LA RESTAURACIÓN DE JUAN MARCOS EL EVANGELISTA (Devocional No. 068)
(Pastores Gonzalo y Andrea Sanabria)
El plan de
salvación del ser humano es en realidad un plan de restauración. Dios creó al
hombre a su imagen y semejanza, le encomendó multiplicarse (es decir, llenar la
tierra de hombres y mujeres a imagen y semejanza de Dios), le delegó la
administración o gobierno de la tierra y el cuidado de ésta.
Ante la caída de Adán y Eva, Dios comienza a desarrollar su plan de salvación de salvación o restauración, con el cual desea hijos a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, discipular todas las naciones y que sea establecido su gobierno o reino aquí en la tierra. Así pues, nuestro Dios es restaurador por excelencia; aquel gran escritor del evangelio de San Marcos es el resultado de una restauración…
Ante la caída de Adán y Eva, Dios comienza a desarrollar su plan de salvación de salvación o restauración, con el cual desea hijos a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, discipular todas las naciones y que sea establecido su gobierno o reino aquí en la tierra. Así pues, nuestro Dios es restaurador por excelencia; aquel gran escritor del evangelio de San Marcos es el resultado de una restauración…
LA RESTAURACIÓN DE JUAN MARCOS EL EVANGELISTA (Devocional
No. 068)
“Después de
algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas
las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo
están. Y Bernabé quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía por
sobrenombre Marcos; pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que
se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra”,
Hch. 15:36-38.
Dios restaura
al que ha retrocedido. Un siervo que retrocedió fue Juan Marcos. Él fue un
discípulo que empezó su formación ministerial al lado de Pablo y Bernabé, y a
la mitad del primer viaje misionero se devolvió (quizá por cansancio, miedos,
crisis emocional, desesperanza, tentaciones, etc.).
Juan Marcos no renunció a su fe, pero si al llamado que Dios le hacía, era muy joven y su camino ministerial apenas comenzaba. Ahora era necesaria la restauración en su vida.
Juan Marcos no renunció a su fe, pero si al llamado que Dios le hacía, era muy joven y su camino ministerial apenas comenzaba. Ahora era necesaria la restauración en su vida.
Seguramente al
comenzar su servicio a Dios, Juan Marcos lo hizo con gran pasión y expectativa,
como es normal en alguien que ha nacido de nuevo y experimenta ese profundo
anhelo por servir a Dios.
Pero un corto tiempo después, la Biblia no describe la razón, Juan Marcos no pudo continuar. Esta actitud no fue bien vista por el apóstol Pablo, quien se disgustó pues tenían una gran labor misionera que desarrollar.
Pero un corto tiempo después, la Biblia no describe la razón, Juan Marcos no pudo continuar. Esta actitud no fue bien vista por el apóstol Pablo, quien se disgustó pues tenían una gran labor misionera que desarrollar.
Al parecer
Bernabé ha acompañado a Juan Marcos en su restauración, enseñándole con amor, y
paciencia, equipándolo para el ministerio y las tentaciones, y ahora quiere llevarlo de nuevo a la
obra misionera, pero Pablo no piensa igual, la diferencia entre ellos es tal
que se separan, y Pablo se va con Silas y Bernabé se va con Juan Marcos.
Pero vemos que finalmente Dios restauró a
Juan Marcos, llevándolo al cumplimiento de su diseño, y es el mismo apóstol
Pablo quien lo reconoce, al solicitarle a Timoteo que lo involucre en el
ministerio misionero, “Sólo Lucas
está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el
ministerio”, (2 Tim.
4:11).
El apóstol Pablo reconoce ahora el buen
trabajo de Bernabé en la restauración de Juan Marcos, y ahora es fundamental su
aporte y trabajo en la labor apostólica (pues hay muchas iglesias que atender).
Según la tradición, Juan Marcos, el que un día renunció, Fue usado por Dios y:
1. Fundó la iglesia de Alejandría en Egipto,
2. Fundó una Escuela Bíblica allí,
3. Es el escritor del Evangelio según San
Marcos (su fuente fue el apóstol Pedro, Juan marcos era “hijo espiritual” de
él).
Reflexión final: El plan de Dios con cada uno es especial y hermoso, a pesar de todo lo que
ha pasado, o pueda pasar, no consideres volver atrás, fortalécete en Dios y
persevera, al final el plan de Dios se cumplirá, no importa que los demás no
crean, y aunque tal vez tu propia mente
diga “no es posible”, prosigue a la meta. Renuévate en Dios, entra en Su presencia
y permite a Dios obrar en tu corazón. Él es restaurador por excelencia.
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