COMO SANAR Y SUPERAR LAS HERIDAS DEL ALMA
Introducción:
Nuestra vida está llena de momentos alegres, y también contiene momentos
difíciles y dolorosos, pero con la fuerza de Dios seguimos adelante y con la
expectativa de que lo mejor está por venir. Algunas veces el dolor persiste,
pero Jesucristo sigue sanando y levantando al caído…
¿CÓMO SANAR Y SUPERAR LAS HERIDAS DEL ALMA?
Texto: Jeremías
30:17
I. Definición
y cuidados de una herida:
a) “Desgarro
de tejidos, por cusa violenta”
Nota:
Hay heridas sencillas, porque afectan superficialmente, y complicadas que afectan
tejidos y órganos profundos, cuyo daño es mucho más grande.
b)
“Lo que aflige y atormenta el ánimo”
Nota:
Aquí se hace referencia a dolores o traumas causados por otros factores, y que
lastimaron o quebrantaron el corazón o la vida de una persona... al considerar
las heridas físicas, éstas heridas requieren cuidados como:
1) Atención
médica,
2) Higiene,
3) Apartarse
de ambientes contaminantes,
4) Sugieren
dieta apropiada y tomar mucha agua.
Todas estas cosas
tienen una aplicación también espiritual, pues ante una herida debemos ir al Médico
(Jesucristo el Señor), limpiarnos de todo pecado, apartarnos de aquello que nos
afecta y tomar la decisión de buscar a Dios, fuente de la vida.
II. Las
heridas dejan marcas:
a)
Cicatrices. Nos
recuerdan el momento traumático, el dolor y la recuperación, algunas veces las
cicatrices quedan mucho más sensibles que el resto de la piel. En algunos
grupos y sectas las cicatrices son señales de pertenencia, pactos, valentía,
etc.
b)
Consecuencias orgánicas. Secuelas
o resultados de la herida que producen mal funcionamiento del órgano(s) afectado(s).
c) Posibles infecciones (Una
herida no tratada, no sanada, se convierte en fuente de infecciones y
enfermedades más graves, es lo que sucede cuando no perdonamos de corazón… o no
buscamos la sanidad de Dios).
d)
Cuidado con las heridas del
corazón (Recordemos por ejemplo el caso de Absalón. Cuando
su hno Amnón violo a su hna Tamar, él se llenó de ira, y guardó en su corazón
la venganza, y tiempo después mató a su hno.
Pero, esto fue más allá, pues luego se rebeló contra su padre el rey David, quitándole el trono, murió siendo joven, colgado de una encina y traspasado su corazón en medio de la batalla).
Pero, esto fue más allá, pues luego se rebeló contra su padre el rey David, quitándole el trono, murió siendo joven, colgado de una encina y traspasado su corazón en medio de la batalla).
III. El
perdón sana y convierte las heridas en señales de victoria, 1 Pedro 3:8-9.
a) Jesucristo
es nuestro sanador, 1 Pedro 2:24.
Nota:
Cristo fue herido físicamente a lo sumo, y
experimento el rechazo, la traición, el menosprecio, etc, pero no permitió que
la amargura o resentimiento, se tomaran su corazón. Estando en la cruz dijo: “Perdónalos,
porque no saben lo que hacen”. Enseñándonos que la mejor arma para sanar el
corazón es el perdón.
b) Cuando
Cristo nos sana, las heridas se convierten en señales de victoria.
Nota:
Juan 20:24-29. Jesús ha experimentado el
dolor de las heridas, y aun la muerte, pero ha resucitado, sus heridas son
transformadas en señales de vida, por el poder de la resurrección (resucitar
significa levantarse), son señales de vida, de fe, de restauración de Dios,
señales donde Cristo dice: “es posible levantarse, yo lo hice, tú también
puedes, pues yo vivo en ti”.
Conclusión:
No hay nada difícil para Dios, debemos acercarnos a él confiadamente, con su
ayuda venceremos… Su presencia lo transforma todo, permitamos a Jesús tocar y
transformar nuestro corazón, o restaurar lo que ha sido dañado.
(Escrito por Pastor Gonzalo
Sanabria)
Muy bonito devocional. Dios lo siga usando.
ResponderBorrarMuchas gracias Eliana por tus palabras. Dios bendiga tu vida y familia.
BorrarMuy bonito su mensaje pastor Dios le continúe usando en esos lindos consejos para una mejor consagración a Dios
ResponderBorrarDios bendiga tu vida y toda tu familia. Muchas gracias por dejarnos tu valioso comentario.
Borrar