Dios nos ha equipado para vencer
Sermón: Dios
nos ha equipado para vencer.
La
carta a los Efesios nos enseña, entre otras cosas, la realidad de la batalla
espiritual. Por eso nos dice en Efesios 6:11-12 “Vestíos de toda la armadura de
Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no
tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, potestades…”.
Una
faceta importante de la vida cristiana es la batalla espiritual. Por eso el
cristiano debe estar preparado y el Señor mismo le ha equipado para caminar en
victoria. La armadura de Dios nos muestra la poderosa provisión para el
cristiano.
La
expresión “Fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza” nos recuerda que
separados de Dios nada podemos hacer, entonces somos fuertes y capaces en
Cristo. Nada ni nadie es más grande que nuestro Dios.
Vestir
la armadura es hacer nuestro lo que Cristo ya conquistó en la cruz del
calvario. Esa revelación permite al cristiano estar firme contra los ataques
del diablo. Hablamos de una lucha espiritual, la mayoría de las veces
intangible, pero toda ella real.
También
se revelan aquí las diferentes categorías demoniacas y “por tanto, tomad toda
la armadura de Dios” es decir conscientes de esta realidad debemos apropiarnos
de lo que Dios nos ha dado.
En
éstos versículos básicamente se describe la vestimenta del soldado romano, y
cada uno de sus componentes recibe una aplicación espiritual.
Es
muy interesante, tener en cuenta que la mayoría de las partes descritas son de
naturaleza defensiva (pues en Cristo ya tenemos la victoria), y la única arma
ofensiva es la palabra de Dios (la cual se presenta como una poderosa
espada). Hemos sido equipados por Dios
para avanzar en victoria.
Escrito
por Pastor Gonzalo Sanabria.
Te invito a leer: No te desanimes, Dios te fortalece
Compartimos contigo el comentario
bíblico de la Carta del apóstol Pablo a los Efesios:
Efesios capítulo 1
Saludo de Pablo (1:1-2).
a) El apóstol Pablo así como lo
hace en otras cartas, aquí destaca que fue escogido por Dios para el oficio
apostólico. Él se dirige a los “santos y fieles que están en Éfeso” frase que
nos recuerda que somos santos es decir escogidos o separados para Dios, y esa
conciencia y condición genera fidelidad. “En Éfeso” pues somos un solo cuerpo
en Cristo sin importar la ubicación geográfica.
b) “Gracia y paz a vosotros”
palabras que tienen un significado y secuencia muy importante. La gracia sin
duda nos habla de Cristo y de su obra mediante la cual por fe alcanzamos perdón
y vida eterna, sin obras.
c) La paz es precisamente el
resultado de la reconciliación entre el hombre y Dios en Cristo Jesús, paz que
debe llenar y gobernar nuestro corazón todos los días.
Escogidos por el Padre celestial (1:3-6).
a) Dios nos ha bendecido con
toda bendición, entonces es mérito del cristiano conocer y vivir la bendición,
pues el texto no nos dice “bendecirá” sino que nos ha bendecido. Así como Pablo
bendice a Dios nosotros debemos bendecir a Aquel que nos ha dado todo.
b) “En los lugares
celestiales en Cristo” esta expresión sólo se usa en la Carta a los
Efesios, la hallamos en cinco ocasiones. Se refiere al ámbito de nuestra
asociación en Cristo, y como en él tenemos vida, provisión y autoridad. Veamos
las citas y la relación que allí vemos:
Ø Efesios 1:3 nos indica
ámbito de bendición dada por Dios.
Ø Efesios 1:20 ámbito de
fuerza de Dios y victoria.
Ø Efesios 2:6 ámbito de poder
de resurrección y autoridad.
Ø Efesios 3:10 indica espacio
de declaración de la revelación por parte de la iglesia.
Ø Efesios 6:12 nos habla del
espacio de la batalla espiritual.
c) La
elección divina debe ser un motivo de gozo para el cristiano y no fuente de
discordias teológicas. En Cristo fuimos escogidos antes de la fundación del
mundo y se nos revela el propósito: “para que fuésemos santos y sin mancha”,
entonces abusar de la gracia y convertir la libertad en libertinaje no es otra
cosa que una trampa del diablo.
d) Es
muy importante destacar según el versículo cinco que Dios lo ha hecho por amor
para hacernos hijos suyos. Por eso en el versículo seis se levanta una
adoración a Dios quien por su gracia en el Amado (Jesucristo el Señor) extiende
su misericordia sobre el hombre pecador cuya sentencia era la condenación
eterna, pero ahora lo hace hijo suyo.
Redimidos por Jesucristo (1:7-12).
a) El precio de nuestra
redención (rescate o liberación) fue la sangre preciosa de Jesús, y destaca
nuevamente la ausencia de obras y méritos del hombre destacando las riquezas de
su gracia, la cual no tiene límites.
b) En el versículo nueve Pablo
nos dice que Dios se propuso un misterio que ahora nos revela (según el
versículo diez) el cual es “reunir todas las cosas en Cristo… las que están en
los cielos como las que están en la tierra”. Es por eso que el cristiano acorde
a la mente de Dios dará a Cristo la preeminencia en todo.
c) El versículo once nos
permite ver claramente la soberanía de Dios. Sin duda esa soberanía no cancela
la responsabilidad humana, más bien su soberano amor nos llama a seguir su
voluntad buena, perfecta y agradable. Caminar en esa voluntad es la mejor
adoración.
Sellados por el Espíritu Santo de la promesa
(1:13-14).
a) En el momento en que oímos
la palabra de verdad, el mensaje de salvación, y por haber creído en él de
manera simultánea recibimos la salvación y el sello del Espíritu Santo.
b) Debemos tener en cuenta que
el sello indica propiedad, seguridad y garantía. El sello es el mismo Espíritu
Santo de la promesa, y de la promesa porque Dios lo dijo a través de sus
profetas varias veces en el Antiguo Testamento, y luego por boca de su Hijo
Jesús.
c) Cuando nos dice que el
Espíritu Santo es “las arras de nuestra herencia” quiere decir que él es la
prenda de garantía que todo lo demás que se ha prometido se cumplirá. Entonces
Cristo nos compró con su sangre y nos ha dado su Santo Espíritu indicando que
así como inició esta maravillosa salvación no terminará hasta completarse.
El espíritu de sabiduría y de revelación
(1:15-17).
a) Es muy importante destacar
la naturaleza de la oración de Pablo pues principalmente ora por el crecimiento
y bienestar espiritual de los creyentes en Éfeso. Entonces no debemos rogar
sólo por la salvación de las personas, sino por su crecimiento y fortaleza en
Dios después de ser cristianos.
b) En éste caso Pablo nos
revela el pedido de su oración: “que Dios les dé espíritu de sabiduría y de
revelación”. Espíritu necesario no sólo para saber sino para alcanzar
revelación que transforma la vida práctica del cristiano.
c) No se trata de acumular
conocimiento en nuestra mente, sino de conocer a Dios para vivirlo desde
nuestro corazón. Que hermoso es ver aquí la trinidad: El Padre nos escogió, el
Hijo nos redimió y el Espíritu Santo nos selló.
Revelación que la iglesia debe tener (1:18-23).
A continuación Pablo nos
describe aquellas cosas que debemos conocer y vivir:
a) “La esperanza a que nos ha
llamado”: certeza absoluta de las bendiciones y bienes futuros y eternos.
b) “Las riquezas de la gloria
de su herencia”: bendiciones por gracia divina que el cristiano puede vivir y
experimentar ahora.
c) “La supereminente grandeza
de su poder para con nosotros los que creemos”: poder de Dios que actuó en
Cristo y ahora actúa en el cristiano, manifestado de la siguiente manera:
Resucitó
a Cristo de los muertos (versículo 20a).
a) Sentó
a Cristo a la diestra del Padre en los lugares celestiales (versículo 20b).
b) Le
dio lugar de autoridad sobre todo poder y señorío y sobre todo nombre
(versículo 21).
c) Sometió
todas las cosas bajo sus pies (versículo 22a).
d) Lo
dio por cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo (versículo 22b-23).
Podemos
ver y concluir entonces, que la iglesia ocupa un lugar de privilegio y
autoridad sobre todo poder y autoridad del diablo y sus principados, ya que
éstos están “bajo los pies de Cristo” y nosotros su iglesia somos su cuerpo.
Estas
verdades deben ser reveladas al corazón de la iglesia, por esto ora Pablo, ya
que de esta manera la iglesia del Señor avanzará en victoria continua sobre los
poderes de las tinieblas los cuales están bajo sus pies.
Efesios capítulo dos:
Salvación por la gracia de dios
Nuestra vida antes de Cristo (2:1-3).
a) La muerte a la que se hace
referencia aquí es la espiritual, y esto se debe a los delitos y pecados antes
de Cristo, cuando nuestro estilo de vida era gobernado por la corriente de éste
mundo, es decir por el sistema de vida sin Cristo.
b) El príncipe de la potestad
del aire es una clara referencia a Satanás. Concluimos entonces que todo el que
está sin Cristo está muerto y anda según éste príncipe de las tinieblas, ésta
sujeto a la voluntad del diablo pues es quien opera en los hijos de
desobediencia (es decir hijos que desde Adán se han caracterizado por la
desobediencia).
c) El versículo tres nos
recuerda que antes de Cristo en nuestra vida así vivíamos. Sujetos a los deseos
de nuestra carne y de nuestros pensamientos (hablamos de esa naturaleza caída y
rebelde heredada de Adán). Aparece un triste y no deseado título “hijos de ira”
es decir aquellos sobre quienes ha reposado la ira divina por su continua
desobediencia.
La obra de Dios por amor (2:4-6).
a) Se destaca la ilimitada
misericordia de Dios, quien por amor hacia nosotros estando muertos
espiritualmente y por su gracia nos dio vida en Cristo, pues debe mantenerse
claro siempre que Jesucristo es la resurrección y la vida.
b) Debemos considerar varias
acciones de Dios hacia nosotros que en éstos versículos nos son reveladas,
acciones por su amor:
Ø Versículo 4 “nos amó”.
Dios es amor y aquí presenta su amor hacia nosotros antes de que le
conociéramos, por ese amor envío a su Hijo a morir por nosotros.
Ø Versículo 5 “nos dio vida”.
Precisamente cuando estábamos muertos, alejados y ajenos a la vida de Dios.
Ø Versículo 6 “con él nos
resucitó”. La resurrección de los muertos es columna de nuestra fe, y al
estar muertos espiritualmente cuando Cristo llega a un corazón lo resucita dándole
la nueva vida.
Ø Versículo 6 “nos hizo
sentar en lugares celestiales con Cristo”. La palabra “sentar” es muy
importante en ésta epístola e indica la nueva posición que tenemos en
Cristo.
La abundante riqueza de su gracia (2:7-10).
a) Dios ha determinado que su
iglesia sea una evidencia eterna de su gracia. La frase “abundantes riquezas de
su gracia en su bondad” nos expresa una obra basada en su ilimitado amor y una
bondad tan amplia que la mente humana no alcanza a abrazar.
b) El Espíritu Santo mediante
las Escritura nos recuerda una y otra vez que somos salvos por su gracia sin
obras. En primer lugar porque las obras no nos limpian de pecado y en segundo
lugar para que nadie se gloríe en sí mismo, pues toda la gloria es de Dios.
c) “Somos hechura suya” para
buenas obras que fueron diseñadas desde antes de la fundación del mundo. Cada
creyente es el resultado de un plan celestial. La palabra “hechura” se traduce
del término griego “poiema” de donde se deriva la palabra castellana poema. No
está mal entonces decir que somos una
poesía de Dios, una obra de arte del Señor.
Los gentiles sin Cristo (2:11-12).
La palabra de Dios nos
enseña que antes de venir Cristo los gentiles (no hebreos) eran llamados
“incircuncisos” calificativo que menospreciaba a los que no estaban bajo el
pacto, ni pertenecían a la nación de Israel. Ajenos a Dios, al cual sólo se le
podía conocer por medio de Israel.
Judíos y gentiles unidos en Cristo (2:13-18).
En contraste con la porción
anterior, vemos que los que estaban lejos “ahora son cercanos por la sangre de
Jesús”. Cristo vino a ser nuestra paz y quitó la pared de separación (probable
alusión a la pared que separaba a los gentiles de los judíos en el templo).
Mediante la cruz, nos enseña
la Escritura, el Señor los une en un solo cuerpo, por eso a los unos y a los
otros (judíos y gentiles) les fueron anunciadas las buenas nuevas.
La iglesia es como un gran edificio (2:19-22).
a) Se presenta ahora a la
iglesia como un gran edificio en construcción (somos templo de Dios). En
primera instancia se nos dice que somos edificados sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas, siendo Cristo la principal piedra del ángulo (así
llamaban los judíos a la piedra más importante en la construcción de una casa
pues unía los cimientos y las paredes).
b) Para asimilar mejor la
expresión “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas” es
necesario tener en cuenta que ellos recibieron de Dios la doctrina (esto es el
“fundamento”) sobre la cual se establece la iglesia en el primer siglo. Podemos
llamarlos “apóstoles y profetas fundacionales”, pues hoy también tenemos
apóstoles y profetas pero éstos no añaden nueva doctrina a la Biblia pues ésta
ya se completó.
c) Los cinco ministerios según
Efesios 4:11-13 siguen vigentes para equipar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo hasta que todos lleguemos
a la estatura de la plenitud de Cristo. Ya que éste proceso es continuo podemos
decir que los cinco ministerios estarán vigentes hasta la venida del
Señor.
EFESIOS CAPÍTULO TRES:
La revelación del misterio.
Dios depositó en Pablo un mensaje sagrado
(3:1-3).
a) Pablo se presenta aquí como
prisionero de Cristo (no sólo atrapado por él y servidor por amor) sino porque
a causa del mensaje que llevaba sufría prisiones, de hecho estaba prisionero en
Roma al escribir, y nos dice que esto era por causa de Cristo y de los
gentiles, pues él había sido enviado a éstos. El servicio a Dios implica
obstáculos que con su ayuda son superados.
b) Respecto al mensaje el
apóstol nos dice varias cosas: La gracia de Dios debía Pablo darla a conocer y
no guardarla para sí mismo; le fue declarada por revelación (enseña una vez más
que no fue por hombre). Tenía una gran responsabilidad delante de Dios pues él
debía administrar esa gracia.
El misterio revelado (3:4-7).
Debemos tener en cuenta que
la palabra misterio no se refiere a algo mágico, sino a una verdad que no se
había revelado o dado a conocer antes. El misterio no era que la salvación
alcanzaría a los gentiles, sino que Dios formaría un solo cuerpo entre éstos y
los judíos. Pablo fue hecho ministro es decir uno que sirve, el apóstol siempre
se expresa al respecto con humildad.
El ministerio y la gracia de Dios (3:8-13).
a) Con frecuencia el apóstol se
expresa con humildad respecto a su llamado recordando su condición antes de
conocer Cristo y cómo perseguía a la iglesia del Señor. Dios le encomendó a
Pablo anunciar un mensaje lleno de la gracia divina y podía hacerlo no por sus
méritos humanos sino por la gracia del Señor.
b) El versículo diez nos
recuerda que los seres espirituales miran la iglesia como una manifestación de
la sabiduría de Dios. Entonces ángeles buenos y malos observan con sorpresa la
obra de Dios manifestada en los hombres redimidos.
c) En los versículos 12 y 13
Pablo nos enseña la importancia de la confianza en Dios y de acudir a su
presencia quien nos fortalece para perseverar en medio de la tribulación o la
dificultad a causa del servicio al Señor.
Segunda oración de Pablo (3:14-21).
Aquí se expone la segunda
oración de Pablo inspirada por el Espíritu Santo, en ella podemos ver las
peticiones del apóstol:
a) “Fortalecidos con poder”:
indica una obra interna del Espíritu Santo en relación directa con Cristo
habitando en cada corazón, lo que afirma al creyente en amor.
b) “Capacidad para
comprender… el amor de Cristo”: el apóstol ruega por una comprensión o
revelación de la poderosa magnitud del amor de Cristo, verdad que supera el
conocimiento ordinario y que conduce al ser humano a la plenitud de Dios.
EFESIOS CAPÍTULO CUATRO:
Llamados a andar como es digno de
Dios.
La unidad del Espíritu Santo (4:1-6).
a) Una vez más Pablo nos
recuerda que está encarcelado y esto es por la causa del Señor. El apóstol por
el Espíritu Santo hace un ruego o súplica (“os ruego”), vemos entonces que
aunque Dios tiene todo el derecho de dar mandamiento, él desea más bien una decisión
voluntaria, espera un servicio por amor. Nos llama a andar como es digno, esto
es vivir de un modo que responda a todo el bien que Dios nos ha hecho.
b) Las palabras “humildad,
mansedumbre, paciencia, amor, etc” son virtudes completamente opuestas a la
obras de la carne, y tristemente en muchas ocasiones escasas en la iglesia.
c) Es el Espíritu Santo quien
genera en el cristiano estas virtudes, y él requiere que rindamos nuestro
corazón a su obra. Son precisamente éstas cosas las que permiten guardar la
unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
d) Debemos tener en cuenta que
Pablo no pide hacer la unidad, sino mantenerla. Dios mismo ha levantado un
cuerpo cuya cabeza es Jesucristo el Señor, cuerpo compuesto por todos los
redimidos por la sangre del Cordero de Dios. Hemos sido insertados (bautizados)
en el cuerpo por obra del Espíritu Santo.
Jesucristo ascendido da dones a su iglesia
(4:7-10).
a) La expresión “dio dones a
los hombres” indica que los dones son las personas mismas con distintas
capacidades que él ha dado a su iglesia.
b) El descender a las partes
más bajas de la tierra y luego subir por encima de todos los cielos nos habla
de su descenso al corazón de la tierra tres días y tres noches y de su
ascensión después de resucitar.
Propósitos de Cristo con los ministerios
(4:11-16).
a) Jesucristo ascendido
constituyó los cinco ministerios. La palabra “constituir” se traduce del griego
“didomi” término que significa además: dar, conceder, confiar, entregar,
permitir la experiencia. Entonces Jesús concede o entrega los cinco ministerios
a la iglesia con varios propósitos, veamos:
Ø “Perfeccionar” esto es
equipar o capacitar a los santos para la obra del ministerio.
Ø “Edificar” al cuerpo de
Cristo, esto es desarrollar y fortalecer la iglesia del Señor.
Ø “Hasta que todos
lleguemos... a la estatura de la plenitud de Cristo” nivel que nos indica que
siempre estarán presentes los cinco ministerios hasta que el Señor vuelva por
su iglesia.
b) Un llamado a la madurez y a
la unidad lo vemos en los versículos 14-16, en los que vemos como los
ministerios trabajando bajo dirección del Espíritu Santo afirmaran a los santos
para que no sean engañados por doctrinas de error, sino que por el contrario
crezcan siguiendo la verdad en amor, y todos según la actividad propia dada por
Dios crezcamos edificados en amor.
El andar sin Cristo (4:17-19).
a) La expresión “ya no andéis
como los otros gentiles” nos recuerda que somos pueblo de Dios y que nuestra
vida es diferente ahora. Hay varios términos a través de los cuales Pablo nos
describe el andar o la vida sin Cristo.
b) La persona es esclava de sus
razonamientos vanos o sin valor delante del Señor, las tinieblas gobiernan su
sistema de pensamiento, y debido a su resistencia a Dios y a su verdad viven
ajenos a él, terminan siendo insensibles e insaciables de impureza.
Desecha lo viejo y toma lo nuevo (4:20-24).
a) Escuchar las palabras de
Jesús y considerar su vida como referencia debe generar una transformación en
el diario vivir de los oyentes. En la pasada manera de vivir nada bueno hay,
más bien debemos despojarnos de ella.
b) Vemos que la renovación de
la mente juega un papel muy importante que está estrechamente relacionado con
el nuevo hombre (nueva vida en Cristo).
Viviendo la palabra (4:25-32).
a) Aquí el Espíritu Santo nos
presenta un listado de actitudes y acciones que debemos evitar o cosas de las
cuales nos debemos despojar. Hablamos de cosas como la mentira, la ira, el
robo, palabras corrompidas, amargura, gritería, etc.
b) Toda la revelación que hasta
aquí el Señor ha dado no debe quedarse en la mente sino que debe provocar una
verdadera transformación y andar como es digno de Dios.
c) Este conjunto de cosas y
otras más contristan (el término griego usado aquí indica causar tristeza o
dolor) al Espíritu Santo. Debemos tener cuidado con esto, pues no queremos
apagar su obra en nuestra vida, ya que con él fuimos sellados para el día de la
redención.
d) Debemos también destacar
aquellas actitudes o acciones que Dios espera de nosotros, por ejemplo: debemos
hablar verdad con el prójimo, trabajar con diligencia, hablar palabras que
edifiquen, ser bondadosos, y perdonar a los demás como Dios nos perdonó en
Cristo.
EFESIOS CAPÍTULO CINCO
Una genuina conducta cristiana
Llamados a ser imitadores de Dios (5:1-7).
a) Como los niños aprenden a
hacer las cosas imitando a sus padres, así nosotros debemos imitar a Dios.
Andar en amor es aquello que por naturaleza misma llevará al cristiano a
apartarse de lo malo, y vivir como conviene a los santos. Vemos pues que el
amor de Dios y la santidad caminan de la mano.
b) Las palabras deshonestas,
necedades y truhanerías, hacen referencia a vulgaridades y palabras groseras y
obscenas. También nos enseña la Biblia aquí que la avaricia es idolatría, todas
estas cosas hacen que el cristiano pierda la herencia en el reino de Cristo y
de Dios.
c) Debemos cuidarnos entonces
de no cambiar la bendición de Dios (la terrenal y la celestial) por un arrebato
o por una satisfacción temporal que a la postre sólo trae fracaso y dolor.
El cristiano debe caminar en luz (5:8-14).
a) Una vez más se nos recuerda
que nuestra nueva situación y posición en Cristo debemos tenerla presente, pues
ésta es base de nuestra conducta.
b) La naturaleza misma del
Espíritu Santo en nosotros, esto es su santidad, genera en el cristiano un
deseo profundo de hacer lo que a Dios le agrada.
c) La nueva vida en Cristo hace
que el creyente se convierta en una reprensión misma para las tinieblas. La luz
de Dios hace que lo oculto se haga evidente, las tinieblas y la muerte
retroceden ante la luz de Cristo. Caminar en verdad y luz derriba el poder de
las tinieblas.
La verdadera sabiduría es poner por obra la
voluntad de Dios (5:15-17).
a) Cuando la Biblia nos habla
aquí de “un andar diligente”, nos habla de un andar sabio y prudente. Es un
andar preciso y exacto.
b) Lo que requiere depender de
la sabiduría que sólo viene de Dios, al comprender su voluntad y ponerla por
obra el cristiano puede estar seguro no sólo de la bendición de Dios, sino de
haber agradado su corazón.
La llenura del Espíritu Santo (5:18-20).
a) El que se embriaga con vino
actúa de manera incorrecta, mientras que el que se llena del Espíritu Santo
andará conforme a la voluntad poderosa de Dios.
b) La frase “Sed llenos del
Espíritu” también indica o quiere decir: “llenaos continuamente del Espíritu”.
Nos recuerda que en la medida en que más nos rindamos a Dios, mayor será el
fluir del Espíritu Santo en el creyente.
c) El texto nos muestra que la
llenura del Espíritu Santo en el cristiano se hace evidente a través de la
alabanza y la acción de gracias.
d) No sólo habla sólo de cantar
literalmente, pues además el texto dice “en vuestros corazones” aquí hablamos
entonces de aquella actitud que no se queja ni murmura contra el Señor, más
bien se somete a su buena voluntad. Un corazón lleno del Espíritu Santo puede
“dar siempre gracias por todo a Dios”.
La vida entre esposos (5:21-33).
a) Es muy interesante tener en
cuenta que venimos hablando de la conducta que Dios espera de sus hijos, y el
pasaje inmediatamente anterior nos ha hablado sobre la importancia de la
llenura del Espíritu Santo. Estas realidades se evidencian en primer lugar en
nuestra familia.
b) Dios ha establecido el
matrimonio como modelo ideal para la familia. El mutuo respeto es base esencial
para el buen funcionamiento del hogar, y todo esto debe ocurrir en el marco del
temor de Dios, es decir todos debemos ser conscientes que nos conducimos delante
del Señor, su presencia mora en nuestra casa.
c) El pasaje nos permite ver
varias responsabilidades que Dios ha encomendado al esposo:
Ø Ser cabeza de su casa
(administrar o dirigir el hogar será tan exitoso como el esposo dependa de
Cristo, quien es su cabeza. Así pues esto es una gran responsabilidad para el
varón).
Ø Amar a su esposa (asunto que
requiere llenarse del amor de Dios, pues él es la fuente de todas las cosas).
Ø Debe tratar a su esposa con
bondad, ternura y sumo cuidado como Cristo a la iglesia.
Ø Sustentarla y cuidarla como
Cristo a la iglesia.
d) Así mismo el texto nos deja
ver algunas responsabilidades de la esposa:
Ø Respetar la autoridad de su
esposo.
Ø Sujetarse a su esposo como a
Cristo.
e) Es claro que ese sujetarse
no implica someterse a maltrato, violencia, castigo, abuso, etc, pues el
contexto mismo nos está diciendo que el hombre debe amarla como Cristo amó a la
iglesia.
f) Precisamente por eso el
último versículo de éste capítulo cinco nos
dice: “que el esposo ame a su mujer, y la mujer respete a su
marido”, asunto que no es difícil cuando permitimos la llenura del Espíritu
Santo.
EFESIO CAPÍTULO SEIS.
Actitudes familiares, laborales
y espirituales
Responsabilidades de padres e hijos (6:1-4).
a) Pablo trata ahora la
relación entre padres e hijos, y algunas responsabilidades que corresponden a
cada uno. El apóstol viene hablando de sometimiento, en ésta caso habla de la
obediencia de los hijos hacia los padres, y la palabra obediencia es más fuerte
que sumisión. Añade “en el Señor… porque esto es justo” lo que nos deja ver un
mayor compromiso en ésta obediencia.
b) Honrar a los padres no sólo
es un mandamiento, esto contiene promesa de bendición. Nos dice que le irá bien
a quien honre a sus padres y su vida será larga en ésta tierra.
c) A los padres según el
versículo cuatro se les encomienda no hacer arder en ira a los hijos, más bien
deben ser “criados” esto es instruidos, entrenados, corregidos y enseñados en
el Señor.
Responsabilidades laborales (6:5-9).
a) En ésta porción vemos como
Dios demanda de cada uno diferentes responsabilidades y cuando obedecemos al
Señor las cosas salen bien. Al trabajador se le solicita respeto a sus
autoridades, así como sinceridad y honestidad “como a Cristo”.
b) No haciendo las cosas con
hipocresía buscando el favor de los hombres, sino haciéndolo para Dios, pues al
final al hacer bien las cosas agradamos a Cristo. El bien que se hace, también
se cosechará.
c) Los jefes o autoridades
deben conducirse recta y justamente delante del Señor. Haciendo a un lado las
amenazas, pues al fin y al cabo, todos rendimos cuentas a Dios.
d) Jefes o trabajadores,
administradores o empleados, obreros o propietarios, todos somos iguales
delante de Dios y en él no hay acepción de personas.
La lucha espiritual (6:10-17).
a) Una faceta importante de la
vida cristiana es la batalla espiritual. Por eso el cristiano debe estar
preparado y el Señor mismo le ha equipado para caminar en victoria. La armadura
de Dios nos muestra la poderosa provisión para el cristiano.
b) “Fortaleceos en el Señor y
en el poder de su fuerza” nos recuerda que separados de Dios nada podemos
hacer, entonces somos fuertes y capaces en Cristo.
c) Vestir la armadura es hacer
nuestro lo que Cristo ya conquistó en la cruz del calvario. Esa revelación
permite al cristiano estar firme contra los ataques del diablo. Hablamos de una
lucha espiritual, la mayoría de las veces intangible, pero toda ella real.
d) También se revelan aquí las
diferentes categorías demoniacas y “por tanto, tomad toda la armadura de Dios” es
decir conscientes de esta realidad debemos apropiarnos de lo que Dios nos ha
dado.
e) En éstos versículos
básicamente se describe la vestimenta del soldado romano, y cada uno de sus
componentes recibe una aplicación espiritual.
f) Es muy interesante tener en
cuenta que la mayoría de las partes descritas son de naturaleza defensiva (pues
en Cristo ya tenemos la victoria), y la única arma defensiva y que a la vez es
ofensiva es la palabra de Dios (la cual se presenta como una espada).
La mutua oración es un arma poderosa (6:18-20).
Hay varias aspectos o
enseñanzas muy importantes que destacar aquí:
a) La profunda conexión que
vemos entre la armadura de Dios y la oración. Armadura sin oración, es como
llevar un delgado papel como protección.
b) Es la oración el soporte que
no sólo sostiene, sino que endurece la armadura. La oración precede o promueve
la manifestación del poder de Dios sobre sus hijos.
c) La oración debe ser “en el
Espíritu y con perseverancia” nos dice la Biblia, esto nos quiere decir que
nuestra oración debe ser dirigida por el Espíritu Santo, es como si él fuera el
capitán y nosotros sus soldados dispuestos a seguir sus órdenes.
d) Nos recuerda Hechos 1:8
“recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo” es el
Espíritu quien nos fortalece para orar con perseverancia, es decir él nos ayuda
superar los obstáculos propios que enfrenta la oración.
e) Debemos orar por todos los
santos, es decir por toda la iglesia del Señor Jesucristo, somos un mismo
ejército, no debe haber contienda de unos contra otros, más bien debemos orar
los unos por los otros.
f) En el versículo 19 Pablo
solicita oración por él y por el ministerio que Cristo le ha delegado.
Solicitud que nos recuerda el deber que tenemos de orar por todos aquellos que
sirven al Señor, no sólo para que cumplan con el ministerio, sino para que sean
guardados del mal, ellos y sus familias.
Saludos finales (6:21-24).
a) Para Pablo era importante
que los hermanos supieran como iba su labor apostólica, además de las
dificultades que enfrentaba, pues así sabía él que orarían por su bienestar.
b) Es interesante ver las
palabras que el apóstol usa al final de la carta: amor, paz, consuelo, fe, y
gracia, virtudes fundamentales para seguir y perseverar en el camino de
Cristo.
Escrito
por el Pastor Gonzalo Sanabria.
.
Muchas gracias pastor por el estudio y el comentario bíblico.
ResponderBorrarCon toda la armadura de Dios, perseverando en la oración. Intentando cada día mejorar y no fallar. Todavía me queda mucho por aprender y mucho q mejorar.
Muchas gracias Sara por tus valiosos comentarios y permanente apoyo a este ministerio, Dios bendiga tu vida y familia. Saludos.
BorrarDios le bendiga mucho pastor por los estudios
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