EN DIOS NO HAY CASUALIDADES SINO PROPÓSITOS
Jesucristo no sólo marcó la historia, él es el referente para un antes
y un después. Jesús da inicio a un nuevo comienzo. De hecho Su ministerio fue
el inicio de un mensaje completamente nuevo en tierras palestinas y para el
mundo.
Al ser hijos de Dios somos llamados a cumplir esos grandes planes que el Señor diseñó desde antes de la fundación del mundo. No somos una persona más en el mundo, no somos una casualidad, somos el resultado de un diseño o plan celestial…
Al ser hijos de Dios somos llamados a cumplir esos grandes planes que el Señor diseñó desde antes de la fundación del mundo. No somos una persona más en el mundo, no somos una casualidad, somos el resultado de un diseño o plan celestial…
EN DIOS NO HAY CASUALIDADES SINO PROPÓSITOS
“Cuando Jesús oyó que
Juan estaba preso, volvió a Galilea; y dejando a Nazaret, vino y habitó
en Capernaúm, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí” Mateo
4:12-13
El verdadero éxito de un hijo de Dios no
consiste en los bienes que posee. Ante Dios éxito es hacer Su voluntad, es
cumplir con aquello para lo cual fuimos creados. Un hijo de Dios exitoso es
aquel que camina en la voluntad del Señor. Esto implica una formación y
crecimiento diario de la mano de Dios.
Crecer es parte de la vida del hijo de Dios. El texto de hoy nos enseña
que Jesús sale de Nazaret y va a Capernaúm (esta ciudad se convierte en la
ciudad sede de su ministerio). Al considerar la vida de Jesús vemos que
ésta se desarrolla básicamente en cuatro ciudades y cada una de ellas con un
significado hermoso el cual nos enseña muchas cosas, pues en Dios no hay
casualidades sino propósitos:
a) Jesús nace en Belén,
palabra que significa: Casa de pan (porque Jesús es el pan vivo que descendió
del cielo y verdadero alimento para el hombre). Por eso es Jesús el único que
puede saciar el hambre de amor y propósito del corazón humano.
b) Crece en Nazaret,
palabra que significa: vástago, brote que florece (es el lugar donde Jesús
crece y se forma como judío). Nos habla del fundamental tiempo o periodo en la
vida del creyente donde es formado y equipado para hacer la voluntad de Dios.
c) Establece su sede en
Capernaúm, palabra que significa: Ciudad de consuelo (Jesús realizaba sus giras
evangelísticas por todo Israel sobre todo en Galilea y volvía allí. En
Capernaúm Jesús realizó muchos milagros, allí venían muchos enfermos y
endemoniados, y recibían libertad y sanidad). Nos habla esto entonces del
ministerio de consuelo de Jesús para la humanidad afligida y cautiva en el
pecado. Ministerio que continúa el Señor a través de Su iglesia.
d) Jesús muere en
Jerusalén, palabra que significa: ciudad de paz. Porque Jesús al entregar su
vida en la cruz, llevó el juicio por nuestros pecados e hizo la paz entre Dios
y los hombres.
Todo esto nos enseña que el cristiano debe
avanzar en cada una de etapas que el Padre Celestial ha diseñado y preparado
para él. Jesús no escogió la ciudad para nacer, ni aquella en la cual había de
crecer, él se sometió a la voluntad de la Autoridad en el cielo.
Jesús pasa del lugar de crecimiento, al lugar de formación y equipamiento, y luego a la obra que Dios tenía reservada para él; así mismo nuestra vida debe avanzar, paso a paso, hacia la buena voluntad de Dios. Recuerda en Dios no hay casualidades sino propósitos.
Jesús pasa del lugar de crecimiento, al lugar de formación y equipamiento, y luego a la obra que Dios tenía reservada para él; así mismo nuestra vida debe avanzar, paso a paso, hacia la buena voluntad de Dios. Recuerda en Dios no hay casualidades sino propósitos.
Debemos avanzar de acuerdo a la Palabra del Señor, Mateo 4:14-16. La
Biblia nos dice que “Para que se
cumpliese lo dicho por el profeta Isaías…”. Conforme estaba en la
Palabra de Dios el Señor Jesús caminó y vivió. Esto nos enseña la importancia
de la obediencia, de ver nuestras situaciones cómo el Señor las ve.
El Señor Jesús no buscó la grandeza en la ciudad de Jerusalén (que era
la ciudad capital, allí estaba el Templo, era la cuna de la religión y sus
autoridades, estaban las multitudes y los “señores”, era el lugar del comercio
principal, etc) y eso hubiera sido lo lógico, pero Jesús anduvo según la
dirección del Padre Celestial. Jesús vino a habitar en Capernaúm, ciudad de
Galilea.
Cuando caminamos en la voluntad de Dios, los poderes de las tinieblas
retroceden. El contexto bíblico nos enseña que desde el mundo espiritual, está
región estaba dominada y afligida por las fuerzas de las tinieblas, pues sus
habitantes estaban en “región de sombra de muerte” y los resultados se
evidenciaban en la multitud de enfermos allí, además de los lunáticos,
afligidos por espíritus inmundos y la ruina integral de dicha región.
Pero no casualmente fue el lugar que Jesús escogió para iniciar Su
poderoso y hermoso ministerio, también de allí escogió sus primeros discípulos.
La región olvidada por muchos, vino a ser la principal, pues multitudes venían
a escuchar a Jesús y recibir su poder.
Esto es lo que Dios hace, el restaura y repara lo que ha sido dañado, restituye lo que ha sido rechazado y honra lo que los hombres han desechado. Bendito sea nuestro Dios.
Esto es lo que Dios hace, el restaura y repara lo que ha sido dañado, restituye lo que ha sido rechazado y honra lo que los hombres han desechado. Bendito sea nuestro Dios.
Reflexión final: Dios tiene grandes planes con cada uno de sus hijos, tal vez haya que
superar obstáculos y derrotar la oposición, pero Aquel que te llamó también te
respaldará, él no te decepcionará. Ahora somos hijos de Dios y en él no hay
casualidades sino propósitos.
(Escrito por Pastor
Gonzalo Sanabria)
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