LA PROSPERIDAD QUE VIENE DE DIOS
Introducción:
Cuando pasamos por tiempos de escasez, podemos pensar “¿Por qué a los que no
siguen a Dios les va bien? Esto le pasó a Asaf, el salmista, y dijo “En cuanto a mí, casi se
deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos.
Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos… Hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos, están en deslizaderos, de repente en asolamientos caerán, perecerán y su apariencia será menospreciable”. Entonces Dios nos quiere bendecir en su tiempo y a su manera, pero ¿qué es prosperidad?. Veamos este importante tema
Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos… Hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos, están en deslizaderos, de repente en asolamientos caerán, perecerán y su apariencia será menospreciable”. Entonces Dios nos quiere bendecir en su tiempo y a su manera, pero ¿qué es prosperidad?. Veamos este importante tema
LA PROSPERIDAD QUE VIENE DE DIOS
I. DEFINICIÓN
DE PROSPERIDAD:
a) Del
hebreo tsalákj: triunfar, tener éxito, lograr.
b) Del
griego euodoo: ayuda en el camino, buen viaje, irle bien a uno.
Nota: La
Escritura nos enseña desde el comienzo que Dios bendijo a su nueva creación el
hombre: Génesis 1:27-28. Dios reordenó la creación para el hombre y lo primero
que declara es bendición para él. En el N.T. Dios revela la voluntad para sus
hijos: 3 Juan 2.
II. PRINCIPIOS
PARA SER PRÓSPEROS.
a) Obediencia
a Dios (Josué 1:7-8).
Nota
1:
Encontramos el secreto de la prosperidad en Josué 1 (la Palabra de Dios cuando
es meditada, reflexionada, y permitimos que ella obre en nuestro corazón,
permitimos que el Espíritu Santo ministre nuestra vida, ella genera obediencia
en nuestro corazón, y ésta obediencia produce prosperidad).
Nota 2:
La
prosperidad implica obediencia a Dios también en nuestras finanzas. Esta
obediencia debe ser por amor, por eso dice la Escritura: “no con tristeza, ni
por necesidad”. Las cosas que hacemos para Dios deben ser motivadas por el
amor, no por el miedo. Debemos ser fieles a Dios, también en nuestras finanzas,
porque lo amamos.
b) Tomar
como principio de vida el buscar a Dios (2 Crónicas 26:3-5).
Nota: El
texto nos dice: “y en estos días que
buscó a Jehová, él le prosperó”. El reinado de Uzías, fue muy prospero,
su reinado se fortaleció y creció, mientras busco a Dios. Pero al igual que
Salomón, en sus últimos días dejó de buscar al Señor, y vemos los tristes
resultados.
c)
Evita
a los enemigos de la economía:
1) La balanza falsa (La
medida reducida, la mentira, el engaño).
Nota: La
biblia nos dice: Miqueas 6:11 “¿Daré
por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas?” y Prov.
20:23 “Abominación son a Jehová las
pesas falsas, y la balanza falsa no es buena”.
2) Comprar
cosas robadas (Prov. 29:24 “Quien se
hace partícipe con un ladrón aborrece su propia alma; pues oye la maldición, mas no dice nada”).
3) No
pagar las deudas (Esto produce ataduras, pues empeñó su palabra al prestar,
adquirió un compromiso. Lo que sembremos eso cosecharemos, es decir mañana no
nos pagaran a nosotros).
4)
Mezquindad en la obra de Dios.
5) Evita
el soborno (N.V.I. 2 Crónicas 19:2 “ Por eso, teman
al Señor y tengan cuidado con lo que hacen,
porque el Señor nuestro Dios no admite la injusticia, ni la parcialidad,
ni el soborno").
6) Gastar
más de lo que te ganas (por apariencias, por sostener el estrato,
por falta de dominio propio, por no hacer y ajustarse a un presupuesto, etc).
7) Evita
los dineros manchados de sangre y/o ilegales. (Porque los tesoros
mal habidos reclaman justicia al cielo. Algunos ejemplos son Giezi y Acán).
III. EL
PROPÓSITO DE DIOS DETRÁS DE LA PROSPERIDAD:
a) Con
Israel: Éxodo 35:4-5, 21.
Nota:
Dios permitió que los egipcios le dieran a los israelitas sus tesoros, y luego
Dios solicito esto para la construcción del tabernáculo. Recordemos que antes
del tabernáculo ellos hicieron un becerro de oro… pero ahora construirían el
templo para Dios en el desierto. Las riquezas son amorales, es el corazón
humano el que decide cómo serán usadas las riquezas: para la gloria de Dios o
para la perversión.
b) Dios
quiere el bienestar de sus hijos: 1 Tim. 6:17.
Conclusión: Dios
ha diseñado bendecir a sus hijos, y éstos deben caminar en su modelo. Nuestra
prosperidad está sujeta a la prosperidad de nuestra alma: una mente renovada,
una voluntad sometida a Dios, y unas emociones rendidas al Espíritu. Antes de
llenarte de bendiciones materiales, Dios quiere que Cristo sea formado en ti. Dios
te quiere bendecir en todo.
Además de este artículo, te invitamos a
leer otros que bendecirán tu vida: Sermones escritos para predicar
Escrito
por Pastor Gonzalo Sanabria.
me parece excelente porque buscaba una guia sobre las bendiciones y prosprridad de DIOS
ResponderBorrarMuchas gracias Rubencho por tu comentario. Dios te bendiga.
BorrarGracias por esta linda reflexión, a veces nos ponemos a pensar porque la gente que está lejos de DIOS, vive mejor económicamente. Pero aquí encontré la respuesta. Bendiciones a todos.
ResponderBorrarMuchas gracias Gladys por dejarnos tu valioso comentario. Dios te bendiga y prospere en todas las cosas.
BorrarTomaré lo fundamental de este tema para aplicarlo y compartirlo en la congregación, bendiciones
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