SEGUIR A JESÚS ES EL MÁS GRANDE HONOR
Introducción:
La mayoría de nosotros llegó a los caminos del Señor en un momento de crisis, y
Jesús se convirtió en nuestro salvador y Aquel que nos ayudó en la dificultad
que teníamos.
Luego empezamos a darnos cuenta que el Señor tiene mucho más que darnos y enseñarnos, es cuando empieza el discipulado de Dios con nosotros. Nos encontramos con una verdad: cuanto más conocemos al Señor, más le amamos…
Luego empezamos a darnos cuenta que el Señor tiene mucho más que darnos y enseñarnos, es cuando empieza el discipulado de Dios con nosotros. Nos encontramos con una verdad: cuanto más conocemos al Señor, más le amamos…
SEGUIR A JESÚS ES EL MÁS
GRANDE HONOR
1) Ciertas verdades del Maestro
serán difíciles de entender (Mateo 16:21 y 17:22-23).
Nota
1: El padecimiento y muerte de Jesús eran desagradables en
extremo, el Señor sería juzgado y crucificado como un criminal, pero ésta era
la voluntad del Padre, y único camino para nuestra salvación.
Ante todo esto la tristeza embarga los corazones de los discípulos. Hay verdades de Dios que nos pueden no sólo entristecer, sino además causar dolor (pues quizá debemos despojarnos de cosas que nos agradan, pero a Dios no). Te invito a leer: “La serpiente de bronce en el desierto”.
Ante todo esto la tristeza embarga los corazones de los discípulos. Hay verdades de Dios que nos pueden no sólo entristecer, sino además causar dolor (pues quizá debemos despojarnos de cosas que nos agradan, pero a Dios no). Te invito a leer: “La serpiente de bronce en el desierto”.
Nota
2: Los discípulos fijaron su mente en el padecimiento y
muerte de Jesús tanto que no vieron que también les decía: “al tercer día
resucitaré”. Miraron tanto el padecimiento y muerte que no veían la gloria de
la resurrección. Lo mismo ocurre cuando sólo miramos el problema, cuando nos
enfocamos sólo en el tamaño de la crisis, y dejamos de mirar a Aquel que tiene
todo poder.
Es como si el Señor les dijera: “habrá dolor, habrá persecución, habrá crisis, pero también hay resurrección, también hay victoria sobre la muerte y el Hades”. Entonces el discípulo de Jesús debe saber que habrá dificultades y adversidades, pero también en Jesucristo tendremos la victoria y la conquista sobre toda oposición de las tinieblas. Seguir a Jesús es el más grande honor.
Es como si el Señor les dijera: “habrá dolor, habrá persecución, habrá crisis, pero también hay resurrección, también hay victoria sobre la muerte y el Hades”. Entonces el discípulo de Jesús debe saber que habrá dificultades y adversidades, pero también en Jesucristo tendremos la victoria y la conquista sobre toda oposición de las tinieblas. Seguir a Jesús es el más grande honor.
2) Habrán obstáculos que superar (Mt. 16:22-23).
Nota:
El apóstol Pedro piensa que lo que le aconseja a Jesús es lo correcto, pero el
Maestro lo reprende. El discípulo de Jesús debe ser consciente que en el
caminar cristiano encontrará cosas que debe superar:
a) Consejos necios (Pedro era una persona cercana
al Maestro, pero su consejo estaba influenciado por las tinieblas).
b) El
ego (yo). Cuando motivados por nuestro orgullo, soberbia o intereses personales
hacemos lo que queremos, aunque Dios haya dicho otra cosa.
c) Las
maquinaciones del diablo (el promueve la oposición, genera problemas, usa
personas, ataca a través de demonios, etc).
El término “tropiezo” es traducido de la
palabra griega “skandalon” que significa: lazo, trampa, obstáculo, lo que te
hace caer en el camino (nombre de la parte de una trampa en la que se pone el
cebo o carnada). Nos recuerda la importancia del discernimiento espiritual del
creyente, y lo que dijo el Señor: “Velad y orad”.
d) La
ceguera espiritual de otros (Jesús le dijo a Pedro: “tu no pones la mira en las
cosas de Dios, sino en las de los hombres”).
e) Otras
cosas como el miedo (por ejemplo Moisés – Gedeón enfrentaron el miedo),
cansancio (Dios le dijo a José: “Esfuérzate y se valiente”), escasez (en
tiempos de Elías cuando no llovió por 3.5 años), rechazo y oposición (lo vemos
por ejemplo en el ministerio del apóstol Pablo). Pero todos ellos fortalecidos
en Dios pudieron vencer, y hoy con su testimonio nos dicen: “Adelante, tú
también puedes vencer”.
3)
El discípulo verdadero sigue a su Maestro en
todo tiempo (Mateo 16:24).
Nota:
En las palabras de Jesús podemos ver varias cosas:
a) Seguir
a Jesús es una decisión personal (“si alguno quiere venir en pos de mi”). Buen
número de veces escuchamos muchas excusas para no seguir al Maestro: “cuando mi
esposo cambie” “cuando ella cambie” “cuando consiga trabajo” “cuando sepa más
de la palabra” etc, pero en realidad ésta es una decisión personal, no sujeta a
nadie más que a ti mismo.
b) Seguir
a Jesús es rendir todo a él (“niéguese a sí mismo”).
c) “Tome
su cruz” (indicando que cada uno tiene una cruz, es decir cada uno lucha con
ciertas cosas que debe crucificar, hacer morir).
d) “Y
sígame” (es imposible seguir a Jesús sin negarse al modelo propio, para seguir
el diseño de Dios).
4)
El discípulo genuino renuncia a los placeres
de éste mundo (Mt. 16:25).
Nota:
Aquí salvar la vida es querer
preservar la buena vida terrenal y vivir sin freno, sin tener que dar cuentas a
Dios, y hacer todo lo que se quiera simplemente porque la persona lo desea.
Perder la vida aquí hace referencia a ser menospreciado por causa de Jesús, ser
rechazado y aún objeto de burla por la fe en Dios, es negarse a lo que el mundo
de hoy ofrece y los hombres llaman “bueno”. Perder la vida aquí es renunciar a
mis deseos para cumplir los de Dios.
5)
Dios honra a los que le honran (Mt.
16:26-27).
Nota
1: No hay precio para
el alma del ser humano, y por tanto no puede ser redimida con dinero; ni aun
todos los tesoros del mundo alcanzarían para rescatar un alma de la
condenación. Por eso es que fuimos redimidos, no con cosas corruptibles como
oro o plata, sino con la sangre preciosa de Jesucristo como de un cordero sin
mancha y sin contaminación, haciéndonos reyes y sacerdotes para Dios. Así pues
el más grande tesoro que el hombre puede tener se llama Jesucristo nuestro
Señor.
Nota
2: Jesucristo vuelve, y nos dice aquí que pagará
a cada uno según sus obras. No en vano nos guardamos para Dios, no en vano
dejamos de participar de los placeres de éste mundo, no en vano le servimos a
nuestro Dios, no en vano soportamos en Cristo el rechazo por nuestra fe cuando
así ocurre, pues viene el momento cuando Cristo aparecerá y su galardón con él
para recompensar a cada uno según sea su obra. No sólo nos dará galardones y
recompensas, tendremos la más grande riqueza que hombre alguno pueda tener: estaremos
para siempre con el Señor.
Reflexión final: Seguir
a Jesús es el más grande honor, el más grande privilegio, poder amar y seguir
al Maestro es el mejor camino, y es él quien nos lleva al Padre, cuando
desfallezcas acude a él y te dará nuevas fuerzas, cuando seas tentado acude a
él y te librará de la trampa del cazador, cuando seas calumniado por servir y
seguir Jesús recuerda: “sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de
Dios reposa sobre vosotros. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es
grande en los cielos”. Cuando pienses en renunciar y no continuar más, recuerda
que él dijo: “No desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te
ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.
(Escrito por Pastor Gonzalo
Sanabria)
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