DIOS NUNCA LLEGA TARDE
Introducción: Por la falta de fe quisiéramos tener el control de todo, incluso del tiempo.
Jesús resucito a Lázaro, aunque tenía cuatro días de haber muerto.
Todos pensaban que ya no había oportunidad de hacer algo, pero Dios sabe lo que hace, como y cuando lo hace. El Señor no se equivoca, él es Dios soberano y todopoderoso. Confía en él, nadie lo hace como sólo él puede hacerlo…
Todos pensaban que ya no había oportunidad de hacer algo, pero Dios sabe lo que hace, como y cuando lo hace. El Señor no se equivoca, él es Dios soberano y todopoderoso. Confía en él, nadie lo hace como sólo él puede hacerlo…
DIOS NUNCA LLEGA TARDE
I. CIRCUNSTANCIAS
“INCOMPRENSIBLES” (Juan 9:1-2).
a) La
condición del hombre: ciego de nacimiento, mendigo y despreciado.
Nota:
No conocía los colores de los paisajes, desde bebe a su adultez nunca vio algo.
El versículo 8 nos deja ver como era su vida diaria: pedía para vivir, no pudo
estudiar, no podía participar del culto judío como los demás, no trabajaba,
imagínate su vivienda y vida familiar (sí la tenía).
Su autoestima estaba por el suelo, tanto que él no pide el milagro, fue la misericordia de Jesús, él no veía pero Jesús lo vio.
Su autoestima estaba por el suelo, tanto que él no pide el milagro, fue la misericordia de Jesús, él no veía pero Jesús lo vio.
b)
Preguntas equivocadas.
Nota: Para la mentalidad judía su
ceguera se debía a un pecado oculto de él, o una maldición por el pecado de sus
padres. Los discípulos preguntaron: “Maestro ¿quién pecó, éste o sus padres,
para que haya nacido ciego?”.
Su pregunta es “de quien es la culpa”, ante una crisis nos hacemos muchas preguntas… ¿Por qué pasa esto? ¿Quién tiene la culpa? ¿Alguien me puede explicar? ¿Cuándo comenzó esto? ¿Cómo llegue a esta condición? Etc.
Su pregunta es “de quien es la culpa”, ante una crisis nos hacemos muchas preguntas… ¿Por qué pasa esto? ¿Quién tiene la culpa? ¿Alguien me puede explicar? ¿Cuándo comenzó esto? ¿Cómo llegue a esta condición? Etc.
II. RESPUESTAS
DIVINAS, Y POR TANTO SOBERANAS.
a) Dios no
siempre responderá como yo quiero o espero, Juan 9:3a.
Nota:
No era por las razones que los discípulos pensaron, estaban equivocados. ¿Qué
pensamos y/o hacemos, cuando la crisis que vivimos, no la entendemos, ni
conocemos su origen? Queremos dar respuestas rápido, y manejar con autosuficiencia
las diferentes etapas de nuestra vida.
Nos cuesta a veces aceptar que por cuanto nuestra vida le pertenece a Dios, él y sólo él tiene la plena potestad para hacer su soberana voluntad en nosotros, sin que necesariamente nos lo explique. A nosotros nos corresponde confiar (es decir tener fe) en su amor y bondad. Dios nunca llega tarde.
Nos cuesta a veces aceptar que por cuanto nuestra vida le pertenece a Dios, él y sólo él tiene la plena potestad para hacer su soberana voluntad en nosotros, sin que necesariamente nos lo explique. A nosotros nos corresponde confiar (es decir tener fe) en su amor y bondad. Dios nunca llega tarde.
b) Dios
manifiesta su gloria de manera soberana, Juan 9:3b.
Nota: Está
situación era un diseño celestial para que el Hijo de Dios se glorificará aquí
en la tierra. Éste encuentro estaba trazado desde el cielo, y el milagro estaba
diseñado desde antes de la fundación del mundo; la versión L.B.DÍA dice: “Nació
ciego para que el poder de Dios se manifestará en él”. Dios es soberano y así
hace su obra:
1) En
su tiempo (Jn. 9:4-5). Dios nunca llega tarde.
2) A
su manera (Jn. 9:6).
3) Usando
la tierra nos recuerda que él es nuestro creador, Aquel alfarero que en Gén.
2:7, nos dice: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra,
sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente”. Por eso
sólo Dios sabe cómo restaurar nuestra vida.
III. UNA VISIÓN RESTAURADA:
a) Es
restaurada la visión de sí mismo, Jn. 9:8-9.
Nota:
La gente decía de él una y otra cosa de él
(como hoy día sucede). Pero él decía “yo soy”, “yo soy el que era ciego, yo soy
el que mendigaba, pero ahora yo soy el que veo, ya no mendigo, no soy el
rechazado, ya no me escondo, mírenme, ahora soy el que veo, porque Jesucristo
me tocó y mi vida transformó, yo soy un milagro de Dios”.
b) Es restaurada
la visión de vida, Jn. 9:10-11.
Nota:
Sus ojos estuvieron cerrados desde su
nacimiento, vivía en un mundo de tinieblas, su visión de la vida era oscura y
triste. Pero un día apareció Jesús y con un solo toque su vida transformó. Sólo
un toque de Jesús es necesario para transformar una vida y restaurar lo que ha
sido dañado.
Conclusión: No
hay nada difícil para Dios, debemos acercarnos a él confiadamente, con su ayuda
venceremos… Su presencia lo transforma todo, permitamos a Jesús tocar y
transformar nuestro corazón, o restaurar lo que ha sido dañado.
(Escrito
por Pastor Gonzalo Sanabria)
Alabado sea el altísimo gracias por su misericordia
ResponderBorrarAmén. Dios bendiga tu vida y familia.
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