LA SERPIENTE QUE MOISÉS LEVANTO Y LA CRUZ DE JESÚS
(Pastores
Gonzalo y Andrea Sanabria)
Según Números
21, “Moisés oró por el pueblo”, esto nos recuerda la importancia de hablar con
Dios. Moisés perdonó a Israel, aunque habían hablado mal de él, él hablo bien
de ellos, demostró su perdón al interceder por ellos. Aplicó lo que Jesús luego
enseñaría: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, orad por
los que os ofenden y os persiguen” (Mt. 5:44).
No permitas que tu corazón se cargue con decepciones o tristezas, ve a Jesús y encomienda en sus manos todas las cosas…
No permitas que tu corazón se cargue con decepciones o tristezas, ve a Jesús y encomienda en sus manos todas las cosas…
LA SERPIENTE QUE MOISÉS LEVANTO Y LA CRUZ DE
JESÚS
“Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por
haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros
estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una
serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y
mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre
una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de
bronce, y vivía” Números 21:7-9.
La fe debe
acercarnos a Dios, y en éste proceso el arrepentimiento es fundamental. Con
humildad debemos volvernos a Dios, y reconocer lo malo. En éste caso Israel
había murmurado contra Dios y contra Moisés. Recordemos que cuando hablamos mal
de un hermano, o de una autoridad en la tierra, estamos cerca de hablar mal de
la autoridad en el cielo.
Confía en
el poder de Dios. Dios es nuestro proveedor: él les dio agua, maná en el
desierto, y les proveyó la serpiente de bronce. Nuestro Dios es Todopoderoso,
salvador, restaurador… “Lo que es imposible para el hombre es posible para
Dios”.
Una mirada
de fe los sanaba, “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es
necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”, Juan 3:14-15, nos enseña que está
serpiente era una figura de Cristo, que sería levantado en una cruz para salvación
de todo aquel que en él crea.
En el tabernáculo
se usaron muchos materiales, entre ellos: la madera (representa la humanidad de
Jesús), el oro (representa la divinidad), la plata (representa la redención). El
bronce (representa el juicio, los cuatro cuernos del altar del holocausto eran
de bronce y eran cubiertos de sangre).
La serpiente era de bronce, material que es símbolo de juicio, juicio que llevó el Señor en la cruz por nosotros. (Puedes ampliar el concepto del tabernáculo en “El Tabernáculo Casa para Dios”).
La serpiente era de bronce, material que es símbolo de juicio, juicio que llevó el Señor en la cruz por nosotros. (Puedes ampliar el concepto del tabernáculo en “El Tabernáculo Casa para Dios”).
Además
dice el texto en Juan: “para que no se pierda”, sin duda alguna la mayor
pérdida, no es la del negocio, ni la inversión que se esfumó, ni el vehículo
que se perdió, la mayor tragedia para el hombre, es estar eternamente separado
de Dios…
Reflexión final: En todo tiempo
debemos confiar en Dios, cuidar nuestras palabras para no pecar contra Su
voluntad, y no permitir al enemigo entrar en nuestro campamento y causar daños
dolorosos. Mira a Jesús en medio del camino difícil, en medio del desierto, en medio
del cansancio, levantar los ojos al cielo es el primer paso para continuar en
la voluntad de Dios.
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Recuerden: las 70 semanas no son para la humanidad, son para el pueblo de Israel y tuvieron su fin cuando Los Hebreos salieron de Babilonia. Era un castigo por haber violado la ley de dejar descansar la tierra y los 70 años en cautiverio, al cumpliese se cumplieron las 70 semanas. "70 semanas están decretadas para tu pueblo"
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