JESÚS DERROTÓ AL TENTADOR
Dios “busca adoradores en espíritu y en verdad”, lo que de manera
implícita nos dice que no abundan. El verdadero adorador no adora de acuerdo a
sus emociones, pues el espíritu siempre está dispuesto. El verdadero adorador
sabe que cuando adora no es por sí mismo, sino por la gracia de Dios en él. Es interesante ver que satanás
también busca adoradores, y él les promete “las riquezas y glorias de éste
mundo”, mientras que nuestro Dios nos hará participes de Su gloria, pues la
Biblia dice “que viviremos y reinaremos con Cristo”. Nada de lo que el mundo y
Satanás ofrecen se pueden siquiera comparar con lo que Dios tiene y quiere para
sus hijos…
JESÚS DERROTÓ AL TENTADOR
“Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le
mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te
daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque
escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás” Mateo 4:8-10
Jesús enfrenta ahora la tercera tentación, que es cambiar la adoración
de Dios por cosas del mundo y su sistema. Recordemos por ejemplo que Dios
exhorta a Israel para que no se olvide de él, Deut. 8:11 “no suceda que comas y
te sacies, y tengas casas, tu ganado, tu plata y tu oro y todo se aumente, y se
enorgullezca tu corazón y te olvides de Jehová tu Dios”. Esto nos enseña que
una de las tentaciones que enfrenta el hijo de Dios es olvidarse de su Señor,
de su Salvador, de Aquel que le cuida y bendice.
La tentación que vemos también aquí es riquezas sin Dios. Lamentablemente
en el afán de “prosperar” vemos a cristianos en negocios ilegales, cristianos
que dan el primer lugar al dinero, líderes que venden o negocian su ministerio.
Estoy convencido que Dios quiere bendecir a sus hijos, aún materialmente, pero
la prosperidad de Dios es integral. Por eso dice la Escritura: “amado yo deseo
que seas prosperado en todo, así como prospera tu alma”. Te invito a leer: “Todo Es Posible Para Dios”.
Lamentablemente creo que hoy se ha reducido el término bendición a
finanzas. La prosperidad de Dios tiene que ver con una buena comunión con él,
paz en tu matrimonio, temor de Dios en el corazón de los hijos, una ferviente
fe en Jesucristo nuestro Señor, y él derramando favor y bendiciones sobre toda
tu casa. Ningún padre quiere el mal para sus hijos, y así como el padre natural
quiere que sus hijos estén bien, el Padre Celestial también quiere que sus
hijos estén bien; pero el orden de prioridad celestial es: primero el reino de
Dios y su justicia, y lo demás vendrá por añadidura.
Dios honra a los que le honran. Pero vemos en el pasaje de hoy, que Satanás
paga para que lo adoren, Dios busca adoradores por amor. Todas las riquezas son
de Dios, pero no todas las riquezas del hombre, provienen de Dios. Recordemos
que la bendición de Dios no añade tristeza con ella. Jesús derrotó al tentador
y nosotros en Cristo podemos hacerlo.
Las luchas del cristiano, se originan en su ego (por eso desea fama, poder,
riquezas, vida desenfrenada e inmoral, etc). El camino de Jesús requiere
tiempo. El camino del éxito es la Cruz, porque esto es el verdadero éxito:
vivir para Dios, no para nosotros mismos. Evitemos la tentación de querer
demostrar poder, guardémonos del orgullo, de la arrogancia, del éxito sin
quebrantamiento o sin formación del Divino Maestro.
Jesús derrotó al tentador, con la integridad de su corazón y fortalecido en la Palabra de Dios, vemos que al tentador de responde:
Vete, Satanás, porque escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás y a él sólo
servirás”. El Padre manifiesta su aprobación y respaldo hacia Su Hijo, enviando
ángeles que le servían (Mt. 4:10-11).
Conclusión: Jesús venció, se hizo hombre, por eso nos
comprende y vive en nosotros, por él podemos vencer, y “fiel es Dios quien dará
con la tentación juntamente la salida”. Sometamos todo nuestro corazón al Señor
y pidamos su fortaleza: Amado Jesús danos tu fuerza para permanecer firmes y
vencer toda tentación. Amen.
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)
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