UN MILAGRO EN LA FAMILIA
(Sí no puedes ver el sermón completo haz
click en el título) Introducción: Desde los inicios del Antiguo Testamento
vemos la intervención sobrenatural de la mano de Dios para restaurar las
familias, manifestando así su profundo amor y cuidado por los hogares.
En ciertas ocasiones la situación puede ser tan difícil que humanamente pensamos que es imposible alguna restauración, pero el Señor ama y desea la salvación de las familias, él sigue haciendo milagros en los hogares “no hay nada difícil para Dios”. El Señor es experto en recibir vasijas quebradas y convertirlas en hermosos instrumentos en Sus manos…
En ciertas ocasiones la situación puede ser tan difícil que humanamente pensamos que es imposible alguna restauración, pero el Señor ama y desea la salvación de las familias, él sigue haciendo milagros en los hogares “no hay nada difícil para Dios”. El Señor es experto en recibir vasijas quebradas y convertirlas en hermosos instrumentos en Sus manos…
UN MILAGRO EN LA FAMILIA
I. DIOS
REQUIERE TU CONFIANZA EN ÉL (Hebreos 11:11).
a) La
fe se sostiene en las palabras de Dios.
Nota:
La fe no es un sentimiento, es una certeza, es una convicción y profunda
seguridad en las palabras de Dios. Sara creyó que era fiel quien había
prometido, las palabras de Dios son ciertas porque él no miente, él cumple Su
palabra, y esa certeza hizo que “por la fe Sara siendo estéril recibió”. Ella
recibió, muchas veces la incredulidad impide recibir de Dios lo que tiene para
sus hijos.
b) La
fe logra ver el milagro aún ante las más grandes adversidades.
Nota:
La Biblia nos enseña que a pesar de la esterilidad de Sara (condición
biológica), y fuera del tiempo por su edad (tiempo de los hombres), ella
recibió fuerza para concebir. No importa cuán grande es el obstáculo, si Dios
lo ha dicho, poderoso es él para cumplirlo en Su tiempo. La fe está por encima
del tiempo de los hombres, la fe ve y alcanza el milagro en el tiempo de Dios.
Sara vio el milagro en su vida y en su familia. Te invito a leer: “Moisés en el río Nilo”.
II. ACTITUDES
DE FE EN ABRAHAM:
a) Creyó
aunque no tenía hijos y su esposa era estéril (Rom. 4:17).
Nota:
Cuando Dios le da la promesa a Abraham de que sería padre de muchas naciones,
no tenía hijos ni uno, y su esposa Sara era estéril, pero aun así creyó (esa fe
de Abraham estaba basada en el poder de Dios que da vida a los muertos y llama
las cosas que nos son como si fueran). Por eso cree en Dios, y habla en fe las
cosas que no son, pero serán, como la salvación de tu familia y los milagros de
Dios en cada uno de ellos. No renuncies, cree en Dios, él lo hará.
b) Creyó
a pesar de las adversidades y de los obstáculos (Rom. 4:18).
Nota:
Abraham “creyó en esperanza contra esperanza”, es decir creyó a pesar de todas
las dificultades e impedimentos:
1) La
edad: Abraham tenía 100 años y Sara 90.
2) El
útero de Sara era estéril.
3) La
incredulidad y duda personal y pública.
c) No
se debilitó en la fe (Rom. 4:19).
Nota
1: Observemos que el texto nos dice que Abraham
“consideraba su cuerpo y la esterilidad de la matriz de Sara”, considerar aquí
(desde el griego) es: entender plenamente, considerar cuidadosamente. Abraham
consideró y entendió su realidad natural, pero él no se debilitó en la fe, él
decidió creer en el poder de Dios.
Nota
2: Fortalece tu fe mediante las promesas de Dios
(Las Escrituras), en una atmosfera de adoración, donde vas a ver más la
grandeza del Señor que la grandeza de tus obstáculos. Si te quedas considerando
demasiado tus dificultades, vas a terminar viéndolas más grandes que Dios.
Abraham fortalecía su fe en Dios. Tu fe se hace fuerte o se debilita dependiendo
de que o a quien mires. Mira Cristo en él eres más que vencedor (“puestos los
ojos en Jesús el auto y consumador de la fe).
d) La
incredulidad lleva a la duda, y ésta conduce a la desobediencia (Rom. 4:20-21)
Nota:
Abraham se fortalecía en las promesas de Dios dándole gloria, convencido en el
poder, fidelidad y bondad de Dios. Dios es Todopoderoso y bueno, no hay nada
imposible para Dios, y todo lo hace por su gran amor, y es fiel pues no miente.
Hablamos de una fe que confía en Dios y en su naturaleza pura, fiel y
bondadosa. ¿Qué paso en el Edén? Adán y Eva por un momento dejaron de creer en
la bondad y fidelidad de Dios, para creer en las palabras de la serpiente,
entonces dudaron de las palabras de Dios y finalmente desobedecieron. Entonces
vemos que la incredulidad, llevo a la duda y ésta a la desobediencia.
Conclusión:
La verdadera fe va más allá de creer lo escrito (esto es lo primero), es
depositar el corazón en las manos de Dios, es confiar en él, aunque las circunstancias
sean adveras e incomprensibles, pues la fe confía en Su poder y bondad.
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)
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