diseño, orden, su voluntad y naturaleza, todo esto dirigido a la restauración y preparación
del ambiente donde será creado y establecido el ser humano.
Debemos tener presente los componentes que participan en la restauración en la tierra que la Biblia nos revela,
pues Dios no cambia y esto es muy importante, él sigue siendo el mismo:
El
Espíritu Santo de Dios, Génesis 1:2b (la expresión se “Se
movía” es traducida del hebreo "rakjaf" que además significa: empollar, revolotear, moverse. Entonces esto implica la obra de un ave cuando envuelve o cubre y calienta los huevos de sus futuros hijos. Esto nos habla de la poderosa obra del Espíritu Santo de Dios acondicionando el escenario y organizando el ambiente de la futura acción del Señor.
Todo esto nos recuerda que también el
Espíritu Santo de Dios vino sobre María nueve meses antes de nacer Jesús de Nazaret, y también nos recuerda como vino
sobre cada uno de nosotros para nacer de nuevo en Jesucristo. Así concluimos que es el Espíritu de
Vida para la gloria de Dios).
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
La poderosa
Palabra de Dios, Génesis 1:3a “Y dijo Dios”, las
Sagradas Escrituras nos enseñan que la palabra del Señor es viva y eficaz; también
nos dice que somos renacidos por la palabra del Señor que vive y permanece por
todos los siglos; es una palabra que da vida; es nuestro alimento, es decir nutre
nuestra vida espiritual.
Es muy interesante ver que cuando el profeta Ezequiel observa
el valle de los huesos secos, el Señor le dijo: “profetiza y di: Huesos secos,
oíd palabra de Jehová, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo hago entrar
espíritu en vosotros, y viviréis”. Es una maravilla ver la obra poderosa y
eterna que en conjunto desarrollan el Espíritu Santo y la Palabra del Señor.
La palabra
de Dios corrige e ilumina nuestras decisiones, es aquella que nos alimenta y
edifica; por tanto debemos bendecir y amar esa maravillosa palabra. Por eso vemos
también que el salmista dijo: “Lámpara es a mis pies su palabra, y lumbrera a
mi camino”, es la palabra de Dios la que nos lleva a tomar decisiones correctas.
La resplandeciente
luz de Dios, Génesis 1:3b “sea la luz, y fue la
luz”. Es la primera luz sobre la faz de tierra, ya que la luz de las estrellas
y del mismo sol, viene a aparecer en el cuarto día de la creación, según
Génesis 1:14-19.
La luz del Señor difiere de la luz del sol o de las estrellas,
también es diferente a la artificial o a la demoníaca, ya que ésta luz de Dios no
sólo ilumina, también resplandece haciendo que las tinieblas retrocedan, además
no solo permite ver, también trae revelación, luz para discernir, es decir nos permite
comprender las grandes verdades de Dios.
Es el Señor quien trae
orden de verdad a cada vida, es él quien realmente restaura y trae Su luz, la
cual nos ayuda a comprender sus designios y caminos, y nos da la capacidad para
observar y alcanzar lo que él ha diseñado para cada uno de sus hijos.
En respuesta
a la palabra que Dios pronunció aparece la luz, ésta es la luz de Dios mismo la
que resplandece. El Señor Jesús dijo: “yo soy la luz del mundo”, es Su luz la
que necesitamos cada día de nuestra vida, ante ésta luz las tinieblas son
esparcidas, los poderes demoníacos retroceden, es ésta luz la que saca a los
prisioneros de los oscuros calabozos de la aflicción y la muerte, es la luz que
brilló para salvación de los hombres.
Debemos considerar aquí la pre-existencia de Jesucristo:
a) Definición de la
pre-existencia:
Existencia anterior.
Existencia real antes de
la manifestación visible.
Teológicamente: Tiempo
anterior a la encarnación del Verbo, Juan 1:1-3.
“En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el
Verbo era Dios. Él estaba en el principio con Dios. Todas las cosas
fueron hechas por medio de Él, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”.
Comentario: Hablamos entonces antes de Belén, antes de la
creación de los cielos y la tierra, nos referimos a la eternidad de Dios. Pero
¿Que es la eternidad divina? Desde el idioma hebreo el término usado es “olám”
que además significa: tiempo muy lejano, perpetuidad, para siempre, tiempo más
remoto o más distante, por ejemplo en 1 Crónicas 16:36 “Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, desde la eternidad hasta la
eternidad. Entonces todo
el pueblo dijo: Amén; y alabó al SEÑOR”.
Entonces esto nos habla entonces
de las edades antes de la creación, mucho antes más allá de lo que nuestra
mente puede comprender. Por eso en Génesis
1:1, el término “principio” del hebreo “Reshí” que traduce: comienzo, primero;
refiere el comienzo de un período indeterminado, representa un punto de inicio,
en éste caso de la creación.
b) El fundamento
bíblico: Juan 1:15, 1 Pedro 1:19-20, Filipenses 2:6-7, Juan 6:38, 17:5, Miqueas
5:1-2.
Comentario: Estas citas nos enseñan claramente la
pre-existencia y condición del Señor Jesús antes de todas las cosas. Los
Testigos de Jehová enseñan que Cristo es el arcángel miguel, pero debemos tener
claro que todos los ángeles son criaturas, limitados, y sometidos al Señor,
Jesucristo es Dios Creador, juntamente con el Padre y con el Espíritu de Dios.
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
Una vez más el Señor nos recuerda que somos de él por cuanto nos creó y
nos salvó. Con su gran amor y poder, no sólo nos cuida, sino que cada día con
su mano poderosa nos da la forma que él quiere de acuerdo a su plan o
propósito. Por toda esa cuidadosa y paciente labor debemos cuidarnos de no
olvidar todos sus beneficios.
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
Definiendo los términos: creación y formación.
Isaías
43:1
“Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh
Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú”.
Comentario: El Profeta Isaías nos enseña el uso de las
dos palabras: creación, traducción de la palabra hebrea “bara” y es
un verbo que expresa creación de la nada y en las Sagradas Escrituras se
usa sólo para el Señor; y formación, traducción del término hebreo
“yatsár” y significa además moldear, Yatsar es un término técnico de
alfarería y se usa a menudo en relación con la labor del alfarero.
El
vocablo se usa a veces con el significado general de «artesanía o manualidad»,
incluyendo molduras, tallados, esculturas y fundición, hablamos de un proceso
sistemático que concluye en un resultado diseñado de antemano por el
alfarero. Lo cual nos habla de la obra de Dios en cada uno de nosotros.
Dios
es nuestro creador y formador (es decir él nos hace y nos
moldea…). Isaías 44:21.
“Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel, porque mi
siervo eres. Yo te formé, siervo mío eres tú; Israel, no me olvides”.
Conclusión:
Somos una obra de las manos de Dios. El Señor con su poder y grandeza nos hizo
a su imagen y semejanza, desea compartir su amor y grandeza con todos sus hijos.
Escrito por Pastor Gonzalo
Sanabria. Génesis 1.
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Introducción: El Señor es perfecto, y sus diseños son una maravilla, pensemos por Ejemplo: el Sol, que es una inmensa estrella, genera vida, luz, calor, pero consideremos también las células y la vida microscópica… Dios diseñó el matrimonio, diseñó el hogar ¿cómo hacer que funcione? El Señor a través de Su palabra nos lo enseña.
El rol y los privilegios del varón:
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Introd.
Una historia enseña que vivían dos ranas en un hermoso pantano, pero un día llegó
el verano y se secó, por lo cual lo abandonaron para buscar otro con agua.
Hallaron entonces en su camino un profundo pozo, y al verlo dijo una rana a la
otra: “Amiga, bajemos las dos a este pozo”. La compañera le dijo: “y si también
se secara el agua de este pozo ¿Cómo crees que subiremos entonces?” y por
eso no descendieron…
Es muy
importante pensar bien las cosas que vamos a hacer, ser prudentes y seguir
siempre el consejo del Señor, pues no debemos poner en riesgo nuestra familia,
o nuestro futuro. Ten presente las decisiones de hoy, son la base de nuestra
vida y bienestar mañana.
Dios
delegó la administración de la tierra al hombre.
El Señor quiere
gobernar a través del hombre, Génesis 1:26-28.
“Y dijo Dios: Hagamos
al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio
sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre
toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra. Creó, pues, Dios al hombre a imagen
suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo
Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla;
ejerced dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo
ser viviente que se mueve sobre la tierra.”
Comentario:
El primer
oficio que el Señor le asigna al hombre es gobernar, administrar, dirigir la
tierra, la creación. Es muy interesante que Dios haga al hombre a su imagen y
semejanza, e inmediatamente le encomienda la administración de su creación ¿por
qué? porque una faceta de parecerse a Dios es administrar, pues nuestro Padre
gobierna todo la creación.
Mediante
una correcta administración glorificamos a Dios.
En el
Edén, Adán y Eva administraron mal lo que el Señor les había entregado ¿por
qué? Por varias razones:
a) Menospreciaron
las instrucciones divinas,
b) Dieron
a sus deseos personales la prioridad,
c) No consideraron
lo suficiente las consecuencias (perdieron la gloria de Dios, fueron expulsados
del huerto, vino la muerte, perdieron la autoridad que se les había delegado,
perdieron los privilegios del huerto, etc).
Dios necesita
la fidelidad en el administrador, 1 Corintios 4:1-2
“Que todo hombre nos considere de esta manera:
como servidores de Cristo y administradores de los misterios de
Dios. Ahora bien, además se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel”
La correcta
administración comienza en el hogar. La palabra administrador es traducida del
griego “oikonomos” que
significa además: administrador de una casa, mayordomo, distribuidor de la
casa. La primera responsabilidad es administrar bien la casa, porque “en casa comienza
todo”, por ejemplo en casa los niños judíos eran educados en la ley de Dios, en
casa se administra la relación de esposos, en casa se construye y ejecuta el
presupuesto para la familia.
Es muy
interesante ver que la palabra “fiel” del griego “pistos” traduce además: digno
de plena confianza, verdadero, seguro, honrado, fiable. Dios requiere que sus
administradores sean dignos de su confianza, verdaderos, honestos, lamentablemente
muchos creyentes hacen su propia voluntad con lo que Dios les ha confiado, y
esto les ha impedido recibir del Señor cosas mayores, privilegios mayores, pues
no son fiables a los ojos de Dios.
En Judas
Iscariote vemos un claro ejemplo (de un infiel) y concluimos que una cosa es
seguir a Jesús, otra muy diferente es ser digno de su confianza.
Dios es un Dios de orden.
Podemos
reflexionar aquí en Daniel el profeta un hombre siempre bendecido por Dios,
pues los reyes de su tiempo lo ponían en lugares de honor, en altas posiciones para
administrar, tenía la gracia del Señor y él la sabía administrar muy bien, y vemos
también que era un hombre ordenado en su vida espiritual, en su estudio bíblico
y secular, en la administración que le encomendaban. No es suficiente con
recibir privilegios y cosas, es necesario gobernarlas bien.
Dios es
el dueño de todo, nosotros somos sus mayordomos o administradores, Salmo 24:1 “Del SEÑOR es la tierra y todo lo que hay en ella; el mundo
y los que en él habitan”.
Debemos
evitar las malas actitudes y acciones.
Cuidado
con el mal uso de los recursos. Un ejemplo de esto, podemos verlo cuando el Señor Jesús
mandó a sus discípulos a que recogieran lo que había sobrado de la
multiplicación de los panes y los peces. Esto nos enseña que no debemos desperdiciar,
ahorrar es parte de la buena administración.
Evitemos
la incorrecta apropiación de los recursos. Recordemos por ejemplo que Acán tomó
un lingote de oro, vestidos, un manto, aunque el Señor había dicho que eso era
anatema. Giezi, siervo de Eliseo, tomó a escondidas lo que el profeta por
dirección de Dios había rechazado. El Señor nos quiere bendecir, pero a su manera.
Cuídate
de: Robar. Comprar cosas robadas. Engañar en los negocios. Sobornar. La
ilegalidad. Las deudas.
No culpes
a otros de tu administración. Lo que es mal administrado se pierde. La mala
administración es personal, pero no privada, pues al final los otros se
enteran.
Conclusión: El Señor quiere
bendecir tu vida, pero no es suficiente con asistir a la iglesia, o hacer una
oración, es necesario administrar bien sus recursos y procurar honrar Su nombre
con nuestras buenas decisiones, y sí hemos fallado, entonces corregir nuestras
malas acciones y poner en práctica el consejo de Dios.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. Génesis 1.
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
Introducción: El Señor es perfecto, y sus diseños son una maravilla, pensemos por Ejemplo: el Sol, que es una inmensa estrella, genera vida, luz, calor, pero consideremos también las células y la vida microscópica… Dios diseñó el matrimonio, diseñó el hogar ¿cómo hacer que funcione? El Señor a través de Su palabra nos lo enseña.
Varón y hembra los
creo Dios.
“Y dijo Dios: Hagamos al
hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre
los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la
tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra. Creó, pues,
Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó. Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad
la tierra y sojuzgadla; ejerced dominio sobre los peces del mar, sobre las aves
del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra”.
Es muy
interesante ver por ejemplo que según Génesis 1, cuando Dios crea al hombre y a
la mujer lo primero que hace es bendecirlos, por tanto el ser humano es
receptor de las bendiciones del Señor.
Les
encomienda llevar fruto y administrar, por diseño divino el hombre tiene la capacidad
de fructificar, y su fruto genera vida. Está equipado por Dios para administrar
todo lo de él, el Señor planeó entonces gobernar la tierra a través del hombre.
Es también muy importante ver el valor que para Dios tiene el matrimonio desde
el principio.
El rol y los privilegios del varón:
El varón debe amar a su esposa,
Efesios 5:25,28.
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como
Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella… Así también deben amar
los maridos a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a
sí mismo se ama”.
El amor debe expresarse, el
Señor lo expresó enviando a su hijo. Por eso vemos diferentes fases del amor:
El amor verbal: palabras de
valoración y reconocimiento, 1 Pedro 3:7 “Y vosotros,
maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva con vuestras mujeres, como con un vaso más frágil, puesto
que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que
vuestras oraciones no sean estorbadas”
El amor emocional, esto es apoyo,
compañía. En circunstancias como el embarazo, crisis personales, proyectos
individuales, anhelo de servir a Dios, etc.
El amor físico: abrazos,
caricias, besos, entre otros.
El varón tiene la
responsabilidad de guiar la familia, Efesios 5:23.
“Porque el marido es
cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo El mismo el Salvador del cuerpo”
Podemos pensar en algunos ejemplos
de la Escritura: Los patriarcas: Noé, Abraham, Jacob, fueron además hombres de
altar. Tiene la responsabilidad de tomar decisiones (cabeza), el consejo de la
mujer es muy importante. El esposo debe inspirar a los hijos, y a su esposa,
como Cristo inspira a la iglesia (es decir su familia lo ve orar, leer la
Biblia, sirve a Dios, es generoso, etc).
El hombre es proveedor y
protector del hogar, Efesios 5:29.
“Porque nadie
aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como
también Cristo a la iglesia”
La
frase “la sustenta y la cuida”, significa que como Cristo cuida su iglesia, él espera que cuidemos
nuestras esposas, entonces hablamos de Provisión espiritual (intercesión por la
familia, dirección, consejo). Provisión emocional: consolar, animar,
fortalecer, tiempos de recreación y descanso. Dios estableció un día de
descanso, esto es muy importante. Provisión material: un buen proveedor es un
hombre trabajador, diligente, esforzado, no perezoso.
Por diseño divino la mujer
necesita seguridad y protección, cuando el varón no provee para la casa, puede
aparecer la frustración en ella y choques, porque ella necesita un ambiente de
seguridad y confianza.
El rol y los privilegios de la esposa:
La mujer debe ser la ayuda
idónea de su marido, Génesis 2:18 “Y el
SEÑOR Dios dijo: No es bueno que
el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea”
¿Qué significa la expresión “ayuda
idónea”? Ayuda es traducida del hebreo “Ezer” que además significa: Cercar, rodear, asistir,
auxiliar en momentos de crisis y dificultad, éste término se usa también en la
Biblia cuando se desea la “ayuda” del Señor, mientras que la palabra idónea se
traduce en diferentes versiones como: adecuada, complemento, semejante a él.
Por todo esto: No murmures contra tu esposo. No hieras su corazón con el menosprecio y
frases inadecuadas. La mujer sabia edifica, no destruye… destruir es obra de la
mujer necia. La mujer sabia anima y apoya a su esposo.
La mujer le debe sujeción a su
marido, Efesios 5:22-24.
“Las mujeres estén sometidas a sus propios
maridos como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como
Cristo es cabeza de la iglesia, siendo El
mismo el Salvador del cuerpo. Pero así como la iglesia está sujeta a
Cristo, también las mujeres deben
estarlo a sus maridos en todo.”
Pero ¿Qué es sujeción? El
término griego usado es “jupotasso” que traduce obediencia, sometimiento. La
sujeción no significa inferioridad (Por ejemplo el Señor Jesús se sometió a la
voluntad del Padre; también lavó los pies de sus discípulos y esto no lo hizo inferior,
por el contrario lo engrandeció.
Somos iguales en esencia
(hijos de Dios), pero diferentes en función (como el cuerpo nuestro). ¿Por qué
es difícil someterse?
§ Por traumas del pasado relacionados con la figura de autoridad…
§ Por el modelo del seno familiar donde crecemos…
§ Por un temperamento no sometido a Dios…
§ Por el orgullo del corazón… (“rebelión pasiva”)…
Además ¿Cuál es la actitud ante los
esposos que no conocen a Cristo? 1 Pedro 3:1-2, 6 “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros
maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a
la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus
mujeres al observar vuestra conducta casta y respetuosa… Así obedeció Sara
a Abraham, llamándolo señor, y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si
hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor”.
La esposa debe respetar a su esposo,
Efesios 5:33.
“En todo caso, cada uno de vosotros ame
también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.”
Respetar es darle el lugar que
le corresponde. Veamos algunos ejemplos: Respetar es no callarlo ni
avergonzarlo, menos en público. Respetar es no sermonearlo durante todo el día…
ni darle órdenes como si fuera un muchacho. Respetar es no desautorizarlo… (no
expongan sus diferencias delante de sus hijos). Respetar es procurar que él
tome la decisión final.
En el hogar es fundamental el
dialogo, tratar aún las cosas pequeñas, el mutuo perdón y con la ayuda de Dios
convivir con gozo, tu pareja es un don de Dios.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. Génesis 1.
Te invitamos a leer: “ISRAEL ATRAVIESA EL DESIERTO HACIA CANAÁN”.
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