ADORACIÓN A DIOS

Introducción: Nosotros hacemos muchas cosas, pero debemos preguntarnos ¿Cuántas de ellas realmente agradan a Dios? ¿Cómo hacer las cosas de manera que agraden a Dios? Fácilmente podemos hallarnos haciendo cosas por rutina o porque la mayoría lo hacen, sin embargo debemos hacer las cosas de acuerdo al modelo y dirección del Señor, pues es esto lo que tiene impacto real y glorifica a Dios…        

ADORACIÓN A DIOS (Lucas 7:36-50)

I. ES SENCILLA Y HUMILDE

a) El fariseo no recibió a Jesús como era digno.

Nota: Los pies de los invitados al banquete eran lavados, el beso era el saludo de cortesía, tampoco ungió su cabeza con aceite. Simón no tenía la revelación de quien era Jesús, por eso la revelación determina nuestra adoración. Su orgullo religioso sólo le permitía ver a un experto maestro de la ley.  

     

b) El orgullo nos hace ciegos espirituales.

Nota: Observemos las acciones del fariseo y de la mujer pecadora:

1. El fariseo: la hipocresía (como buen fariseo); condena lo que Jesús hace (recibir adoración de ella); cuestiona el ministerio de Jesús (“si éste fuera profeta conocería quien es esa mujer); menosprecia y desaprueba el acto de adoración de la mujer y su presencia allí.

2. La mujer pecadora: Lucas 7:44-46. Lloraba a los pies de Jesús, con sus cabellos los limpiaba, y con su perfume los ungía (precisamente lo que no hizo Simón, ella lo hizo con sencillez, sin pompa religiosa, ella reconoce que necesita a Dios, de hecho cuando se enteró de que Jesús estaba en esa casa allí fue. La adoración a Dios requiere un corazón humilde y sencillo.   

II. LA ADORACIÓN A DIOS ENFRENTA Y SUPERA LOS OBSTÁCULOS.    

a) La mujer tuvo que derribar barreras de oposición.  

Nota: Era una mujer pecadora (ante Dios, ante una sociedad religiosa que la rechaza e ignora), ingresa en casa de un fariseo (ella sabe que sería criticada, y condenada), no había sido invitada al banquete, y superó sus propios sentimientos de culpa. 

b) La mujer pagó un alto costo por su adoración.

Nota: Ella “trajo un frasco de alabastro con perfume”, el alabastro es una Piedra lisa, blanda y traslúcida; en Egipto es un carbonato 32 de calcio, y en Palestina es un sulfato de calcio. Las vasijas de Alabastro se usaban particularmente para guardar perfumes, su costo era alto, pues se consideraba una piedra semipreciosa. Su contenido también era costoso. David lo dijo: “No ofreceré a Dios sacrificio que no me cueste nada”. La adoración a Dios es única y especial.

III. LA ADORACIÓN A DIOS GENERA PROTECCIÓN Y BENDICIÓN.   

a) El fariseo condenó a la mujer, Jesús la perdono (Lc. 7:47).  

Nota: Simón no era el único que la condenaba, los otros fariseos también. Pero, Jesús la defiende, la justifica, la perdona. Adora a Dios, y él peleará por ti. El grado de revelación de tu perdón, determina tu nivel de adoración a Dios. 

b) Hay una gran diferencia entre el conocimiento de la adoración y vivirla.    

Nota: Simón recibe una enseñanza sobre como adorar a Dios, pero la mujer es bendecida por hacerlo (Lc. 7:48). Jesús habló al corazón de la mujer pecadora, le habló puntualmente sobre lo que a ella la afligía, le dijo: “Tus pecados te son perdonados”. Ella adoró a Jesús con una inmensa carga en sus hombros, fue a él porque lo necesitaba, y salió libre. La adoración a Dios libera.    

c) Jesús la exaltó ante los hombres (Lc. 7:49-50).

Nota: Jesús la puso como ejemplo de verdadera adoración, salió con salvación y la paz de Dios en su corazón, entró en la presencia de Dios una mujer pecadora y salió una mujer justificada, aceptada y exaltada, porque la exaltación es el resultado de la humillación.   

Conclusión: Jacob tuvo un encuentro con Dios, y pasó de ser un engañador a ser un príncipe; Pablo tuvo un encuentro con Dios y pasó de ser un perseguidor a ser un predicador y apóstol de Jesucristo; Isaías tuvo un encuentro con Dios y fueron purificados sus labios y se convierte en un poderoso profeta del Señor. La adoración a Dios inevitablemente nos transforma.   

(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)

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