REDENCIÓN GENÉTICA

REDENCIÓN GENÉTICA
Introducción: El reino de Dios es sobrenatural, pero a veces olvidamos esto. Su incidencia en nuestra vida diaria es total. Por eso no podemos ignorar los principios y verdades del reino. Todo hijo se parece a sus padres, el factor hereditario no lo podemos evitar. 

En la Biblia vemos muchos ejemplos, también vemos a hijos que tuvieron padres piadosos y ellos no lo fueron, incluso hicieron enojar a Dios. Hay tristes historias que se repiten generacionalmente, pero Jesucristo ha venido para rescatar lo que se ha perdido, él vino a redimir al ser humano en todas sus partes: espíritu, alma y cuerpo...   
       



REDENCIÓN GENÉTICA   

1) VACÍOS DE LA INFANCIA.

a) Importancia de la buena concepción (Salmo 51:3-5).
                
Nota 1: En éste Salmo 51 el rey David expresa su arrepentimiento ante el pecado con Betsabe y por la muerte de Urías. Expresa “reconozco mis rebeliones” es decir él asume su responsabilidad personal. 

También la Biblia nos deja ver un factor adicional, el momento de su concepción. Dice: “en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre”. Algunos comentaristas enseñan que el padre de David, Isaí de Belén, tuvo una aventura extramatrimonial (adulterio) y de allí nació David y por eso la expresión (pero recordemos que para ser rey de Israel debía ser hijo legítimo judío, entonces ¿qué sucedió?).

Nota 2: Otros enseñan basados en textos judíos antiguos que Isaí y su esposa estuvieron separados un tiempo, durante el cual Isaí quiso estar con una sierva hermosa, la cual le contó a su esposa dicha propuesta. Acordaron y durante la noche cuando apagaron las luces, ellas se intercambiaron y así la esposa de Isaí queda embarazada de él (de ésta manera David era legitimo candidato al trono). 

Por eso expresa: “Extraño he sido para mis hermanos, y desconocido para los hijos de mi madre” Salmo 69:8. Así que David fue concebido en una noche donde Isaí pensaba estar con otra mujer, entonces no fue una relación de amor sino de infidelidad de corazón.   

Nota 3: Cualquiera sea la razón la concepción de David no fue por mutuo acuerdo, no fue un hijo deseado, no fue en un marco de amor de esposos, y éstas cosas afectaron luego su vida, tanto que él mismo lo expresa en el salmo 51:3-5.             



                    
b) La genética es integral (Génesis 5:3 y 1:11-12). 

Nota: Debemos considerar varias a la luz de éstos textos:

1º) “Adán engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen”. Ya los hombres no nacerían a imagen y semejanza de Dios, sino a imagen y semejanza de Adán (caído). No sólo heredamos el componente físico, sino todo el ser: espíritu, alma y cuerpo. 
  
2º) “Semilla” es una traducción del hebreo “Zéra” que traduce también: simiente, descendencia, linaje. Zéra tiene que ver con el proceso de esparcir. Así pues el hombre se multiplica en sus hijos. Así como la semilla determina la clase de árbol, la semilla humana determina la clase de hombre.     


c) David vivió el rechazo familiar (sobre todo paternal, y hubo grandes vacíos de afecto y amor: 1 Samuel 16:11-13).  

Nota 1: Su padre al considerarlo hijo ilegitimo, lo aislaba y “escondía” pues para él era el hijo de la vergüenza. Estos vacíos de amor provocan en las personas diferentes comportamientos buscando satisfacer la necesidad de afecto y amor:

1º) Amontonar riquezas para encontrar aceptación y valoración.
2º) Relaciones ilícitas, extramatrimoniales, y/o múltiples para encontrar “amor”
3º) Búsqueda incansable de aceptación en otros.      
4º) Protagonismo enfermizo.
5º) Por lecturas equivocadas del concepto “amor” están sujetos o sometidos a conductas que dañan su ser integral (masoquismo por ejemplo).

Nota 2: Ciertos comportamientos humanos están determinados por circunstancias que han marcado el corazón, por ejemplo Génesis 24:67 dice: “Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre” Isaac se casa y lleva a su esposa Rebeca a la tienda de su madre (que acababa de morir) y halló consuelo. Quizá de manera inconsciente procuró llenar el vació de su madre con una esposa.   




2) EL PECADO GENERACIONAL.      

a) La herencia de los padres (en éste caso Isaí)   

Nota 1: La  Biblia claramente nos habla de esto: Éxodo 20:3-6. En el Nuevo Testamento: 1 Pedro 1:17-19. En la herencia podemos ver juicios por pecados de los antepasados y una transmisión de su estilo de vida. Pero el mismo texto nos habla de la redención por la sangre de Jesucristo, pues dice que “fuimos rescatados de la vana manera de vivir heredada de nuestros padres, por la sangre preciosa de Jesucristo”. Entonces hay redención de la herencia de pecado, de la genética pecaminosa. 

Nota 2: Así como Cristo partió la historia de la humanidad, también quiere partir la repetición de maldad en nuestras generaciones. Entonces Cristo no sólo viene a la vida del ser humano a traer salvación, sino una transformación generacional (no podemos obviar por supuesto nuestra responsabilidad personal ante esto).        

b) Hay tristes resultados en la vida de David y de sus hijos.    

Nota: Consideremos el aspecto generacional, y veamos: Isaí, David, sus hijos (Amnón, Tamar, Absalón, Salomón y Roboam, etc). David vivió o sufrió la “infidelidad” de su padre Isaí, el dolor de los problemas entre sus hijos: Amnón violó a su hermana Tamar, Absalón lo mató, éste mismo hijo se rebeló contra su padre para quitarle el reino y murió en batalla). David cometió infidelidad con Betsabe, tuvo varias esposas y concubinas (y ese no es el modelo de Dios establecido por el Señor en el principio).          

Nota 2: La Biblia nos enseña que ahora somos hijos de Dios, nuestra genética es la del Padre Celestial, pues hemos sido engendrados no de carne, ni de sangre, ni de voluntad de varón, sino de Dios. En nosotros mora la genética del Señor, y por eso somos llamados cada día a parecernos más a nuestro Padre. Es una maravillosa obra, así como nuestros hijos crecen y se parecen más a nosotros.
      
3) LOS HIJOS DE DIOS TIENEN LA GENÉTICA DEL PADRE CELESTIAL (Juan 1:12-14).     

Nota 1: La semilla de Dios es Su palabra. Es también nuestro alimento. Esa genética del Padre celestial en nosotros nos lleva a parecernos cada día más a él, y también nos lleva a la victoria: 1 Juan 3:8-9. Jesús como hijo, venció la tentación, venció al diablo, venció la religión, venció sus propios anhelos para hacer la voluntad del Padre celestial (“hágase tu voluntad y no la mía”), Jesús resucitó en poder y gloria, habita hoy en nosotros y por eso podemos caminar en victoria. 

Nota 2: Dios nos engendró, el Hijo del Altísimo mora en nosotros y por la genética del Padre en nuestra vida podemos llegar a ser como él quiere que seamos. Y así como Jesús partió la historia humana, puede partir nuestra historia de pecado generacional.  
        
CONCLUSIÓN: Dios ha dado a su Hijo para redención nuestra, esa redención es integral y generacional. La voluntad de Dios es deshacer todas aquellas obras del diablo que aflijan nuestra vida y la de nuestra familia.

(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)


   


Comentarios

  1. Nunca imagine estos datos oscuros de la vida de David. Ahora se que Dios lo escocio para reinvindicarlo de sus antecedentes familiares.

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    1. Dios te guarde Luis. Gracias por tu comentario. Definitivamente Dios es bueno y todopoderoso.

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