TRANSFORMADOS POR SU PRESENCIA

TRANSFORMADOS POR SU PRESENCIA
(Si no puedes leer todo el mensaje sólo haz click en el título). Introducción: Todas las cosas que hacemos deben contar con una razón de ser, y Jesús enseñó que el principal mandamiento era amar a Dios sobre todo, entonces debemos fortalecer y crecer en nuestra intimidad con el Señor, conocerle más y obedecer así el gran mandamiento:

“Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”. En esa búsqueda el corazón humano experimenta la presencia de Dios y es transformado por Su gloria…  





TRANSFORMADOS POR SU PRESENCIA.    

1) Se requiere perseverancia.

a) Para superar los obstáculos (Éxodo 34:1-2).      

Nota: Moisés debe llevar dos nuevas tablas de piedra (peso adicional a su cuerpo), debía subir a la cumbre del monte (esfuerzo) y no permitir la condenación o depresión por sus acciones pasadas, pues Dios le dice “como las tablas primeras que quebraste”. 

b) Para construir amistad con Dios.    

Nota 1: La Biblia nos dice en Santiago 2:23 que: “Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios”. La verdadera amistad requiere tiempo, conocimiento, ayuda, apoyo, confianza mutua, diálogos sinceros y transparentes, superación en amor de las diferencias y tiempo. 
    
Nota 2: Moisés tenía una comunión con el Señor única en la tierra, resultado de su continua búsqueda de Dios, Jesús dijo: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3) y el término “conocer” aquí es traducido del griego “ginosko”, que además significa: “estar tomando conocimiento” (es una búsqueda continua, hablamos entonces de un estilo de vida donde somos transformados por Su presencia).    




2) Debe haber expectativa de la revelación divina.                  

a) Intimidad implica encuentro a solas (Éxodo 34:3).   

Nota: Hay diferentes tipos de oración (en esencia y en cantidad), y estar a solas con Dios es también muy importante (debe haber ausencia de factores distractores externos e internos), sí éste encuentro es real, habrá transparencia y por tanto lo oculto del corazón se pone en evidencia ante la luz del Señor. Es allí donde comienzan los verdaderos cambios en el ser humano. 


b) Dios revela su voluntad y diseño (Éxodo 34:4).

Nota: En éste monte Dios entrego: La Ley, el modelo del tabernáculo, las instrucciones para el sacerdocio levítico, el orden para marchar por el desierto (el Señor no quitó el desierto de su camino más bien los instruyó para atravesarlo). Vemos entonces que fue un lugar de revelación de Dios a su pueblo.  

c) Cuando alguien busca al Señor, Dios viene a él (Éxodo 34:5).

Nota 1: Dios es omnipresente, está en todo lugar, también ha prometido estar con nosotros todos los días, sin embargo debemos reconocer que hay momentos especiales y sobrenaturales… 

Aquí Dios “descendió y permaneció junto a Moisés”, Tengamos en cuenta que Moisés tenía falencias, debilidades, pero buscaba a Dios y Dios vino a él, por eso la Biblia dice: “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8).

Nota 2: Nos dice el texto: “Jehová descendió en la nube”, el término nube traducido del hebreo “Anan” significa además: masa nubosa, se usa en particular para indicar la masa de «nubes» por cuyo medio la presencia de Dios se manifestó, la vemos aquí en el monte Sinaí, cuando consagraron el tabernáculo en el desierto, también cuando iba delante de ellos en el desierto. Ésta nube hace referencia la presencia de Dios.   



               
3) La presencia divina produce transformación.               

a) La verdadera transformación sucede en la intimidad con Dios (Éxodo 34:29).                   

Nota: El texto nos dice que: “el rostro de Moisés resplandecía por haber estado hablando con Dios”, aquí “hablar” es traducido del hebreo “Dabár” que también significa: arreglar, hablar; someter. Así que fue un tiempo en el que en Moisés tuvo cosas que fueron arregladas u ordenadas, también escuchó y conoció revelaciones del Señor y todo esto queda rendido, sometido a Dios. 

Éste conjunto de cosas y decisiones de Moisés, permiten el resplandor en su rostro. Es imposible el resplandor de Dios en nosotros sin que tengamos que despojarnos de ciertas cosas nuestras.

b) La verdadera transformación y renovación, es evidente.

Nota 1: El texto nos dice que Moisés no lo sabía, pero todos los demás lo veían. Realmente es Dios quien da testimonio de nosotros y de su obra, pues “no es digno aquel que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba”.  

Nota 2: Es interesante que el Señor Jesús se transformó o transfiguró mientras oraba en el monte, Lucas 9:27-29, 34-35 (aparece de nuevo la nube), y ésta gloria es reconocida también por los demonios: Lucas 9:37-39, 42. Sucedió en el monte Sinaí, sucedió con Jesús, sigue sucediendo hoy. Al entrar en Su presencia somos transformados por Su presencia. 
      
Conclusión: La verdad es que en la vida cristiana a veces vivimos circunstancias que son incomprensibles para nosotros, en otras ocasiones no sabemos qué camino seguir, o que hacer ante cierta adversidad, pero cuando vamos a Dios y le buscamos con insistencia, él se manifiesta, nos enseña y nos transforma con Su gloria y poder.

(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)

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