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DERROTANDO LA HIPOCRESÍA Y EL ORGULLO

DERROTANDO LA HIPOCRESÍA Y EL ORGULLO
Introducción: Debemos cuidarnos de no caer en la actitud de los escribas y fariseos en tiempos de Jesús, cuya vida religiosa había detenido el verdadero fluir de Dios en medio de Israel. 

La vida espiritual la habían encerrado en una serie de ritos y formas que sólo agotaban, y no producían vida en el espíritu. Jesús habla a su iglesia para corregirla y llevarla por el camino verdadero, pues el Señor vino a darnos vida y vida en abundancia…   




Sermón: DERROTANDO LA HIPOCRESÍA Y EL ORGULLO 

1) LA REVELACIÓN DE CRISTO A LAODICEA, Apocalipsis 3:14.  
a) Laodicea: era un centro bancario, ciudad industrial y de gran riqueza, sede de una prestigiosa escuela de medicina y tenía manantiales de aguas minerales (termales).  
Nota: La ciudad tenía varios teatros, un gran estadio, gimnasio, termales en sus cercanías, allí se realizaban muchas transacciones comerciales. La prestigiosa escuela de medicina era famosa porque allí se preparaba el polvo frigio (pomada para el tratamiento de los ojos). Tenía una prospera industria de tejidos, especialmente en fina lana negra y algodón.

b) Cristo se revela cómo el fiel y creador de todas las cosas, Apoc. 3:14b.               
Nota 1: El Amén desde el idioma hebreo significa: firme, digno de confianza, 
confiable, el que sustenta, el que da firmeza y seguridad. También indica 
afirmación o acuerdo. 
  
Nota 2: “El testigo fiel y verdadero”, quiere decir: “el testigo autentico y digno 
de confianza”, “el que es la verdad, y no miente al hablar”, por eso la Biblia 
dice que Dios: “no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse… 
en él no hay cambio ni sombra de variación”. Él es el principio de la creación, 
es decir el Creador de todas las cosas, el que dio origen a toda la creación.  





   
   
2) LAS CIRCUNSTANCIAS DE LA IGLESIA DE LAODICEA:  
a) Tibieza espiritual, Apoc. 3:15-16.

Nota 1: La tibieza espiritual nos habla de: adormecimiento, pérdida de la pasión por Dios, indiferencia espiritual, tolerancia e identidad con las obras de las tinieblas (por ejemplo la esposa de Lot que amaba a Sodoma y Gomorra), pérdida de la genuina búsqueda de Dios, etc.

Nota 2: La expresión “te vomitaré de mi boca”, era fácil de entender por los miembros de la iglesia de Laodicea, pues las aguas calientes de los termales eran traídas a las piscinas de la ciudad por unas cañerías, en su transcurso se enfriaban y llegaban tibias, quien las tomaba experimentaba náuseas y deseos de vomitar.    


b) Se justificaban a sí mismos, Apoc. 3:17.                                
Nota: Ellos no aceptaban la obra de convencimiento que el Espíritu Santo traía. Ellos mismos sacaban sus conclusiones: “estoy muy bien, no tengo necesidad de nada”, su propio juicio estaba errado, es interesante que Laodicea significa: “el juicio del pueblo”, ellos mismos aprobaban su mala conducta. Al considerar los términos usados por Dios podemos ver la real condición de la iglesia de Laodicea:

Ø Desventurado. Término traducido del griego “Talaipóros” que significa: con dificultades, con sufrimientos, con angustias. 

Ø Miserable. Palabra traducida desde el griego “Eleeinos” que significa: digno de lastima, objeto de lastima.

Ø Pobre. Término traducido del griego “Ptocos” que significa: mendigo, uno que carece de bienes y pide para sobrevivir (la ciudad era sede de bancos, y materialmente eran prósperos; pero su orgullo los hacía mendigos en el reino de Dios).

Ø Ciego: sin vista espiritual, sin juicio espiritual (la ciudad era famosa por el tratamiento médico para los ojos).

Ø Desnudo: sin ropa, sin cubrirse (ciudad famosa por el tejido de lana negra y sus textiles en algodón, pero espiritualmente dejaban al descubierto su pecado pues no se acogían  la gracia de Jesucristo). Pidamos y permitamos que el Espíritu Santo nos muestre nuestra real condición. La derrota de la hipocresía y el orgullo comienza por nosotros mismos.



  
3) EL CONSEJO DEL SEÑOR JESÚS:

a) Un corazón sincero y humilde, Apoc. 3:18-19.

Nota: Las expresiones del Señor Jesús están en un lenguaje comprensible para su iglesia:

Ø “Compra oro refinado en fuego”: para que realmente seas rico (esto es dones dados por Dios refinados en las pruebas y en una vida de obediencia).

Ø “Compra vestiduras blancas”: para vestirte (representan la justicia en Cristo que alcanzamos por la fe; y una vida de santidad).
 
Ø “Compra colirio y unge tus ojos”: para que veas (la unción viene del Espíritu Santo, aquel que convence, que redarguye, que nos hace ver lo que a Dios desagrada y nos muestra el camino recto a seguir).

Entonces ellos dirían ¿Cuánto vale el oro refinado, las vestiduras blancas y el colirio? Pero la respuesta es “arrepiéntete, y te serán otorgados, porque los dones de Dios no se compran con dinero, son dados por Su gracia”. 

La reprensión y el castigo divino, son expresiones del amor formador del Padre hacía sus hijos, como nos lo enseña la naturaleza misma.   
 
b) Un corazón lleno de amor por Dios, Apoc. 3:20-22.      
Nota: La cena judía aquí es sinónimo de intimidad con Dios, debemos abrir las puertas de nuestro ser (somos templo de Dios) a Su presencia, entonces participaremos de nuevos niveles de autoridad y gobierno, él nos pide sensibilidad a su voz: “oíd lo que el Espíritu dice a las iglesias”. 
    
Conclusión: Es necesario ser sinceros y humildes para reconocer nuestra condición y arrepentirnos delante de Dios, y de Su presencia vendrán tiempos de refrigerio y bendición. Dios llama a su iglesia a una búsqueda sincera, a caminar ante él con un corazón limpio y manso, que reconoce su necesidad de Dios. Un corazón contrito y humillado no desprecia el Señor. Derrotemos la hipocresía y el orgullo de nuestro propio corazón.

(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)

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