Introducción: Todos
tenemos sueños y metas. Lo más importante es que todos ellos estén en la
voluntad de Dios. No basta con tener el anhelo, es necesario caminar hacia
ellos.
Para lograr esto es fundamental caminar con un corazón sano y libre de
ataduras o cargas que impiden correr con paciencia la carrera que tenemos por
delante, veamos como el perdón sana el corazón lastimado o herido…
EL PERDÓN SANA EL
CORAZÓN LASTIMADO
1) En la expresión “corazón
herido” consideremos el significado del término herido: Salmo 102:4-5.
Herido es traducido del hebreo:
“naká” que también significa: golpeado, arruinado, destruido, vencido,
saqueado.
Nota: Estas traducciones son muy importantes porque nos
dicen el proceso por el cual ha pasado un corazón para quedar herido.
Por
ejemplo: golpeado (hay palabras que son como golpes de espada: Prov. 12:18).
Arruinado - destruido (podemos pensar en un gran fracaso financiero o
familiar). Vencido y saqueado (podemos pensar en una batalla espiritual donde
la persona renunció, abandonó, se dio por vencida y el enemigo saqueó o robó
sus hijos, matrimonio, liderazgo, ministerio, etc).
Y todo esto resulta en un
corazón que ha perdido su salud, su fuerza, su vitalidad, y su capacidad de
soñar y creer.
2) Consecuencias de un corazón lastimado o herido:
Nota: El texto anterior
(Salmo 102:4-5) nos deja ver algunas consecuencias:
a) Sequedad (en el corazón no fluyen los ríos de agua viva, esto
es no hay fluir del Espíritu Santo).
b) El término seco es traducido del hebreo “yabesh” que además
traduce: estar avergonzado, desilusionado, marchito. La vergüenza generalmente
produce en la persona aislamiento, baja autoestima, se considera indigna de las
bendiciones y presencia de Dios.
c) El cuerpo físico desfallece (la persona pierde el apetito y
aparecen las enfermedades).
d) Salmo 109:22. La palabra afligido aquí también
traduce deprimido (entonces las heridas del corazón no sanadas por el perdón y
por el poder de Dios generan un corazón depresivo).
El término necesitado es
traducido del hebreo “ebión” que traduce además: indigente, mendigo, se
refiere en primer lugar a una persona que está materialmente pobre. Puede ser
que haya perdido la tierra de su heredad. Un corazón herido es una atmósfera propicia para la escasez, aun económica.
3) En David vemos el poder sanador del perdón.
Nota: David no se llenó de
resentimiento cuando su hijo Absalón se rebeló contra él, es más no quería que
nadie muriera en aquella batalla. Tampoco de lleno de odio contra el rey Saúl
por perseguirlo para matarlo.
La mejor arma contra las heridas del corazón es
el amor mismo, y Dios es la fuente de la cual debemos llenarnos de amor, allí
somos capacitados para caminar en genuino perdón. El perdón sana el corazón
lastimado. David desarrolló un corazón perdonador.
(Te invitamos a leer: Sanidad para el corazón herido.).
4) Dios sana a los
quebrantados de corazón: Salmo 147:1-4.
Nota: En éste pasaje podemos
ver varias cosas muy importantes:
a) Dios se mueve en una
atmosfera de alabanza y adoración (vrs. 1).
b) Dios edifica sus
propósitos aquí en la tierra, y restaura lo que ha sido derribado (Jerusalén
fue destruida o derribada varias veces, vrs. 2).
c) Dios es el sanador de
las heridas del corazón de su pueblo (vrs. 3).
d) Así como conoce las
estrellas del universo, Dios conoce a cada uno de sus hijos (vrs. 4).
Un nuevo
cálculo realizado por investigadores de la Universidad de Yale indica que el número de estrellas es el
triple de lo que se había estimado. El nuevo
cálculo es de 300.000.000.000.000.000.000.000 o sea 300.000 trillones de estrellas.
Dios conoce hasta los más pequeños detalles de nuestro corazón.
(Te invitamos a leer: Dios
siempre te ayudará. ).
5) ¿Qué debemos hacer?
Nota: Es posible vivir con el
corazón herido (Jonás el profeta, por ejemplo estaba resentido con los
ninivitas, y por eso no quería predicarles sino que esperaba que Dios los destruyera).
Esto nos enseña que es posible vivir y servir a Dios con el corazón herido o
quebrantado. Es una equivocada decisión personal. Entonces ¿qué debemos hacer?
a) En primer lugar: Identificar la herida (ofensa,
abuso, fracaso, pecado, decepción, etc).
b) Es necesario reconocer que sólo Jesús me puede
sanar.
c) Tenemos que perdonar de corazón y soltar ese
sentimiento malsano que arrebata la vida en abundancia que Jesús nos ha
prometido. Es maravilloso ver el poder del perdón y la sanidad del corazón lastimado.
Oración: Dios mío, gracias por ser mi Creador y Sanador. Hoy vengo ante ti y expongo mi corazón ante tu poder. Perdona Señor mis pecados y restaura las áreas de mi ser que han sido lastimadas. Por favor llena con tu gran amor los vacíos de mi corazón, y ayúdame a perdonar y entender a toda persona que me ha lastimado. Levanto mi oración por ellos y te pido Dios mío que tengas compasión de su cada uno, así como tienes misericordia de mí. Gracias Dios. Amén”.
Ahora te presento nuestro libro: “SANIDAD PARA EL ALMA HERIDA”. Libro compuesto por 14 capítulos, entre ellos por ejemplo:
Dios puede restaurar lo dañado.
La sanidad interior.
Pasos para restaurar el corazón.
Victoria sobre el sentimiento de culpa.
¿Cómo derrotar el resentimiento?
¿Cómo dominar el miedo?
Libres de la angustia; entre otros para un total de 14 capítulos.
Es un libro virtual o electrónico dirigido a la restauración, liberación y restauración de aquellas áreas lastimadas o heridas en nuestra vida. Basado en las Sagradas Escrituras esperamos que puedas tenerlo, estudiarlo y que incluso sea una de ayuda para enseñar a otros. Puedes adquirirlo aquí en: SANIDAD PARA EL ALMA HERIDA. Restauración para el cuerpo, alma y espíritu.
Conclusión: Dios
desea la sanidad y libertad para sus hijos. También por eso envió a su Hijo
Jesucristo. Acerquémonos a Su presencia con un corazón arrepentido y recibamos
su poder que transforma todas las cosas.
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria - El perdón sana el corazón lastimado)
maravilloso
ResponderBorrarMuchas gracias Evelio, Dios te bendiga.
BorrarGracias hno Sanabria me conforta mucho su sermón "un corazón herido".
ResponderBorrarMuchas gracias por compartir con nosotros tu testimonio. Dios te bendiga.
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