EL MANÁ ESCONDIDO Y LA PIEDRECITA BLANCA
A la iglesia vencedora Dios le promete
recompensa. Es muy interesante esta verdad, y debemos tenerla en cuenta, pues
vemos que Dios anhela recompensar a sus hijos, además vemos que ningún esfuerzo
es en vano.
Dios premia o recompensa a quienes se esfuerzan y procuran agradarlo, Dios honra a los que le honran (aquí en la tierra y en el reino venidero)…
Dios premia o recompensa a quienes se esfuerzan y procuran agradarlo, Dios honra a los que le honran (aquí en la tierra y en el reino venidero)…
“El que tiene oído, oiga
lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná
escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un
nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe” Apoc. 2:17.
La victoria comienza en el oído (“el
que tiene oído, oiga”). Muchas y grandes batallas, muy buenos negocios,
gobiernos, ministerios y vidas se han perdido por no oir bien, o por escuchar
pero hacer las cosas a la manera de los hombres y no a la manera de Dios. Por eso
recordemos que la Biblia nos dice: “oirá el sabio y aumentará el saber”.
Al vencedor se le promete el maná
escondido y un nombre nuevo. El maná nos recuerda la provisión de Dios para
Israel en el desierto, y Jesús mismo dijo al respecto: “Vuestros padres
comieron el maná en el desierto y murieron. Yo soy el pan de vida, si alguno
comiere de este pan, vivirá para siempre” Jn. 6:48-51.
El texto de hoy nos habla del “maná
escondido”, es decir el maná que ha estado en secreto, el que ha estado oculto,
nos habla de “los tesoros escondidos, los secretos muy guardados” Is. 45:3, revelaciones
nuevas y gloriosas “del misterio de Dios el Padre, y de Cristo”, en términos de
Pablo “palabras inefables que no le es dado al hombre expresar”.
Pero que en nuestro estado de gloria es decir cuando recibamos el cuerpo glorificado, podemos recibir y entender, el maná escondido es aquello que está guardado para que los hijos de Dios tomen y disfruten.
La piedrecita blanca nos recuerda en
aquellos tiempos los juicios: la blanca significaba absuelto, la negra indicaba
condenación (entonces nos dice que en Cristo hemos sido plenamente justificados
de toda culpa o condenación).
En otras ocasiones se usaban ciertas piedras como identificación especial para ingresar a los festivales (hablamos entonces del acceso a la plenitud de todas las bendiciones establecidas por Dios para sus hijos).
En otras ocasiones se usaban ciertas piedras como identificación especial para ingresar a los festivales (hablamos entonces del acceso a la plenitud de todas las bendiciones establecidas por Dios para sus hijos).
El nombre nuevo nos habla de un nuevo
tiempo, un nuevo carácter, una nueva relación más íntima y fuerte con Dios, un
nuevo llamado y servicio especial y glorioso (esto lo vemos cuando a varios
Dios les cambió el nombre, por ejemplo: Abram, Jacob, Simón, Saulo de Tarso,
etc).
Conclusión:
Dios tiene grandes tesoros y bendiciones para sus hijos, él espera la fidelidad
de los suyos, él espera disposición y búsqueda por parte de su iglesia. Su voluntad
es honrar y bendecir a sus hijos.
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)
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