CÓMO ADMINISTRAR BIEN LO QUE ES DE DIOS
En la historia de la humanidad podemos
encontrar personas que dejaron huellas significativas, y que se destacaron por
sus grandes logros, pero también encontramos grandes fracasos. Vemos a personas
que hicieron grandes aportes a la humanidad, por sus descubrimientos, inventos,
etc.
Pero también a otros que lideraron momentos de gran dolor y vergüenza. Debemos preguntarnos ¿Qué queremos que la historia diga de nosotros? Recordemos que la Biblia dice: “Más vale un buen nombre que las muchas riquezas” (Prov. 22:1). Administremos lo que Dios nos ha dado para Su gloria…
Pero también a otros que lideraron momentos de gran dolor y vergüenza. Debemos preguntarnos ¿Qué queremos que la historia diga de nosotros? Recordemos que la Biblia dice: “Más vale un buen nombre que las muchas riquezas” (Prov. 22:1). Administremos lo que Dios nos ha dado para Su gloria…
¿CÓMO ADMINISTRAR BIEN LO QUE ES DE DIOS?
“Reinó en su lugar
Josafat su hijo, el cual se hizo fuerte contra Israel. Puso ejército en todas
las ciudades fortificadas de Judá, y colocó gente de guarnición en tierra de
Judá, y así mismo en las ciudades de Efraín que su padre Asa había tomado” 2
Crónicas 17:1-2.
Todos en la vida recibiremos momentos de
grandes oportunidades, y ellas deben ser aprovechadas debidamente. Todos esos
tiempos están diseñados en el cielo, y serán tan exitosos como dependamos de
Dios.
Sí nuestra administración cuenta con el consejo del Señor, tendrá entonces un respaldo sobrenatural, contaremos con Su favor y bendición. Consideremos el caso del rey Josafat.
Sí nuestra administración cuenta con el consejo del Señor, tendrá entonces un respaldo sobrenatural, contaremos con Su favor y bendición. Consideremos el caso del rey Josafat.
Josafat fue el rey de Judá durante veinticinco
años (siglo IX A. C.). Israel se había separado en dos reinos o estados, el
reino del norte y el reino del sur, llamados también Israel (al norte) y Judá
(al sur). Josafat fue hijo del rey Asa, uno de los reyes piadosos que tuvo el
reino de Judá.
Esto es significativo, pues vemos al rey Asa
marcando el corazón de su hijo Josafat, con una vida de testimonio y comunión
con Dios. Esto es un gran desafío para nosotros como padres, pues debemos no
sólo trasmitir el conocimiento bíblico a nuestros hijos, sino ser un ejemplo de
vida cristiana para ellos. Te invito a leer: “Dios Está Por Encima De Las Circunstancias”.
El nombre Josafat significa: el Señor es
juez, y su reinado fue una oportunidad de Dios para él, circunstancia que aprovecho
muy bien. El rey Josafat caminó de la mano de Dios, y durante su reinado hizo
grandes y significativas reformas, hubo un gran fortalecimiento militar, se
destacó la prosperidad, la educación y la justicia (pues el rey nombró jueces
en las ciudades importantes y un tribunal de apelación en la ciudad de Jerusalén).
En realidad Dios gobernó a través del rey Josafat.
Fue un hombre con una gran habilidad y visión, y con una gran inteligencia para
la estrategia militar y defensa de su reino. Dejó una excelente huella en la
historia de Judá. De igual manera nosotros con la ayuda del Señor, debemos
procurar dejar siempre la mejor huella, administrar bien lo que Dios nos ha
delegado.
Una buena administración es aquella que
camina con Dios, que sigue su consejo y dirección. Un buen administrador es
aquel que es consciente de eso, es decir él sabe que Dios es el dueño, y que todo
lo que haga debe hacerlo para su Señor.
Reflexión final: Una de las características de los hijos de
Dios es que éstos son guiados por el Espíritu de Dios. Entonces una cualidad
que el hijo de Dios debe desarrollar es la sensibilidad a Su voz y mansedumbre
para someterse a Su voluntad. Cuando logramos hacer esto, lo que hagamos no
será para nosotros sino enteramente para el Señor, y así será glorificado Su
nombre.
(Escrito por pastor Gonzalo Sanabria)
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