COMO CRECER Y ALCANZAR MADUREZ EN DIOS
Introducción: Es natural crecer. Nuestros hijos crecen sin que hagamos algo adicional,
simplemente crecer forma parte de su diseño. No crecer es perderse las
bendiciones y privilegios preparados para aquel que ha alcanzado madurez. Aún
Jesús creció, y esto nos muestra cuán importante es el proceso de crecimiento y
alcanzar madurez en Dios, pues de lo contrario nos perdemos bendiciones. La naturaleza
misma nos enseña que a medida que crecemos, tenemos mayores responsabilidades y
privilegios; así también es con nuestro Dios, él honra a los que le honran…
¿CÓMO
CRECER Y ALCANZAR MADUREZ EN DIOS?
I. JOSÉ
LLEGÓ A SER GOBERNADOR DE EGIPTO (Génesis 41:37-43).
A) José
fue instrumento de Dios para salvación de millones de personas.
Nota: Por la voluntad del
Señor José llegó a estar a cargo de Egipto, libró al imperio de los siete años
de hambre y salvó a toda su familia y por ende a una nación: Israel. Con
sabiduría de Dios administró el grano que guardó durante los siete años de
abundancia y luego fue éste la salvación de millones de personas en Egipto y
las naciones de alrededor. José llegó a ser el Segundo en el imperio egipcio,
sólo faraón estaba por encima de él.
B) En José
vemos un ejemplo del proceso de crecimiento.
Nota 1: El principal objetivo de Dios es que Cristo sea formado en nosotros. Que cada vez más el carácter de Cristo sea el que se manifieste en nuestra vida. Que las personas vean más a Jesús que a nosotros mismos.
Nota
2: También
la Biblia nos enseña que el Señor tiene un plan específico con cada uno. Fue
Dios mismo quien preparó el escenario para José. Era necesario que José
creciera en su carácter, que alcanzará madurez para llegar al cumplimiento del
plan divino. No crecer es limitar o estancar el plan de Dios en nuestra vida.
Nota
3: No
crecer nos hacer perder las oportunidades (José tuvo una excelente oportunidad
cuando interpretó el sueño de faraón… y él estaba preparado). No crecer nos
hacer perder el derecho a enseñar. No crecer nos hace perder el derecho de
liderar. Cuando observamos la historia de la iglesia y del pueblo de Dios,
vemos que todos aquellos que han dejado una huella pagaron un precio (aún el
mismo Jesús, los apóstoles, Pablo, etc).
II. EL
PROCESO DEL CRECIMIENTO:
A) Es vital aceptar y
creer que se puede crecer.
Nota: En la vida de José
podemos varias cosas fundamentales en el proceso de crecimiento:
1) No
importa el lugar ni la condición, es posible crecer (José maduró como esclavo
de Potifar, y como preso en la cárcel).
2) José
el hijo predilecto fue sacado de su lugar de comodidad o confort.
3) José se adaptó a las circunstancias, no se quejó, ni murmuró, ni se enojó.
3) José se adaptó a las circunstancias, no se quejó, ni murmuró, ni se enojó.
B) Aceptar
que se requiere tiempo.
Nota: José pasa por un
proceso de trece años (ahora tiene
treinta y cuando salió de la casa de su padre Jacob tenía diecisiete). Moisés
vivió cuarenta años sirviéndole a
Jetro y a los ochenta años de edad fue llamado por Dios desde una zarza
ardiendo. Jacob pasó veintiún años
sirviéndole a Labán, un suegro engañador y explotador. Nadie crece de la noche
a la mañana. Los grandes y resistentes árboles que sobresalen por su altura en
las selvas son el resultado de muchos años de crecimiento y han vencido muchos
obstáculos para llegar allí. Las grandes raíces no sólo garantizan grandes
árboles, son garantía también de la fuerza ante las tempestades y tormentas. Es vital crecer y alcanzar madurez en Dios.
C) Es
necesario tener presente situaciones dolorosas en el camino.
Nota: José a través del
dolor aprendió profundas lecciones para la vida. Algunas por ejemplo son:
1) De
su padre aprendió a no tener preferencias.
2) De
sus hermanos aprendió las dolorosas consecuencias de la envidia.
3) En
casa de Potifar aprendió los fundamentos de la buena administración.
4) Mediante
la esposa de Potifar se fortaleció en santidad.
5) Del
copero aprendió a ayudar a otros desinteresadamente.
6) De las injusticias de otros con él, aprendió a confiar en Dios.
6) De las injusticias de otros con él, aprendió a confiar en Dios.
7) En
la soledad creció en la comunión con Dios.
Todas
estas situaciones lo prepararon para gobernar Egipto y administrar
correctamente los tesoros y patrimonio del reino.
D) Reconoce
y acepta que Dios nunca te desamparará: Gén. 39:1-3, 20-23.
Nota: En el proceso Dios
nunca nos abandona. El hecho de que personas lo olvidaron (aún la familia, como
le sucedió a José), o tal vez no le tuvieron en cuenta (por ejemplo Potifar
dejo en la cárcel a José y nunca más se acordó de él), a pesar de todo, esto no
significa que Dios lo había abandonado. Porque el Señor de abandona Sus planes.
El Padre celestial no desecha a Sus hijos. Los ojos de Dios continuaban sobre
José y en medio de todas las dificultades el Señor le bendecía.
III. REQUISITOS
NECESARIOS PARA CRECER.
A) Alimenta
y renueva la visión.
Nota: José tuvo sueños de
Dios para su vida. Él se veía alcanzando grandes cosas para el Señor, y a pesar
de todas las adversidades que tuvo que enfrentar en su vida no desecho lo que
Dios había puesto en su corazón. José sabía que un día él lo levantaría y sería
un instrumento poderoso en Sus manos para salvar millones de personas. No
permitas que las dificultades apaguen la visión que Dios ha puesto en ti, él lo
dijo y lo cumplirá. Él no es hombre para mentir, todas las promesas en él son
sí y amen.
B) Aprovecha
los recursos disponibles.
Nota: José lo hizo. Cuando
estuvo en la casa de Potifar aprendió a administrar el patrimonio financiero de
su señor. Cuando estuvo en la cárcel aprendió a dirigir personas. Aprovecha lo
que Dios te da y aprende al máximo, pues el Señor te está preparando para lo
que realmente te dará. por eso es fundamental crecer y alcanzar madurez en Dios.
C) Desarrolla
disciplina y valor.
Nota: José tuvo que
esforzarse, pues estaba sólo, no tenía familia que lo ayudará. Pero su
constancia (pues nunca renunció) y perseverancia (ya que superó los obstáculos)
formaron en él un carácter ideal para administrar patrimonios y bendiciones mucho
más grandes. Primero administró las finanzas de Potifar, luego la cárcel de los
presos del rey y finalmente todo un imperio, pues al que es fiel en lo poco
Dios lo pone sobre mucho.
D) Haz
las cosas con esperanza (Génesis 45:4-8).
Nota: No te enfoques en las
circunstancias adversas del momento, no te concentres en los problemas u
obstáculos de tu actualidad, mira la recompensa que Dios traerá, mira hacia el
cumplimiento de las promesas del Señor en tu vida, porque finalmente el plan de
Dios prevalecerá, y lo que él ha prometido se cumplirá.
Conclusión: Dios
ha preparado lo mejor para cada uno de sus hijos. Depositemos nuestro corazón
en Sus manos con toda confianza, él sabe lo que hace y a donde nos lleva.
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)
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