COMO SER LIBRE DE COMPLEJOS

Introducción: Sin duda, hay una serie de experiencias del pasado que afectan o alteran nuestra vida presente, y empañan la visión del futuro. Muchas de nuestras actitudes hoy son el resultado de un acontecimiento ayer. 

No importa cuán difícil o doloroso haya sido nuestro pasado Dios es quien libera y transforma nuestra vida. El Señor nos hace libres de complejos…  

    

¿ CÓMO SER LIBRE DE COMPLEJOS ?  

I. DEFINICIÓN DE COMPLEJO:

A. Conjunto de ideas y emociones reprimidas, asociadas a experiencias dolorosas que perturban el comportamiento.      

B. Conjunto de sentimientos inconscientes adquiridos por experiencias pasadas que influyen en la personalidad.    

Nota: Un complejo es una perturbación en el comportamiento por causa de una experiencia traumática en el pasado. Por ejemplo 2 Samuel 4:4 (Mefi-boset, que significa: de mi boca sale reproche; el que difunde o esparce vergüenza. Él quedó cojo cuando cayó de las manos de la nodriza en medio de la huida). 
    

II. ORIGEN Y CONSECUENCIAS DE LOS COMPLEJOS EN LA VIDA:   

A. Los complejos inician su desarrollo en la infancia.

Nota: Sicológicamente se han dado diferentes nombres a diversos tipos de complejo, por ejemplo el complejo de pulgarcito, el de Caín, complejo de Brumel (excesiva elegancia), complejo de superioridad o el de inferioridad, etc. 

B. El complejo de inferioridad generalmente aparece en la adolescencia.

Nota: La causa más probable es una educación demasiado rígida, o demasiado laxa. Las consecuencias son:

1)  Sensación de fracaso e inseguridad.

2)  Menosprecio por sí mismo.

3)  Comportamiento tímido.

4)  Gran agresividad.

Consideremos un par de ejemplos según la Biblia:

El rey Saúl: su nombre Saúl significa “deseado” (personas deseadas por su talento o virtud, y por tanto viven de la aprobación de los demás). Por miedo se escondió cuando iban a nombrarlo rey; cuando tuvo autoridad lastimaba a los más pequeños por miedo a que le quitaran el reino; por miedo evadió la responsabilidad de enfrentar a Goliat; desobedece a Dios por miedo a perder el reino y finalmente el Espíritu Santo se aparta de él y se suicida.  

         

Moisés: Su nombre significa “salvado de las aguas” (figura de personas en cuya gestación y nacimiento hubo dificultades). Nace en un ambiente de miedo e incertidumbre. A los cuarenta años vuelve a experimentarla misma situación (ante la cual huye). 

Cuando Dios lo llama tiene miedo de hablar, se siente inútil e incapaz. Los complejos estorban, estancan, y aún pueden hacer fracasar el plan divino: Éxodo 3:10-11, 4:1, 10 y 13.

III. JESÚS VENCIÓ Y ES NUESTRO SANADOR:  

A. La gestación y el nacimiento de Jesús no fueron fáciles.     

Nota: El embarazo en comienzo fue rechazado por José, luego hacen un largo viaje para el censo, Jesús nace en un pesebre, sus padres José y María eran de escasos recursos, luego huyen a Egipto por la persecución de Herodes (que con Faraón en tiempos de Moisés, son figuras del diablo que procura destruir la simiente de Dios).        

B. Jesús venció el rechazo.

Nota 1: Jesús fue rechazado por su familia (lo creyeron loco) y por las autoridades religiosas, Marcos 3:21-22. Pero Jesús tenía un claro concepto de identidad (fortalecido en la relación con su Padre celestial), recordemos que el Padre daba testimonio de su Hijo, diciendo “éste es mi Hijo amado” 

Jesús no sólo tenía claro que era Hijo de Dios, sino que era amado por su Padre celestial, y que estaba en la tierra con un gran propósito, Lucas 2:49. El Padre celestial le dio un nombre sobre todo nombre, Dios restaura lo dañado y nos hace libres de complejos. 

Nota 2: Debemos tener en cuenta varias cosas para vencer los complejos:

1) Fortalecer la comunión con Dios y mantenerla activa.

2) Procurar la llenura del Espíritu Santo.

3) Afirmar la identidad como hijos de Dios mediante el estudio, lectura y reflexión de la palabra de Dios.

4) Apropiarse de los beneficios alcanzados por Cristo en la cruz.  

Nota 3: Es fundamental acercarnos a Dios y permitir que sane nuestro corazón, 2 Samuel 9:1-10. En éste pasaje vemos cómo el Señor a través del rey David restaura la autoestima de Mefiboset, pues le devuelve sus tierras, bienes y lo invita a comer a su mesa todos los días. Dios continúa reparando el corazón herido.    

  

Conclusión: Seguramente muchas cosas han afectado nuestro corazón, permitamos a Dios restaurar todo nuestro ser. El Señor es restaurador por excelencia. En Cristo somos libres de complejos.  

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.

Te invitamos a leer: “VALOREMOS LA DISCIPLINA DE DIOS”.    

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