REGOCÍJATE PORQUE TU NOMBRE ESTÁ ESCRITO EN LOS CIELOS
Introducción: Hay grandes riquezas y poderosos privilegios en la
tierra, pero ninguno es mayor al honor de ser hijo de Dios. Muchos procuran
ganarse la lotería o esperan un gran golpe de suerte, pero el tesoro más grande
que el ser humano puede hallar es encontrarse con Jesucristo y seguirlo…
REGOCÍJATE PORQUE TU
NOMBRE ESTÁ ESCRITO EN LOS CIELOS
“He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre
toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los
espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos
en los cielos” Lucas 10:19-20.
Jesús ha formado otro grupo de setenta discípulos y los ha enviado de
dos en dos a toda ciudad, delegó en ellos poder y autoridad para sanar enfermos
y liberar endemoniados y regresan al Señor con un gozo inmenso pues los
demonios se les sujetaban. Es normal cuando el poder de Dios fluye a través de
nuestra vida sentir alegría al ser usados por el Señor.
Jesús les recuerda el poder que ha delegado en ellos para vencer
serpientes y escorpiones (que representan a los demonios) y sobre toda fuerza
del enemigo ¿Por qué el Señor les recuerda esto? Porque además de echar fuera
demonios en su ministerio enfrentarían poderes de las tinieblas que procurarían
impedir el avance del reino de Dios en la tierra, por eso les dice: No importa
que poder o fuerza del enemigo se levante, el poder de Dios en ellos estará
sobre toda fuerza del enemigo.
“Nada os dañará” como sucedió con Israel ante los gigantes de Canaán,
quizá los discípulos sentirían temor, pero Jesús les asegura que nada los
dañará. Podrían avanzar y continuar llevando el evangelio del reino, pues Dios
mismo sería su escudo y protección. Cuando el Señor te llama y te envía,
también asegura tu protección y provisión.
Sin embargo el Señor Jesús le da a sus discípulos una enseñanza
superior y fundamental para la vida cristiana y para el servicio a Dios: “No os
regocijéis de que los espíritus se os sujeten, sino regocijaos de que vuestros
nombres están escritos en los cielos. Ellos estaban gozosos al ver el poder de
Dios sobre los demonios, pero el Señor les enseña que el verdadero gozo debe
ser el tener la certeza de su salvación y de la vida eterna.
Gracias a Dios por las sanidades, por las liberaciones y por los
milagros, pero lo más grande es nuestra salvación. Lo más importante es nacer
de nuevo, la verdadera y más grande razón de nuestro gozo es habernos
encontrado con Jesucristo y entregarle nuestra vida. Todas las riquezas del
planeta y los más grandes honores que el mundo pueda ofrecer nunca serán
comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
Reflexión final: Para Dios lo más
valioso e importante es la salvación del ser humano, por eso envió a su Hijo.
No hay nada de mayor valor que la salvación por eso dice la Escritura que
“fuimos comprados no con oro ni con plata, sino con la sangre preciosa de
Jesucristo”.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer: “UN NUEVO TIEMPO EN DIOS”.
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