EL SELLO DEL ESPÍRITU SANTO
(Pastores Gonzalo y Andrea Sanabria)
“Sellados
con el Espíritu Santo” es una referencia simbólica al sello usado antiguamente
con y en diferentes materiales, para autenticar, legalizar, dar legitimidad y otorgar
protección con una marca exclusiva. Dios levantó a Enoc, a Elías, y por el
Espíritu Santo levantó a Jesús, y levantará a su Iglesia. Consideremos en éste
momento las palabras del apóstol Pablo por el Espíritu:
Efesios
1:13-14, “En él también vosotros… habiendo creído en
él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las
arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida”. Veamos varias cosas en el pasaje de hoy:
EL SELLO DEL ESPÍRITU SANTO
1. “Fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa”: se le llama aquí el Espíritu de la promesa, pues su venida fue el
cumplimiento de una promesa (Joel 2:28-29).
2. El apóstol Pablo usa dos elementos aquí para
relacionar la presencia del Espíritu Santo en nosotros:
a. El sello: usado en la antigüedad y por lo
menos indicaba tres cosas: autenticar algo como genuino; asegurar algo, e
indicar derecho de propiedad (por tanto la presencia del Espíritu Santo en el
creyente es la señal o prueba de que pertenece a Dios).
b. El sello es puesto sobre una cosa de valor y denota una transacción terminada, como así también algo que es genuino,
incambiable y de gran valor. En los tiempos de la Biblia el sello demostraba la propiedad, daba autoridad y prometía seguridad. Véase Daniel 6.17. El Espíritu mismo es el sello que Dios
el Padre pone en el corazón del creyente a fin de asegurarle la certeza de una
transacción completa.
c. Las arras: término legal y comercial, era un
depósito inicial, un primer abono o una cuota inicial (es pues, el Espíritu
Santo una bendición y goce anticipado del reino venidero).
3. La frase: “hasta la redención de la posesión
adquirida”, está en relación con el sello (Antiguamente podía un hombre enviar
a su siervo a comprar madera, y era sellada con la marca del señor, luego venían
por ella y era tomada sólo aquella que tenía el sello). Es una figura que nos
habla del momento cuando el Señor levantará a los suyos, los muertos en Cristo
resucitarán primero y luego nosotros los que vivamos, y estaremos para siempre
con el Señor.
Reflexión
final: Dios creo las
aves para los aires, los peces para las aguas, y creo al hombre para estar con
él. Por eso el hombre es un ser extraño en el infierno, pues éste lugar fue
creado para el diablo y sus ángeles. Dios te ama, y te cuida, pues eres de gran
valor para él.
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