Dios nos corrige en amor
Dios nos corrige en amor.
En la primera Carta a los
Corintios podemos ver un objetivo principal, y este es corregir
problemas que se estaban presentando en la iglesia. Conductas ante las cuales
los creyentes de Corinto eran indiferentes, pero para el apóstol Pablo eran
situaciones delicadas.
Ante varios
interrogantes que los creyentes le hicieron saber por escrito, el apóstol hace
llegar la respuesta e instrucción a través de ésta carta.
Nos damos
cuenta entonces, que desde el comienzo de la iglesia, ésta ha tenido que
corregir errores y falencias-, pero, no por eso ha dejado de se rla iglesia del
Señor, y es que mientras la iglesia esté conformada por seres humanos habrán
cosas por corregir.
Precisamente,
por eso es que Dios levanta hombres y mujeres como Pablo, quienes guiados por
la sabiduría de Dios y por el poder y autoridad del Señor, establecen el orden
en el pueblo de Dios.
Labor que
debe desempeñarse en amor y sabiduría, pues la misma Escritura nos dice que “la
autoridad no es para destrucción, sino para edificación”. Esto, es similar a lo
que debemos hacer como padres de familia en casa con nuestros hijos.
Dios es nuestro
Padre, y por eso cuando es necesario nos disciplina, y debemos tomar esto de la
mejor manera, pues también dice la Escritura:
“Es verdad
que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza;
pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido
ejercitados” Hebreos 12:11.
Entonces,
demos gracias a Dios por su obra en cada uno de nosotros, él sabe perfectamente
lo que hace y lo que más nos conviene. Todo esto, es muestra de su amor y
cuidado por nosotros.
Escrito por
Pastor Gonzalo Sanabria.
Te invito a leer: Renueva
tu amor por Dios.
Te invito a leer un
interesante estudio bíblico:
Comentario bíblico de la Primera Carta de Pablo a los
Corintios:
En éste estudio hallarás el
comentario a cada uno de los dieciséis capítulos que componen ésta primera carta
de Pablo a los corintios. Encontrarás temas como los siguientes:
a) Sabiduría enseñada por el
Espíritu Santo.
b) Al servicio de Dios.
c) Es Dios quien sostiene s sus
siervos.
d) La ausencia de disciplina
promueve el desorden extremo.
e) Pleitos de creyentes ante
los incrédulos.
f) Instrucciones respecto al
matrimonio.
g) Los dones del Espíritu
Santo.
h) La profecía.
i) La resurrección de los
muertos, entre otros.
Introducción de la primera Carta a
los Corintios
1) Autor: el
apóstol Pablo.
2) Fecha: 55-56
d. C.
3) Tema: el
Espíritu Santo revela la solución para varios problemas de la iglesia.
4) Contexto de
la carta:
a) Corinto fue
una ciudad griega y en muchos aspectos era la principal ciudad en el primer
siglo.
b) Al ser una
ciudad principal había allí opulencia, conocimiento pagano y corrupción moral.
Éste lugar se distinguía por su abundancia de pecado y sensualidad.
c) Ésta ciudad
tuvo el templo de Afrodita, cuyo culto se distinguía por su gran desorden
moral.
d) Corinto al
ser un eje comercial y tener como habitantes a romanos, griegos y orientales
era un centro estratégico para la labor misionera de Pablo.
e) El apóstol
Pablo con su equipo apostólico fundó ésta iglesia en su segundo viaje misionero
(Hechos 18:1-17, ver especialmente versículos 9-11).
f)
Después de que Pablo sale de ésta
iglesia (conformada por mayoría no judia de trasfondo pagano) surgen varios
problemas que demandan la enseñanza y autoridad del apóstol.
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
5) Objetivo: podemos destacar dos
objetivos generales en ésta carta:
Corregir
problemas que se estaban presentando en la iglesia. Conductas ante las cuales
los creyentes de Corinto eran indiferentes, pero para el apóstol eran
situaciones delicadas.
Ante varios
interrogantes que los creyentes le hicieron saber por escrito, el apóstol hace
llegar la respuesta e instrucción a través de éste escrito.
6) Contenido
general: esta carta trata sobre los problemas que se presentan en la iglesia
cuando sus miembros siguen la vida de una sociedad pagana. Los problemas y
asuntos de Corinto tratados en ésta carta son:
a) Divisiones
dentro de la iglesia local (3:1-3).
b) Tolerancia
del pecado (5:1-13).
c) Inmoralidad
sexual en general (6:12-20).
d) Pleitos entre
creyentes (6:1-11).
e) Rechazo a la
verdad apostólica (15).
f)
Inmadurez respecto a la libertad
cristiana (8 y 10).
g) Matrimonio y
celibato (7).
h) Adoración,
Cena del Señor y ofrenda para Jerusalén.
i)
La resurrección de los muertos
(15).
j)
Enseñanza sobre la manifestación y
dones del Espíritu Santo.
k) El canto al
amor (13).
7) Detalles particulares de la Carta:
Es la carta
que hace más énfasis en los problemas de la iglesia.
Destaca la
unidad de la iglesia local como cuerpo de Cristo.
Aporta
enseñanzas fundamentales para establecer orden y disciplina en la iglesia.
Es la carta
que contiene más amplia enseñanza sobre matrimonio, los dones del Espíritu
Santo, la profecía y la resurrección.
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
Capítulo 1: Saludos
y consejos apostólicos
Saludo de Pablo (1:1-3)
a) Pablo destaca su llamado por
la voluntad de Dios, haciendo esto quizá por aquellos que rechazaban o no
reconocían la autoridad del apóstol. La frase “a la iglesia de Dios” nos
recuerda que la iglesia es de él, no de Pedro, ni de Pablo sino de Dios.
b) La expresión “a los
santificados en Cristo Jesús” no quiere decir perfectos sin pecado, más bien
hace referencia a los llamados o apartados para Dios en Cristo, por eso también
dice Pablo “llamados a ser santos” esto es llamados a apartarse del pecado.
Acción de gracias (1:4-9)
a) Se destaca como por la
gracia de Dios la iglesia de Corinto había sido enriquecida con diversas
capacidades divinas: palabra, ciencia y todos los dones espirituales, pues nada
faltaba en ningún don. La frase “esperando
la manifestación de nuestro Señor Jesucristo” nos recuerda que el servicio a
Dios debe mantener una actitud de expectativa y responsabilidad ante Su venida.
b) Podemos seguir y servir al
Señor pues “fiel es Dios” para confirmarnos hasta el fin. Todos somos llamados
a la comunión con Cristo e inevitablemente los unos con los otros, y evitar así
los grupos partidistas dentro de la iglesia.
Disensión dentro de la
iglesia local (1:10-17).
a) Dentro de la iglesia de
Corinto había contiendas. Por eso Pablo comienza exhortándolos a la unidad de
mente y de parecer. La expresión “perfectamente unidos” en el griego hace
referencia a la acción de ajustar, restaurar, remendar y completar. Habla de un
ordenamiento y disposición correcta.
b) La iglesia estaba formando
grupos y había quienes decían ser de Pablo (el apóstol fundador), otros de
Apolos (el elocuente y pulido predicador), otros de Cefas (Pedro, el apóstol
que había estado con Jesús y representaba la iglesia de Jerusalén) y había
quienes decían ser de Cristo (y por tanto menospreciaban a los otros, no
reconociendo su autoridad y ministerio).
c) Podemos ver entonces que
seguían a cada uno según sus preferencias, menospreciando a los otros,
fomentando así la división dentro de la misma iglesia.
d) El apóstol señala que todos
estaban equivocados. Por eso veremos que Pablo hace énfasis en la unidad del
cuerpo, y presenta la diversidad como una gran bendición de Dios.
Cristo es sabiduría y poder
de Dios (1:18-25).
a) El mensaje de la cruz para
quienes se pierden es una locura, y esto es una constante, pues lo fue en
tiempos del apóstol Pablo y hoy también.
b) Precisamente todos esperaban
grandes señales, un gran general con miles de soldados para liberarlos del
imperio romano o acompañado de una gran sabiduría terrenal, nunca antes
escuchada; pero tropezaron en Aquel “despreciado y desechado entre los hombres,
varón de dolores, experimentado en quebranto, sin parecer, ni hermosura” Isaías
53:2-3.
c) Los judíos pedían señales y
los griegos buscaban sabiduría, pero fueron los “llamados” (todos los
convocados a la salvación) quienes encontraron en Cristo, el poder y la
sabiduría de Dios.
d) Aunque Cristo en sí es una
bendición, sin cruz no podía salvar. Cristo es el secreto revelado por Dios a
los llamados. Ricas y grandes revelaciones Dios las esconde detrás de cosas
sencillas, donde los de corazón manso y sencillo las hallarán.
Cristo es la gloria del hombre (1:26-31)
a) Al mirar la iglesia de Corinto no hallaríamos
muchos sabios, ni muchos poderosos, ni muchos nobles pues fueron llamados o
escogidos no por virtudes o capacidades humanas sino por la misericordia de
Dios.
b) Es definitivamente por Cristo que estamos en él.
En el Hijo de Dios encontramos la verdadera sabiduría, quien nos justifica,
santifica y redime para ser propiedad solamente suya y caminar en Su plan
diseñado desde antes de la fundación del mundo. Todo esto nos lleva a concluir
entonces que nuestra gloria es Cristo mismo.
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
CAPÍTULO 2: SABIDURÍA
ENSEÑADA POR EL ESPÍRITU SANTO
La verdadera fe no está basada en la razón
(2:1-5).
Cuando Pablo estuvo en
Atenas llevando el mensaje del evangelio presentó a Dios creador de todas las
cosas, es decir él empezó mostrando la grandeza y el poder de Dios sobre toda
la creación, pues era un auditorio diferente al de la sinagoga.
El apóstol no usó la
persuasión humana él llevó el mensaje de Dios con demostración del Espíritu y
de poder, y la más grande prueba de esa obra eran ellos mismos, su vida había
sido transformada.
La fe no debe apoyarse en
argumentos lógicos o filosóficos, pues la razón reduce lo espiritual a lo
natural y se perdería lo sobrenatural y milagroso de Dios. Cuando la fe está
basada en el poder de Dios tiene un fundamento que permanece y es sólido.
El Espíritu Santo revela los secretos de Dios
(2:6-12).
El evangelio si contiene
sabiduría, es espiritual y está a disposición de quienes han alcanzado madurez
en la fe, no es un asunto misterioso, sino que es un secreto de Dios que él
preservó para gloria de su iglesia y ahora es revelado por el Espíritu Santo.
Esa sabiduría es enseñada o
revelada por el Espíritu Santo para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.
Revelar significa: quitar el velo, descubrir lo que estaba oculto; y la
sabiduría es Cristo mismo.
Entonces el Espíritu de Dios ha sido dado al creyente
para que éste conozca y se apropie de todo lo que Jesús hizo y logró en la gran
victoria al morir y resucitar. Cristo murió por nuestros pecados y resucitó
para que andemos en vida nueva.
El hombre espiritual entiende las cosas de Dios
(2:13-16).
Conocer la verdad de Dios no
es el resultado de la obra del intelecto o del entendimiento humano, es el
resultado de la obra del Espíritu Santo, Maestro perfecto y Santo en la
interpretación del texto bíblico como Aquel que la inspiró.
El hombre natural es el no
cristiano. El término “natural” se traduce desde un término griego que
significa “guiado por el alma”. La persona almática no percibe ni puede
entender las verdades de Dios que sólo por el Espíritu Santo se pueden
discernir. Así como una persona sorda no puede distinguir la música, ni un
ciego los colores, el hombre natural no puede discernir las verdades
espirituales.
El hombre espiritual (nacido
de nuevo y guiado por el Espíritu Santo) tiene la capacidad para entender todas
las cosas, y puede recibir la verdad espiritual y comprenderla, pues está
capacitado por el Espíritu Santo que mora en él.
Por estas diferencias para el
mundo muchas veces el cristiano es una confusión, pues actúa de manera
incomprensible, es decir hace lo que le agrada a Dios pero no es comúnmente
aceptado por el mundo natural.
CAPÍTULO 3
AL
SERVICIO DE DIOS
Llamados a crecer en Cristo (3:1-4).
La inmadurez espiritual
impidió al apóstol pablo enseñar alimento sólido a la iglesia de Corinto. Su
condición de carnalidad (ausencia de espiritualidad) los califica como niños.
La expresión “ni sois capaces todavía” nos deja ver que no procuraron su crecimiento
espiritual y por ende se pierden bendiciones de la revelación de Dios.
Cuando un cristiano se niega
a recibir la leche de la palabra él mismo se está cerrando para recibir la
carne o alimento solido de la palabra. Podemos ver algunos tipos de personas
aquí:
El hombre natural, no ha
nacido de nuevo, no tiene al Espíritu Santo.
El hombre carnal, es aquel
que necesita crecer alimentado por la leche de la palabra.
El hombre carnal
inconstante, es aquel que lleva más tiempo, pero es inmaduro, necesita renovar
su comunión y compromiso con Dios.
El hombre maduro o
espiritual, es aquel que ha crecido mediante la leche de la palabra, y ahora es
fuerte y capacitado para recibir la carne de la palabra.
Los ministros son siervos de Dios (3:5-9).
Pablo enseña como él y
Apolos son cristianos al servicio de Dios, y que al fin y al cabo es el Señor
el dueño de la iglesia. Cada uno recibe de Dios diferentes talentos o
capacidades, por ejemplo Pablo plantó y Apolos regó, pero solamente Dios es
quien da crecimiento a la semilla.
Aunque los hombres podemos
hacer muchas cosas, si estas no son aprobadas por Dios no tendrán un verdadero
y genuino crecimiento.
Pablo deja claro que la
gloria es de Dios. Nos enseña también la armonía que había entre Pablo y Apolos,
ellos se complementaban en su ministerio o servicio. Pablo deja ver que aunque
los dos sirven al mismo Señor, la recompensa será diferente para cada uno.
En el tribunal de Cristo
veremos muchas sorpresas, pues Dios entrega su recompensa según el corazón y la
obra de cada uno, no según el criterio de los hombres.
La gracia de Dios: privilegio y responsabilidad
(3:10-15).
El apóstol Pablo viene
hablando de servicio no de salvación, por tanto la gracia de Dios a la cual se
refiere aquí es aquella capacidad dada por Dios para hacer la obra a la cual
nos ha llamado. Por tanto Dios con el llamado otorga una gracia especial para
cumplir con esa comisión. La frase “la obra de cada uno” nos recuerda el
privilegio y responsabilidad de servir a Dios.
Es muy importante mantener
claro una verdad: Jesucristo es el fundamento. La palabra fundamento aquí es
traducida del término griego “dsmelios” que significa también cimiento, base,
piedra base.
Éste término también se usa
en Apocalipsis 21:14 para referirse al cimiento de la ciudad celestial. Esto
significa entonces que lo que hagamos para la obra de Dios debe tener como
cimiento y base a Cristo mismo y su verdad. Todo aquello que no sea sostenido
por él ni tenga su diseño caerá.
El creyente como templo del Espíritu Santo
(3:16-17).
Pablo una vez más les
recuerda a los Corintios el llamado de Dios a no participar de la vida
desordenada que se desarrollaba en la ciudad.
Así como un templo físico es
consagrado o dedicado para el culto
exclusivo a Dios, el creyente ha sido escogido para ser templo del Espíritu
Santo y debe estar dispuesto para él.
Somos propiedad de Dios (3:18-23).
De manera clara y
contundente el apóstol les recuerda que todo creyente nacido de nuevo es de
Cristo, pues fue él quien pagó precio de sangre en la cruz por cada uno. Ellos
no le pertenecen a ningún servidor del Señor sino a Dios mismo (esto es una
amonestación a los seguidores de Pablo, de Cefas, de Pedro, etc).
Los mismos apóstoles servían
a Dios por su gracia y podían enseñar sabiduría porque el Señor mismo se las
daba, entonces todos se debían a Cristo.
CAPÍTULO 4
ES DIOS
QUIEN SOSTIENE A SUS SIERVOS
Dios es quien juzga (4:1-5).
Es muy importante como
ministros del Señor mantener claro y presente el concepto de servicio, pues
somos siervos de Dios, no señores de su iglesia, y al mismo tiempo tenemos la
responsabilidad de administrar revelación y poder de Dios, privilegio y responsabilidad
que requiere fidelidad.
Al ser el ministerio una
comisión de Dios Pablo rechaza el juicio o condenación de los hombres, ya que
sólo el Señor es el juez verdadero, quien a su tiempo juzgará todas las cosas
hasta las intenciones más ocultas y entonces cada uno recibirá su alabanza de
Dios.
La humildad es una fortaleza en el ministerio
(4:6-9).
Mediante varias preguntas
Pablo confronta el corazón de los corintios por su orgullo partidista, eran los
que formaban grupos, y por su autosuficiencia espiritual (algunos se
consideraban suficientemente maduros y espirituales de manera que ya no
necesitaban a Pablo ni a otros ministerios).
El término “espectáculo” nos
recuerda a los criminales condenados o soldados prisioneros de alguna batalla
que eran llevados al circo para que se enfrentaran a las fieras, situación de
la muy rara vez alguien se salvaba.
El ministerio redefinido (4:10-13).
El apóstol sigue utilizando
la ironía para procurar la reflexión en los corintios. Por eso utiliza una
serie de términos y contrastes con el objetivo de corregir la perspectiva de
los creyentes respecto al ministerio. Con estas expresiones Pablo nos hace ver
que en muchas ocasiones los apóstoles eran calumniados y despreciados, aunque
sólo procuraban el bien.
Pablo amonesta a los corintios como hijos
espirituales (4:14-17).
Pablo se dirige a los
corintios como un padre lo hace hacia sus hijos. Les recuerda que aunque ellos
tenían quienes supervisaran su vida espiritual era él quien los había llevado
al Señor por medio del evangelio, siendo además el fundador de la iglesia tenía
la autoridad para hablarles como un padre lo hace con un hijo.
Es muy interesante la frase
que usa el apóstol: “os ruego que me imitéis”. Pablo era de aquella clase de
maestro que enseñaba mucho más con su ejemplo que con sus palabras. El mismo
Timoteo daba evidencia del correcto proceder en Cristo del apóstol no sólo con
ellos sino en todas partes y en todas las iglesias.
El orgullo es mal consejero (4:18-21).
Algunos en Corinto estaban
“envanecidos”. Traducción de la palabra griega “fusioo” que además significa:
orgulloso, inflado, engreído, arrogante. Entonces estaban llenos de orgullo e
inflados de arrogancia y autosuficiencia menospreciando el ministerio y la
autoridad del apóstol Pablo.
Pablo los hace reflexionar
mediante la pregunta: ¿vara o amor? Muchos estaban dejándose llevar por las
palabras, por las reflexiones mal intencionadas y calumnias contra el apóstol
Pablo.
Con frecuencia participamos
de la calumnia o murmuración contra otros, sin discernir los verdaderos
motivos, las circunstancias y sin ser competentes para tratar el asunto, y por
tanto pecamos participando y difundiendo lo incorrecto ante los ojos de Dios.
CAPÍTULO 5
LA
AUSENCIA DE DISCIPLINA PROMUEVE EL DESORDEN EXTREMO
La falta de discernimiento aprueba lo que Dios
condena (5:1-5).
En la iglesia de Corinto
había un reconocido caso de incesto, y los cristianos aprobaban el asunto sin
detenerse a juzgar dicha situación.
La Biblia Peshitta en
español traduce la segunda parte del versículo uno así: “a tal extremo que un
hijo toma a la esposa de su padre” tal vez su padre se había divorciado, o
había muerto. El incesto era prohibido por la Ley de Dios (Levítico 18:8) y por
la ley romana.
La iglesia estaba
“envanecida” en vez de lamentarse. Es decir Pablo esperaba (al igual que Dios)
que ellos hubiesen juzgado tal situación pidiendo perdón al Señor por aquella
situación y estableciendo el orden debido en la congregación.
La iglesia no puede impedir
todo el mal, pero sí debe tener orden. Las palabras del apóstol traen dirección
para tomar decisiones al respecto.
La expresión “el tal sea
entregado a Satanás” seguramente hace referencia a la entrega del hombre al
mundo y su sistema pecaminoso. Recordemos que debía ser excluido de la iglesia.
La frase “para destrucción
de la carne” podemos entenderlo como el resultado doloroso y las tristes
consecuencias propias del pecado. Así vemos entonces que el cuerpo experimenta
el castigo del pecado constante.
La maldad debe ser erradicada desde el comienzo
para evitar su propagación (5:6-8).
Así como la mala hierba se
expande cuando se le permite, o como la enfermedad progresa cuando no se le
atiende, el pecado se propaga y contamina afectando a la comunidad. La vida
nueva en Cristo implica o conlleva una vida limpia.
La expresión “vieja
levadura” hace referencia a la vida pasada, aquella sin Cristo, donde éramos
impulsados por la malicia y la maldad. Pero ahora en Cristo debemos todos
procurar verdad y sinceridad.
Hablamos de un testimonio de
vida coherente con la fe que profesamos, y el Cristo que vive en nosotros. Su
actitud y comportamiento frente a ese caso no era consecuente con el mensaje de
Cristo.
El cristiano es llamado a ser luz en medio de
las tinieblas (5:9-13).
Es inevitable que el
cristiano tenga contacto con el mundo por las actividades propias de la vida
cotidiana, de lo contrario tendría que salir del planeta. El apóstol mismo
aclara el asunto y dice: “no os juntéis con ninguno que llamándose hermano”.
Esto nos permite concluir
que aquella persona no estaba para nada arrepentida y continuaba en su pecado y
de manera indirecta lo promovía dentro de la comunidad cristiana.
El apóstol deja claro que es
el Señor quien se ocupa de los que están afuera, pero la iglesia debe ocuparse
de los que están adentro.
Es muy importante una buena
comunión con Dios y el discernimiento que nos da el Espíritu Santo para juzgar
correctamente las diversas situaciones que se presentan en la iglesia y en la
vida personal de cada creyente.
CAPÍTULO 6
PLEITOS
DE CREYENTES ANTE LOS INCREDULOS
La madurez y la sabiduría otorgan autoridad
(6:1-3).
La iglesia de Corinto no
juzgaba a quienes debía juzgar, y dejaba ese juicio a quienes no debían
hacerlo. Según el versículo uno ellos estaban yendo a donde los injustos a
buscar justicia. A todas luces esto era inapropiado.
El apóstol mediante algunas
preguntas enseña que los cristianos redimidos han de juzgar el mundo y a los
ángeles, es decir, ya que a Cristo se le ha dado todo juicio, en unión
espiritual con él participamos de toda su gestión.
Habrá seguramente casos que
requieren la participación de la ley natural (casos graves, por ejemplo el
mismo Pablo apeló a Cesar) pero en general entre creyentes debe buscarse
conciliación primeramente a nivel de la iglesia local.
Debemos tener presente que
ante una dificultad entre creyente y un no creyente, la iglesia no tendría
autoridad para dirimir, pues éste último no debe sujeción a la iglesia
local.
Vence con el bien el mal (6:4-8).
En ésta sección Pablo dice
varias cosas muy interesantes:
La iglesia no reconocía a
los sabios entre ellos o no los había, y por tanto no tenían a quien recurrir
para juzgar o solucionar las discordias entre los hermanos.
“Ya es una falta en vosotros
que tengáis pleitos entre vosotros mismos” así que cuando ellos recurrían al
tribunal de los incrédulos ya estaban mal, pues no es de esperarse que entre
los miembros del mismo cuerpo, la iglesia de Cristo, hayan pleitos y
discordias.
“¿Por qué no sufrís más bien el agravio?”
frase con la que el apóstol nos recuerda la enseñanza del Señor Jesús: “No
resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla
derecha, vuélvele también la otra; al que quiera ponerte a pleito y quitarte la
túnica, déjale también la capa” Mateo 5:39-40.
La gracia de Dios en Cristo nos ha rescatado
(6:9-11).
Pablo presenta una serie de
conductas pecaminosas en la que vemos que coincide con Santiago, pues ambos
sostienen que la genuina fe genera buenas obras, y la ausencia de éstas
evidencia la falta de fe.
Es significativo tener
presente aquí la inmoralidad liberal en la que vivían los romanos y griegos,
pues precisamente Pablo destaca la condena sobre el uso antinatural (es
afirmado por la historia que Sócrates, y la mayoría de los primeros emperadores
romanos practicaron el homosexualismo).
El apóstol le recuerda a la
iglesia de Corinto: “eso erais algunos de vosotros” pero la gracia y el poder
redentor (el que rescata) y transformador (el que cambia la vida) de Cristo ha
venido sobre ellos. Por el poder de Dios han sido lavados (por la sangre de
Jesús), santificados (llamados o apartados para Dios) y justificados (sin culpa
ante Dios por la fe en la obra de Jesús en la cruz).
La libertad en Cristo santifica (6:12-14).
Al parecer los creyentes de
Corinto estaban aplicando mal el concepto de libertad en Cristo, pues permitían
la inmoralidad bajo éste argumento contaminando así a la iglesia. Cuando una
persona se entrega a un hábito que lo domina ya no es libertad es más bien una
esclavitud.
El cuerpo del creyente, el
cual por lógica involucra al ser integral, debe ser preservado del mal y de la
fornicación, pues es templo del Espíritu Santo, debe glorificar a Cristo y será
resucitado por el Padre.
Miembros de Cristo (6:15-17).
El creyente está unido a
Cristo, pues el que se une al Señor se hace uno con él en espíritu; también el
cristiano es miembro del cuerpo de Cristo. Por tanto nos enseña el pasaje que
en la fornicación se efectúa una nueva unión y la persona se hace uno con otro
y se le quita a Cristo lo que es de él.
La inmoralidad sexual tiene
como objetivo romper la unión del creyente con Cristo, y por eso es importante
el arrepentimiento sincero y una comunión con Dios renovada y sostenida en
Cristo.
Huid de la fornicación (6:18-20).
La palabra “Huid” hace
referencia en su original a una práctica habitual. Pablo respecto a la
fornicación no plantea opciones como resistir o luchar, dice: “huye” (en éste
caso lo mejor es huir).
Podemos recordar la actitud
de José quien ante la presión de la esposa de Potifar para que durmiera con
ella prefirió huir (Génesis 39:1-12).
El Espíritu Santo habita en
el creyente porque es su propiedad, la compró a precio de sangre en la cruz,
por eso dice la Escritura: “no sois vuestros”.
Ante esta realidad el hijo
de Dios debe glorificar al Señor evitando todo lo que pueda contaminar al
templo y más bien debe reflejar o dar evidencias de Aquel que ahora vive en
él.
CAPÍTULO 7
INSTRUCCIONES
RESPECTO AL MATRIMONIO
El matrimonio es un deber para quienes no tienen
don de continencia (7:1-2, 8-9).
El apóstol Pablo expone el
celibato (estado de aquellos que no se casan) como bueno, pero no obligatorio.
El matrimonio es un estado que previene o guarda a la pareja de la inmoralidad
sexual (fornicación).
El término “fornicaciones”
en plural probablemente nos deja ver que era un caso repetido en la iglesia de
Corinto. Ante todo esto Pablo sugiere casarse que exponerse al fuego de la
inmoralidad sexual.
Debemos tener presente que
el matrimonio es diseño de Dios y él no creó a Adán solamente, también creó a
Eva, por tanto debemos reconocer que el matrimonio es bendición de Dios.
Las instrucciones de Pablo
tenían que ver con las circunstancias específicas a la iglesia de Corinto, y
que por supuesto nos son de gran utilidad hoy.
El matrimonio cubre las necesidades de cada
cónyuge (7:3-5).
En matrimonio es una unión
entre un hombre y una mujer, ellos se hacen uno sólo (unidad que requiere amor
y sabiduría). Esta unión involucra obligaciones mutuas y derechos conyugales.
La unidad como resultado del
amor llevará a cada cónyuge al cumplimiento de sus responsabilidades y así
derrotar las tentaciones del diablo.
El celibato es un asunto de preferencia personal
(7:6-7).
La decisión de casarse es
personal y no es cuestión de obligación. Lo más importante es la dirección del
Señor, según el don que cada uno ha recibido de Dios.
La decisión de no casarse es
personal y particular, por supuesto basada ésa decisión al tener el don de
continencia (es decir la capacidad de contener el impulso sexual).
La voluntad de Dios es la unión para siempre
(7:10-11).
En éstas palabras de Pablo
por el Espíritu Santo vemos una vez más que la voluntad del Señor es que el
matrimonio sea para toda la vida. Podemos recordar también las palabras de
Jesús quien dijo: “Lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”.
Instrucciones cuando en la pareja uno se
convierte al cristianismo y el otro no (7:12-16).
Es interesante ver que en el
Antiguo Testamento Dios demandaba repudiar al inconverso, sin embargo aquí Dios
nuevamente reafirma la norma de no separarse.
Esto trae beneficios como
protección del Señor para la familia y la oportunidad de facilitar el camino a
la conversión del no creyente.
Es necesario ser fieles al llamado de Dios
(7:17-24).
A través de éstas palabras y
ejemplos el apóstol Pablo nos recuerda que la norma o regla en cualquier ámbito
es ser fiel al llamado de Dios. Lo importante es que cada cristiano siga el
llamamiento que el Señor le hace.
Cuando Pablo dice que lo
importante es “guardar los mandamientos de Dios” entonces nos recuerda que la
fe salvadora mediante la fe debe llevarnos a la obediencia, al amor y servicio
al Señor.
Una opinión personal de Pablo (7:25-35).
El apóstol expone algunas
razones que benefician al no casado:
La vida cristiana enfrenta
presiones en un mundo adverso y difícil, entonces ¿por qué asumir una
responsabilidad y desafío más a través del matrimonio?
En aquel momento el apóstol
expone que el Señor está cerca y por tanto la apariencia de ése mundo pasaría y
vendría un nuevo tiempo (él tiene en perspectiva la segunda venida del Señor
Jesucristo).
Expone también que el
matrimonio distrae o no facilita ocuparse de las cosas del Señor.
Es muy importante tener en
cuenta que Pablo dice en el versículo 35: “no tengo mandamiento del Señor, pero
doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel”.
No debemos descuidar la
familia, sino con la sabiduría del Señor acercarlos a él para juntos glorificar
y servir a Dios.
Respecto a los padres y a las viudas
(7:36-40).
Debemos tener en cuenta que
en aquel tiempo era el padre quien organizaba y dirigía el matrimonio de su
hija. Quien decidía en aquel entonces que su hija no se casara hacia bien.
El celibato no es una
condición más santa que el matrimonio, pero si facilitaba el servicio al Señor
según expone Pablo.
CAPÍTULO 8
EN
CUANTO A LOS SACRIFICIOS A LOS ÍDOLOS
Comportamiento del creyente ante los sacrificios
paganos (8:1-3).
En aquella época en la que
se ofrecían sacrificios a los dioses paganos quedaban unos restos de carne o
partes que se entregaban al oferente. Cuando el sacrificio era de carácter
privado, aquella carne podía ser usada en banquetes donde el oferente invitaba
a sus amigos y familiares.
Cuando el sacrificio era de
carácter público la carne que resultaba podía ser vendida en los diferentes
mercados de la ciudad de Corinto (los gobernantes podían tomar partes de ésta
carne antes de ser vendida, según sus gustos y preferencias).
El apóstol Pablo enseña que
el conocimiento no es suficiente para dar solución a todas nuestras
dificultades. El verdadero conocimiento es el que viene de Dios, y siempre
debemos crecer en él. El amor por Dios produce mayor búsqueda y por tanto hay
más intimidad y ése conocimiento personal es el que necesitamos.
La función de la iglesia es glorificar a
Dios (8:4-6).
Un ídolo, un trozo de madera
o yeso no puede considerarse una representación del Dios Santo y Todopoderoso.
El apóstol reconoce que algunos llaman dioses a éstos ídolos o imágenes, pero
para nosotros hay un solo Dios, el cual es fuente y origen de todas las cosas.
Para nosotros hay un solo
Señor: Jesucristo, por medio de quien existe la creación, y nosotros su iglesia
debemos glorificarle en todo.
Lo más importante es la pureza de corazón
(8:7-8).
El apóstol enseña que el
amor es el mejor regulador en nuestras decisiones. No todos tienen el
conocimiento de Dios que le permite comer sin afectar su conciencia, pues
estando habituados a la idolatría aun luchan con algunas de esas influencias.
Pablo también enseña que la
comida no nos hace aceptos o valiosos para Dios. Pues el alimento no santifica,
de hecho podemos recordar aquí las palabras del Señor Jesús:
“¿No comprendéis que todo lo que de afuera entra al hombre
no le puede contaminar, porque no entra en su corazón, sino en el
estómago, y se elimina? (Declarando así limpios todos los
alimentos.) Y decía: Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al
hombre.
Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los
malos pensamientos, fornicaciones, robos, homicidios,
adulterios, avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia,
orgullo e insensatez. Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan
al hombre” Marcos 7:18-23.
Cuidémonos para no ser piedra de tropiezo para
los débiles (8:9-13).
El apóstol Pablo advierte
para que la libertad o conocimiento que el hermano mayor o fuerte tiene no
venga a ser tropiezo del débil. Vemos entonces que éste conocimiento no es la
solución del problema. Además Pablo enseña que Cristo murió por el hermano
débil también, y si él se negó a sí mismo, porque el hermano fuerte no debería
amar de tal manera que se niegue también a comer esa carne.
Cuando el hermano come esa
carne y el débil en la fe es testigo entonces peca contra Cristo al pecar
contra el hermano. Debemos tener presente que somos un solo cuerpo y cada uno
debe procurar el bienestar del otro.
Entonces es el amor y no el
conocimiento lo que resuelve el problema. La libertad debe obedecer al rector
supremo que es el amor, de esta manera nunca pondremos tropiezo al débil.
CAPÍTULO 9
EL
MINISTERIO Y SU SOSTENIMIENTO
El respaldo de Dios sobre el ministerio de Pablo
era evidente (9:1-2).
El apóstol comparte aquí
como el mismo Señor Jesús lo visitó y encomendó el ministerio. Presenta ésta
experiencia como evidencia que certifica su apostolado.
Una muestra de su obra en el
Señor eran ellos mismos, cosa que obviamente no se podía negar, eran ellos el
sello del ministerio y fruto espiritual de su labor, y aunque otros podían
dudar de su llamado, para ellos él era un apóstol.
Pablo expone los derechos del ministerio
(9:3-7).
La frase “Contra los que me
acusan” nos deja ver varias cosas: en primer lugar había en la iglesia un grupo
que ponía en duda y menospreciaba el ministerio apostólico de Pablo (aunque él
había sido el fundador de la misma).
En segundo lugar “acusaban”
a Pablo de presentarse como apóstol cuando él no había estado con los doce. En
pocas palabras el apóstol no se defiende con argumentos sino con hechos y
evidencias reales de su labor.
A partir del versículo
cuatro el apóstol presenta el derecho de sostén que es propio del oficio. Pone
como ejemplo a los otros apóstoles quienes tienen familia (por eso la palabra
esposa). Por tanto el apóstol tenía derecho al sostenimiento de su familia. Es
interesante ver como usa tres ejemplos sencillos, pero contundentes:
El soldado, quien es
sostenido por el gobierno que protege.
El agricultor, quien se
alimenta del fruto de la tierra que ara.
El pastor, quien toma leche
del rebaño.
Desde el Antiguo Testamento Dios revela el
sostenimiento para sus siervos (9:8-10).
En éste pasaje el apóstol se
basa en Deuteronomio 25:4 para asegurar que desde el Antiguo Testamento se
enseña el sostenimiento de aquellos dedicados a la predicación de la Palabra.
De esta manera Pablo indica que Deut. 25:4 tiene un significado más amplio y
profundo.
El apóstol enseña aquí que
Dios cuida en primer lugar a los hombres no porque deseche a los animales, pues
él cuida de toda su creación, sino que de manera especial está atento y al
cuidado de sus siervos.
Es muy interesante tener en
cuenta que respecto a éste pasaje Lutero enseñó: “El texto de Deuteronomio 25:4
fue escrito exclusivamente pensando en los hombres cuyo oficio es predicar la
Palabra, pues los bueyes no saben leer”.
El sostenimiento es responsabilidad de la
iglesia local (9:11-14).
Pablo expone ahora el
derecho al sostenimiento y su fundamento es el mayor valor de lo espiritual
sobre lo material. Es un privilegio del maestro participar de lo material de
los cristianos, práctica que se hacia allí y por eso Pablo dice: “Si otros
participan de este derecho sobre vosotros ¿Cuánto más nosotros?”.
El apóstol enseña que él
decidió no recibir ayuda económica de los corintios. Si en aquel momento
criticaban y ponían en duda su ministerio por otras razones, hubiesen podido
aprovechar eso para decir que él predicaba por intereses personales y
económicos.
También enseña que es
mandamiento de Dios el hecho de que la iglesia local sostenga a quienes
predican el evangelio, por eso dice: “Ordenó el Señor”.
Otro argumento que Pablo
expone por el Espíritu Santo (porque toda la Escritura fue inspirada por Dios)
es la práctica del Antiguo Testamento cuando dice: “¿No sabéis que los que
trabajan en las cosas sagradas comen del Templo, y los que sirven al altar, del
altar participan?”.
En el Libro de Números
18:8-24, vemos como Dios estableció aquel sostén para los sacerdotes levitas.
Entonces Pablo parafraseando nos dice: “así como anteriormente los que servían
en el altar comían de él, también hoy el Señor dice: quien predica el evangelio
que viva del evangelio”.
Debemos también destacar
aquí la importancia del equilibrio, pues los extremos son malos. El objetivo
del ministerio no es el enriquecimiento, y lamentablemente esto ha traído
problemas en la iglesia.
Pero cuando ésta no es
diligente en el sostenimiento de sus ministros y de ella misma también hay
dificultades. Por tanto debemos ser sabios y hacer lo correcto delante de Dios,
procurando siempre que el Nombre del Señor no sea blasfemado ni cuestionado,
para así no ser tropiezo.
Voluntariamente Pablo renunció al sostenimiento
de la iglesia de Corinto (9:15-18).
En ésta porción bíblica
vemos una decisión personal del apóstol y aquí mismo expone sus razones:
Su gloria es predicar el
evangelio allí sin un reconocimiento económico, aunque tiene tal derecho.
Por comisión divina Pablo
debe predicar el evangelio (es su deber), por tanto hacerlo y recibir aquel
sostenimiento sería lo mínimo que se esperaba, y él quiere hacer mucho
más.
Es muy importante tener en
cuenta el contenido bíblico en su totalidad, es decir aunque el apóstol
renunció al sostén económico de la iglesia de Corinto, en otras ocasiones
recurrió al apoyo financiero de otras congregaciones (Filipenses 4:10, 14-18) y
también trabajaba: Hechos 18:1-4. Excelente estrategia en la labor misionera.
Pablo se negó a muchas cosas para alcanzar más
almas para Cristo (9:19-23).
Pablo se negó a recibir
aquel sustento como una estrategia evangelizadora. De igual manera fue su
principio en muchas cosas; por amor y dentro del marco de la palabra de Dios se
adaptó a diversas circunstancias.
Siempre estuvo dispuesto
para cooperar como ser humano en la obra salvadora del Señor. No hacía nada
incorrecto, por el contrario se esforzaba por alcanzar a más personas según los
medios que Dios mismo le permitía usar.
El caminar con Dios implica sacrificio personal
(9:24-27).
Sin duda alguna lo que Pablo
había decidido hacer demandaba una gran disciplina personal. Sus palabras hacen
referencia a los juegos que se celebraban cerca de Corinto cada dos años.
Destaca que así como un
deportista debe abstenerse de muchas cosas para alcanzar el premio, él también
lo hacía pero en busca de un galardón incorruptible.
El apóstol tiene claro
porque corre, es decir su servicio a Dios recibirá recompensa celestial y eterna.
No es en vano su negación ni su servicio a Dios, por el contrario siendo
conocedor de los galardones eternos opta por someter su cuerpo y sus propios
deseos, y con cuidado persevera, no sea que habiendo llamado a muchos a la
carrera cristiana, él venga a perder el premio, aunque sea salvo.
CAPÍTULO 10
ADVERTENCIAS
RESPECTO A LA IDOLATRÍA
a) Bendiciones de Dios para Israel (10:1-4).
La primera palabra “porque”
enlaza directamente éste capítulo con el anterior. Ahora el apóstol va usar un
ejemplo de fracaso por no oír ni atender las instrucciones divinas. Pero antes
de poner a Israel como aquel ejemplo, el apóstol menciona varias bendiciones
que el pueblo tuvo mientras iba por el desierto:
1) “Estuvieron bajo la nube”
lo que nos habla de la dirección divina.
2) “Pasaron el mar” nos
recuerda aquella liberación poderosa y sobrenatural con el mar rojo por delante
y el ejército egipcio que los perseguía.
3) “Todos en Moisés fueron
bautizados en la nube y en el mar” destaca la relación entre ellos y el
líder constituido y guiado por Dios.
4) “Comieron el mismo
alimento espiritual” haciendo referencia al maná que descendía del cielo,
alimento sobrenatural y llamado por la Biblia “Pan de nobles y trigo de los
cielos” (Salmo 78:25).
5) “La misma bebida
espiritual” refiriéndose al agua de la roca, en sentido espiritual toda esa
provisión venia de la roca espiritual que era Cristo.
b) Es vital valorar lo que Dios nos da (10:5).
Con todos estos beneficios
cualquiera aseguraría la llegada de Israel a la tierra prometida. Pero
lamentablemente la mayoría del pueblo desagradó a Dios por su queja, rebelión y
dureza de corazón, y por eso esa inmensa mayoría quedo esparcida por el desierto,
todos los mayores de veinte años murieron allí.
Entonces podemos concluir
que no se trata de cuantas bendiciones Dios nos asegura, sino de que porcentaje
de nuestro corazón rendiremos en verdad al Señor.
c) Razones del fracaso de Israel camino a la tierra
prometida (10:6-10).
El apóstol Pablo expone
ahora algunos ejemplos de Israel para que no hagamos lo mismo, pues aquellos
comportamientos y actitudes fueron el obstáculo por el cual aquella generación
no entró a la tierra prometida, veamos:
“No codiciemos cosas
malas” (versículo 6) nos habla del deseo que Israel tuvo por volver a
Egipto y comer el pan de allí (menospreciando así el pan que caía del cielo, el
maná). Cuidémonos para no codiciar o desear con nostalgia la vida pasada o
aquello que el mundo sin Dios ofrece, haciendo a un lado el verdadero Pan de
Vida (Jesucristo el Señor).
“Ni seáis idolatras”
(versiculo7) refiriéndose a aquel momento junto al monte Sinaí cuando los
israelitas construyeron y adoraron un becerro de oro (En Egipto se adoraba al
dios Apis, con figura de toro, dios de la fertilidad, el sol y el río Nilo).
Todo aquello que se levanta en el corazón y desplaza a Dios es un ídolo.
“Ni forniquemos”
(versículo 8) en referencia al evento ocurrido entre Israel y las mujeres de
Moab. Por consejo de Balaam, el rey moabita Balac envió sus mujeres a seducir a
los israelitas quienes pecaron con ellas y adoraron a Baal-peor, cuyo culto era
obsceno y desordenado.
“Ni tentemos al Señor”
refiriéndose al momento en el que Israel desafía la fidelidad y bondad de Dios
a lo largo del desierto. Se unen para expresar su descontento contra la
voluntad de Dios y el liderazgo de Moisés.
“Ni murmuréis” El
pueblo se reunió para hablar contra Moisés y Aarón culpándolos por los
resultados y por los juicios de Dios a causa de su rebelión. De ésta manera
Pablo concientiza la actitud de los corintios hacia sus líderes
espirituales.
d) Advertencias y prudencia (10:11-13).
El relato de aquellos
acontecimientos ha sido escrito para advertirnos y ayudarnos, pues si tenemos
esto en cuenta, sus errores nos habrán servido para no experimentar el fracaso
que ellos vivieron.
El que piensa estar firme,
mire que no caiga, esto es para aquellos que no tienen conciencia del débil o
que usa su libertad afectando al otro.
Dios por cusa de su
fidelidad ha establecido que el creyente no se atentado más allá de lo que
puede resistir, más bien ha diseñado la provisión para el cristiano tenga la
salida y pueda soportar tal situación. Esta es una poderosa promesa de victoria
ante la dura prueba o difícil adversidad.
e) Participar de la cena del Señor fortalece la unión con Cristo (10:14-17).
El consejo de Dios es
enfático: “Huid de la idolatría”. Seguramente esta frase sorprende a los
creyentes de Corinto, pero el mandamiento del apóstol es “huye inmediatamente”.
El apóstol enseña que el
hecho de comer de la misma mesa ofrecida a cualquiera implica unión con aquel a
quien se dirige el culto. Participar de la Cena del Señor es fortalecer nuestra
unión con Cristo.
Por todas estas razones el
creyente no debe participar de la carne ofrecida a los ídolos en una fiesta
pagana como las que celebraban en Corinto. Para el apóstol participar es
compartir, es identificarse con aquel a quien se rinde culto, por tanto en esto
no puede aplicarse el argumento de la libertad.
f) No os hagáis participes con los demonios
(10:18-22).
Las fiestas paganas terminan
ofreciendo sus sacrificios a los demonios. No porque el ídolo sea alguna
divinidad, sino que las personalidades demoniacas usan todas estas cosas para
separar cada día más a los hombres del verdadero y único Dios.
Por todo esto los corintios
deben apartarse y evitar participar de la mesa de los demonios, pues no debe la
iglesia provocar a celos al Señor, como hicieron los israelitas por el
desierto.
g) Debemos hacer todo para edificación (10:23-27).
El apóstol Pablo habla
respecto a la carne comprada en el mercado de Corinto, y nuevamente enseña el
principio que debe regir nuestras decisiones y comportamientos, el cual es el
amor, aquel que no hace daño al prójimo “aquel que no busca su propio bien,
sino el del otro”. Lo que hacemos debe ser de edificación y no de destrucción.
Pablo también enseña que la
persona puede comprar y comer cualquier carne que vendan en el mercado, sin
andar investigando cual es el origen de la misma, así mismo cuando sean
invitados a comer, para no perturbar su conciencia. A continuación el apóstol
hace una aclaración.
h) Cristo debe ser glorificado en todo
(10:28-33).
El hijo de Dios debe tener
siempre presente que su vida debe glorificar el Nombre del Señor. Una de las
cosas que debe hacer es respetar la conciencia del débil. Pablo presenta un
argumento lógico: No podemos agradecer por aquello que ofende a un hermano. Termina
diciendo “Hacedlo todo para la gloria de Dios” recordándonos que al final esto
es lo más importante.
CAPÍTULO 11
CORRECCIÓN
DE ALGUNOS DESORDENES EN EL CULTO PÚBLICO
a) El velo de las mujeres.
1)
1 Cor. 11:1. En éste versículo el apóstol Pablo nos
desafía a seguir su ejemplo. Sin duda alguna debe tenerse un estilo de vida
intachable para motivar a otros a seguirlo.
La
palabra imitar usada aquí viene de un término griego “mimetes” cuya raíz origina
nuestra palabra mimo (podemos recordar aquí aquella figura del teatro o en la
calle que duplica o repite todo lo que otros hacen). Sin duda lo que le da
fuerza a Pablo para decir esto es que él es un imitador de Cristo, precisamente
Jesús es la más grande fuente de inspiración.
2) 1 Cor. 11:2-6. Pablo
comienza alabando a los hermanos fieles de Corinto, ellos guardaron y
observaron las instrucciones que les había dado. Inmediatamente después expone
sus razones respecto al uso del velo con el que se cubrían las mujeres en el
culto. En primer lugar enseña que Cristo es cabeza del varón, y el hombre es
cabeza de la mujer. Esto no implica desigualdad, pues ambos son hijos de Dios
en Cristo.
2)
1 Cor. 11:7-12. Ahora el apóstol expone el diseño en
la creación, en el que afirma cuestiones como: el hombre fue creado primero, la
mujer procede del varón inicialmente y fue creada a causa del hombre. En el
versículo 12 concluye que ambos, varón y hembra, proceden de Dios, pues “así
como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo
procede de Dios”.
Podemos
además concluir aquí que éste orden para nada da libertad al hombre para
menospreciar o lastimar a la mujer, por el contrario al venir ambos de Dios,
debe tratarla como a vaso frágil, como a coheredera de la gracia de Dios.
4) 1 Cor. 11:13-16. Pablo
concluye aprobando el uso del velo en el culto público. Cosa que no debe ser
impuesta, ni motivo para contender. Sin embargo es necesario tener en cuenta
que el apóstol vive un momento puntual en la historia y en la cultura de su
época, y practicar esto hoy en nuestra cultura occidental como una imposición
sería altamente problemático.
b) Abusos en la Cena del Señor.
1) 1 Cor. 11:17-19. Este
acto (la Cena del Señor) era público, y se estaban presentando desordenes que
avergonzaban el Nombre del Señor. Por el contrario el apóstol les dice: “en
esto no os alabo… pues os congregáis para lo peor”, es decir por su mala conducta
es vez de reunirse para ser bendecidos y edificados, se estaban reuniendo para
traer juicio sobre ellos. Se nos dice que había “divisiones” y “disensiones” es
decir se formaban grupos con pensamientos y conceptos diferentes.
Esto se debía a que los
ricos se reunían primero o llegaban antes que los demás, y se comían los
mejores platos y así no tenían que compartir con otros. Este comportamiento era
un atentado contra la unidad de la iglesia, y quienes no participaban de esa
acción eran “aprobados” esto es aquellos que con verdadera madurez espiritual
no generan contienda, ni competencia, sino que con rectitud y justicia se
conducían.
2) 1 Cor. 11:20-22. Se
reunían para comer, pero eso no era tomar la Cena del Señor. Debemos tener
presente aquí que en la iglesia primitiva antes de tomar la Cena del Señor,
había una comida en común llamada “ágape” (recordemos que éste término es
griego y hace referencia al más noble y alto amor). Pero éste amor no quedaba
en evidencia en la práctica, pues lamentablemente algunos se adelantaban a
comer su propia cena, algunos se embriagaban, y dejaban con hambre a
otros.
Con éstas acciones
provocaban varios pecados: Menospreciaban la iglesia de Dios (no era una
reunión social, ni un grupo cualquiera, era de Dios). Con indiferencia estaban
provocando vergüenza a los de pocos recursos. Era un acto que atentaba contra
la unidad de la iglesia.
c) Institución de la Cena del Señor.
1) 1 Cor. 11:23-26. En
primer lugar Pablo dice: “Yo recibí del Señor” lo que nos deja ver que el mismo
Señor Jesús le enseñó al apóstol. En aquella cena el pan se distribuía primero
y luego la copa, pues precisamente primero se hizo carne y luego derramó su
sangre. La frase “es mi cuerpo” no quiere decir que el pan literalmente sea el
cuerpo de Jesús, sino que lo representa, norma que aplica de la misma manera
para la copa.
2) La expresión “por
vosotros” nos recuerda el sentido de su sacrificio, y “en memoria” implica una
acción que va más allá de un recuerdo, es una experiencia viva en la presencia
de Dios. El nuevo pacto nos recuerda que lo viejo ha quedado atrás, y que éste
es mejor por cuanto está hecho sobre mejores promesas basadas en la sangre del Cordero
perfecto.
3) Es muy importante tener
en cuenta que cuando el Señor Jesús compartió la cena con sus discípulos sólo
estaba con ellos en el aposento alto, también allí el Señor les dio una serie
de enseñanzas o revelaciones muy importantes, pues era la última noche con
ellos. Este acto no fue con las multitudes. Esto nos recuerda que participar de
la Cena del Señor es un momento no sólo de revelación e intimidad con Dios,
sino que fortalece la misma.
4) Pablo nos dice además que
todas las veces que tomemos la Cena del Señor, anunciamos el sacrificio de
Jesucristo, mensaje central de nuestra predicación y también anunciamos la
bendita esperanza: Jesucristo nuestro Señor vuelve. Entonces en la Cena del
Señor miramos atrás (por lo que hizo en la cruz) y adelante porque esperamos su
venida. Es por todo esto que la Cena debe estar llena de gratitud y amor por
Dios.
d) Tomando la Cena indignamente.
1) 1 Cor. 11:27-33.
Participar indignamente no hace referencia a la persona que participa, sino más
bien a la manera en que lo hace. Debe cuidarse para no hacerlo de manera
indiferente, egoísta e irreverente, sin intenciones de apartarse de las malas
conductas, aceptando el perdón de Dios y su poder transformador. El
participante debe discernir es decir “juzgar rectamente” reconociendo la unidad
del cuerpo de Cristo.
2) Es muy importante
examinarnos a nosotros mismos, es decir para no ser condenados con el mundo
impío, el creyente debe evaluar su corazón, arrepentirse, recibir el perdón de
Dios y apartarse de lo malo. Los creyentes corintios deben conducirse
rectamente y con humildad de corazón, pues el objetivo de cada reunión es que
todos sean bendecidos.
CAPÍTULO 12 (1ª parte)
LOS
DONES ESPIRITUALES
a) Es muy importante discernir la genuina
manifestación del Espíritu Santo (1 Cor. 12:1-3).
1 Cor. 12:1. En la primera
expresión del apóstol vemos su apremiante deseo de que la iglesia conozca más
acerca de los dones espirituales. En primer lugar debemos tener en cuenta que
aquí la palabra dones es traducida del griego “pneumatikós” que también
traduce: asuntos espirituales, temas sobrenaturales. Entonces Pablo desea
capacitar a la iglesia en el discernimiento de las cosas del Espíritu.
2) Según los versículos 2 y
3 antes de conocer a Cristo los corintios iban a adorar ídolos mudos, donde
seguramente estaban sus sacerdotes que proclamaban mensajes inspirados por
espíritus de adivinación. Los enemigos del evangelio en aquel entonces
maldecían a Jesús, y la Escritura más bien nos enseña que la manifestación del
Espíritu Santo debe glorificar a Cristo y levantar en alto su nombre como Señor
de todos, por eso también dice la Biblia: “El testimonio de Jesús es el
espíritu de la profecía”.
b) Dios es soberano y sobrenatural (1 Cor.
12:4-7).
Aquí (versículo 4) la
palabra dones es traducida del término griego “carisma” que significa también:
don de gracia, regalo de gracia. La palabra gracia viene del griego “caris” que
nos habla de aquella misericordia de Dios, quien hace favores y da regalos sin
méritos o virtudes por parte de aquel que recibe el beneficio. Por tanto los
dones según 1 Corintios 12 son dados por Dios según su misericordia, bondad y
compasión hacia su iglesia, y toda la gloria es de él.
Pablo también nos habla de
tres cosas cada una relacionada con cada persona de la trinidad:
Diversidad de dones, pero el
Espíritu es el mismo.
Diversidad de ministerios,
pero el Señor (Jesucristo) es el mismo.
Diversidad de operaciones,
pero Dios, que hace todas las cosas es el mismo.
Vemos entonces la
manifestación de la trinidad bendiciendo a su iglesia y plenamente involucrada
en el diseño y dinámica de ésta.
Observemos en detalle el
versículo siete. La expresión “A cada uno” nos indica que el Señor delega en
particular sobre cada uno de sus hijos, sin excepción, por lo menos un don
sobrenatural para servir al cuerpo. La frase “le es dada la manifestación del
Espíritu” indica que habla no de capacidades naturales o talentos humanos, sino
de habilidades espirituales para el mover sobrenatural del Señor en su
iglesia.
“Para el bien de todos” esto
nos recuerda que éstos dones son para bendición y beneficios de todos, deben
ser administrados con un corazón manso y humilde, que no procura su propia
gloria ni beneficio personal, sino que busca exaltar a Cristo y ser de
bendición para los demás.
c) Diversidad
de los dones espirituales (1 Cor. 12:8-10).
Para facilitar el estudio de
los dones según su naturaleza y función se han distribuido en tres grupos:
1) Dones de revelación: son
aquellos que revelan o permiten ver algo específico. Estos son: palabra de
sabiduría, palabra de ciencia y discernimiento de espíritus.
2) Dones de poder: son
aquellos que permiten hacer algo sobrenatural. Estos son: don de fe, hacer
milagros y los dones de sanidades.
3) Dones de expresión: son
aquellos que hablan dando a conocer un mensaje o palabra de Dios. Estos son:
profecía, diversos géneros de lenguas e interpretación de lenguas.
El hecho de que sean nueve
dones, así como nueve son las manifestaciones del fruto del Espíritu santo, nos
recuerda la importancia de anhelar ambas cosas con fervor, es decir debemos
procurar el carácter del Espíritu Santo en nosotros (su fruto) y su poder
actuando a través de nuestra vida (sus dones). Ambas cosas son vitales en la
vida del creyente (el siguiente capítulo tratará en detalle cada uno de los
nueve dones).
d) Unidad en la diversidad (1 Cor. 12:11-13).
1) 1 Cor. 12:11 nos recuerda
la soberanía del Espíritu Santo. Debemos también destacar la expresión “a cada
uno en particular” pues esto nos recuerda que cada hijo de Dios ha recibido del
Espíritu por lo menos un don sobrenatural de los nueve mencionados aquí, por
tanto debemos procurar identificar cual nos ha dado el Señor y usarlo de la
mejor manera para la gloria de Cristo, pues el Espíritu reparte como él quiere
y no por méritos o capacidades humanas, es por su gracia.
2) Según 1 Cor. 12:12-13 el
apóstol usa la figura del cuerpo para hablarnos de la diversidad y de la
unidad. El cuerpo humano es uno solo como tal, pero tiene muchos miembros, y
éstos miembros siendo muchos componen aquel cuerpo, así también nosotros en
Cristo. Somos un solo cuerpo, introducidos en él por el Espíritu (este es el
bautismo del cual habla Pablo aquí).
e) Cada
miembro del cuerpo es valioso (1 Cor. 12:14-20).
1) El apóstol Pablo nos
enseña que la diversidad del cuerpo no es un accidente ni una casualidad, sino
una necesidad propia. El cuerpo requiere diversidad de miembros para diversidad
de funciones, por ejemplo nuestros pulmones tienen un diseño único y especial
para proporcionar el oxígeno al organismo que toman del aire, y expulsan el gas
carbónico sobrante. Ningún otro órgano puede hacer esa labor, pues fueron
diseñados por Dios para eso.
2) Por tanto cada miembro
del cuerpo tiene una forma, función y ubicación específica, y todos a la vez
forman el cuerpo, y esa armonía de funcionamiento nos enseña que al mismo
tiempo todos los miembros se necesitan unos a otros. Es muy importante con la
ayuda de Dios y guianza del Espíritu identificar la función y lugar de cada
uno, pues de ésta manera todos glorificaremos a Dios con un servicio eficaz y
poderoso.
f) Dios es quien ordena el cuerpo (1 Cor.
12:21-27).
El apóstol hace énfasis en
la diversidad de los miembros, destacando el valor e importancia de los que
parecen inferiores, tal vez algunos pensaban que los dones que había en ellos
no eran importantes.
No debía existir envidia ni
competencia, pues es Dios quien imparte como él quiere y la gloria es de él. Es
muy importante tener presente que los dones son para servir a los demás y no
para vanagloria de los hombres.
Pablo nos dice: “los
miembros que parecen más débiles, son los más necesarios… Dios ordenó el cuerpo
dando más abundante honor al que menos tenía…” y seguidamente nos explica el
objetivo de esto: “para que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los
miembros se preocupen los unos por los otros”.
Por todo esto el cuerpo debe
ser uno, siendo sensible para fortalecer al débil (no criticar ni condenar,
pues solo Dios es juez), y para gozarse cuando Dios bendice o da honra al
otro.
g) Dios
ha establecido diferentes dones, todos ellos al servicio de su reino (1 Cor.
12:28-31).
Cada uno ha recibido de Dios
diferentes capacidades y llamados, poner éstos al servicio de los demás edifica
y bendice la iglesia. Debemos agradecer al Señor su diseño y sabiduría, aceptar
que el cuerpo, su unidad y diversidad son bendiciones de Dios.
Valoremos la importancia de
congregarnos, ser edificados por su palabra, alabar, servir y orar juntos, pues
reunidos en la casa del Señor recibimos bendición y vida. El cristiano que no
reconoce el valor del otro hermano y el poder de habitar juntos en armonía, muy
pronto empieza a secarse y comienza a hacer cosas diferentes a su llamado y
comisión para el cuerpo.
CAPÍTULO 12 (2ª parte)
ESTUDIO
ESPECÍFICO DE LOS DONES
a) Los dones de revelación: Recordemos que estos son los dones a través de
los cuales el Espíritu Santo revela o permite ver algo específico que a los
ojos naturales está escondido.
1) El don de Palabra de Sabiduría: Es la revelación sobrenatural por el Espíritu de Dios de la mente del
Señor y sus propósitos.
La palabra de sabiduría es la declaración sobrenatural de la mente y
voluntad de Dios. Éste don revela los propósitos e instrucciones del Señor para
los hombres, revelación que viene del conocimiento de Dios sobre el futuro.
Ejemplos:
En Mateo 26:34 “Jesús le dijo: De cierto te digo que esta
noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces”. En el caso mencionado Jesús por el don de sabiduría revela lo que
Pedro hará unas horas más adelante. Éste don por la acción del Espíritu Santo
da a conocer o revela lo que sucederá.
En Hechos 21:10-11 y 11:28-30 vemos el fluir de la palabra de
sabiduría, la cual revela eventos futuros (la gran sequía que vendría, y la
captura del apóstol Pablo). La profecía se expresa para edificación,
exhortación y consolación. La palabra de sabiduría contiene revelación del
futuro.
La Palabra de Sabiduría puede ser manifestada o revelada por diversos
medios: La voz de Dios. En un sueño. En una visión. Por profecía.
No hablamos entonces de sabiduría general o del conocimiento natural
del hombre. Es una revelación sobrenatural por el Espíritu Santo respecto al
plan o propósito de Dios con una situación o persona. Por supuesto debemos
tener presente que todas las manifestaciones deben ser aprobadas por la palabra
de Dios y por el testimonio del Espíritu Santo.
2) El don de Palabra de Ciencia: Es una revelación de sucesos pasados o presentes, fuera de nuestro
conocimiento natural que son reveladas por el Espíritu Santo.
Este don se manifiesta para revelar acontecimientos del pasado al
presente; un claro ejemplo de esto lo encontramos en Juan 4:16-19, cuando el
Señor le dice a la samaritana que ha tenido cinco maridos y con el que vivía no
era de ella. Es muy interesante ver también la expresión de la mujer: “me
parece que eres profeta”, pues nos deja ver que la gente reconocía aquellas
capacidades como virtudes proféticas.
Entonces el don de palabra de sabiduría está más relacionado con el
futuro y el don de palabra de ciencia con el presente y pasado. El don de
palabra de sabiduría tiene que ver con propósitos y el don de palabra de
ciencia está relacionado con hechos ocurridos.
El don de palabra de ciencia también es usado por Dios para revelar
cosas muy profundas en la vida de una persona que aun ella misma desconoce,
pero que está afectando su vida presente.
El don de palabra de
ciencia en el Antiguo Testamento:
La mayoría de los dones del Espíritu de Dios se manifestaron en el
Antiguo Testamento, con la excepción de las lenguas y la interpretación de
lenguas. Es interesante ver que incluso éstas (las lenguas) vienen después de
Jesús resucitar. Son dones exclusivos de la dispensación actual (después del
derramamiento del Espíritu Santo en pentecostés).
Por ejemplo en 2 Reyes 6:9-12. Por el don de palabra de ciencia el
profeta Eliseo revelaba al rey de Israel los planes que el rey de Siria
diseñaba contra él, de manera que sus emboscadas nunca funcionaron y pensó que
había un traidor entre los sirios. Pero sus siervos le informan que es por
causa del profeta Eliseo. El hombre de Dios por palabra de ciencia revelaba al
rey de Israel los planes malvados y así fue librado el pueblo de Dios.
La palabra de sabiduría y
la palabra de ciencia pueden operar juntas:
Podemos ver por ejemplo el don de palabra de ciencia fluir cuando
Ananías fue enviado por el Señor Jesús a ministrar a Saulo de Tarso. De manera
sobrenatural él se entera de cosas respecto a la condición de Saulo, según
Hechos 9:10-12 Ananías: Sabía dónde estaba Saulo. Sabía que estaba orando. Supo
que Saulo había recibido una visión.
Ananías expresa su temor ante Pablo pues sabía que era un perseguidor
de la iglesia y que estaba allí en Damasco con los mismos propósitos. Pero el
Señor le respondió a través de una palabra de sabiduría, según Hechos 9:15-16
revelándole a Ananías su propósito con Saulo de Tarso.
3) El don del Discernimiento de espíritus:
Éste don da compresión sobrenatural en el ámbito del mundo espiritual,
revelando el origen y naturaleza del espíritu que opera en una persona, grupo,
reunión o situación.
Éste don opera enteramente de una manera sobrenatural y las cosas que
revela son del mundo espiritual. Por ejemplo Pablo entendió en el espíritu,
usando éste don, el origen y naturaleza del espíritu que operaba en Elimas,
según Hechos 13:9,10 “Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno
del Espíritu Santo, fijando en él los ojos, dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y
de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de
trastornar los caminos rectos del Señor?”.
Éste don está limitado a revelar la clase de espíritus (si son buenos o
malignos, es decir ángeles, querubines, demonios, aún puede ver la
situación del espíritu humano, etc). Por éste don podemos percibir los seres
que viven y actúan en el mundo espiritual. No es para acusar o “discernir” la
vida de otros hermanos con intenciones malsanas.
Otro ejemplo lo vemos: Hechos 16:16-18, donde Pablo libera a una mujer
poseída por un demonio de adivinación: “Aconteció que mientras
íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de
adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a
nosotros, daba voces, diciendo:
Estos
hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.
Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y
dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y
salió en aquella misma hora”.
Es necesario hacer
diferencia entre el discernimiento del cristiano y el don de discernimiento de
espíritus:
Es necesario aclarar la diferencia del discernimiento propio de cada
creyente por el Espíritu Santo que habita en él y el don como tal. Es decir el
don de discernimiento de espíritus es específico, por ejemplo actuó en Pablo en
el caso anterior (Hechos 16:16-18) identificando el demonio que puntualmente
actuaba en esa mujer, pero el discernimiento normal del creyente nos dejaría
ver que ella estaba endemoniada en términos generales.
El discernimiento propio del creyente le ayuda a tomar decisiones
correctas en su vida diaria y lo capacita para hacer diferencia entre lo bueno
y lo malo.
El don de discernimiento de espíritus tiene un campo de acción más
restringido que los dos dones anteriores (palabra de sabiduría y palabra de
ciencia) ya que lo que revela está relacionado sólo con los espíritus. No sólo
está relacionado con los demonios, éste don revela de manera clara y
sobrenatural todos los espíritus, buenos y malos (por supuesto según sea la
voluntad de Dios).
Ejemplo en el Antiguo Testamento: A Moisés Dios le permite ver en el
ámbito espiritual: Éxodo 33:17-23. Él vio en el mundo espiritual la
manifestación de Dios mismo, solo le fue permitido ver sus espaldas. Este es un
ejemplo del discernimiento de espíritus, el cual permite ver el mundo
espiritual.
Ejemplo en el Nuevo Testamento: El apóstol Juan tiene una visión en la
isla de Patmos donde ve al Espíritu Santo como siete espíritus delante del
trono de Dios, es decir él ve en el mundo espiritual y ve siete aspectos del
Espíritu de Dios: Apocalipsis 1:4-5.
Éste don puede complementarse con la palabra de sabiduría o palabra de
ciencia. Por ejemplo tener una visión en el ámbito espiritual y recibir una
palabra al respecto.
Lo que no es el don de
discernimiento de espíritus:
No es el discernimiento propio de cada cristiano, es un don
sobrenatural.
No son conclusiones personales o sospechas.
No es un esfuerzo por leer la mente de otro.
No es un afán personal por ver los defectos de los demás.
CAPÍTULO 12 (3ª parte)
ESTUDIO
ESPECÍFICO DE LOS DONES
b) Los dones de poder: Son aquellos que evidencian de manera visible el poder de Dios, son los
que hacen algo. 1 Corintios 12:9-10 “a otro, fe por el mismo
Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer
milagros”.
1) El don de fe: Es importante a esta altura
hacer diferencia entre las clases de fe que la Biblia nos enseña:
La fe para salvación (aquella que nos lleva a Jesús como nuestro
Salvador).
La fe general (aquella con la cual creemos en la existencia de Dios).
La fe como fruto (es una de las manifestaciones del fruto del Espíritu
Santo, necesaria en la vida diaria para confiar en la protección, realidad y
cuidado de Dios).
La fe como don sobrenatural (es un don para creer por cosas
sobrenaturales y poderosas, milagros, maravillas y prodigios). Es la dotación o
capacidad sobrenatural del Espíritu Santo para creer y recibir lo que parece
imposible.
a) Un ejemplo en el Antiguo Testamento:
El don de fe en una provisión sobrenatural. Vemos en 1 Reyes 17:2-6,
que Dios envía a Elías a esconderse en el arroyo de Querit y le promete
enviarle el alimento mediante cuervos. Aquella fe dada por Dios de manera
sobrenatural iba más allá de la mente humana, el profeta no tuvo que hacer el
milagro, él espero y recibió el milagro cada día.
b) Un ejemplo en el Nuevo Testamento:
Vemos por ejemplo que en Hechos 6:8 se nos dice que Esteban estaba:
“lleno de gracia y de poder” la palabra gracia aquí se traduce del término
griego “pistis” que traduce primeramente “fe”), por eso otras versiones
traducen esta frase así: versión del Oso “Pero Esteban, lleno de fe y de
potencia”. Versión RV 1865: “pero Esteban, lleno de fe y de poder”.
El texto bíblico nos dice que por eso Esteban “hacía grandes (el
término griego usado para grandes aquí es “megas”) prodigios (maravillas,
portentos, algo extraño que causa asombro) y señales (milagros)”. El don de fe
nos lleva a creer y recibir obras sobrenaturales y maravillas que provocan gran
asombro en las personas. Es don sobrenatural requerido y usado por ejemplo en
los milagros de resurrección de personas.
c) El don de fe en la resurrección de muertos: Podemos leer por ejemplo
Hechos 9:36-42. En este caso Dios usó al apóstol Pedro. En el caso de la
resurrección de los muertos deben operar conjuntamente los tres dones de poder,
veamos:
El don de fe para que vuelva el espíritu de la persona que ha salido
del cuerpo.
El donde de hacer milagros para resucitar a la persona.
Los dones de sanidades, debe ser restaurada la salud de quien murió o
de lo contrario aquellas enfermedades la harán morir de inmediato.
2) El don de hacer milagros: Un milagro es una
intervención sobrenatural en el curso ordinario de la naturaleza. Es una
intervención por el poder de Dios que supera las leyes naturales.
El don de hacer milagros es el dinámico poder de Dios fluyendo a través
de una persona. Es el poder del Señor en acción. Por ejemplo: Mateo 8:26 y
14:25
“Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?
Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande
bonanza”.
“Más a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos
andando sobre el mar.
A través de éste don se muestra la sobrenaturalidad de Dios en
nosotros, y trae consigo una certificación del poder del Señor en la tierra y a
través de Su iglesia: Hechos 2:22, Y 2:43.
Una diferencia básica entre un milagro y una sanidad es que la sanidad
es la restauración o renovación de un órgano enfermo; mientras que un milagro
es la aparición de un órgano que no existía o que estaba completamente
destruido. Un milagro creativo precisamente ocurre cuando por ejemplo no
existía un riñón (por alguna enfermedad o extracción) y por la obra de Dios
aparece uno nuevo allí.
El don de hacer milagros en Eliseo: 2 Reyes 2:11-14. Aquí vemos dos
milagros, pero es en el segundo donde el don de hacer milagros actuó en Eliseo,
pues él tuvo que tomar el manto y golpear las aguas, es decir él tuvo que
actuar, participar en el milagro. Entonces el don de hacer milagros es más
activo que el don de fe, pues en éste último los milagros se reciben.
3) Los dones de sanidades: Tienen como objetivo sanar
o liberar al enfermo, y destruir las obras del diablo en el cuerpo
humano.
Al leer 1 Corintios 12:9, y 12:28, 30 “y a otro, dones de
sanidades por el mismo Espíritu”. Vemos que los términos
usados están en plural: Dones de sanidades, entonces habla de varios dones que
Dios usa para sanar a su iglesia, por ejemplo: el don para sanar migrañas
(dolor de cabeza), el don para sanar lesiones óseas (problemas en la columna
vertebral, entre otros), el don para sanar problemas en el sistema reproductor
(hemorragias o fuertes dolores), etc.
“Es razonable creer que Dios puede ungir a una persona con fe en cuanto
a ciertas enfermedades, y a otra persona con fe en cuanto a otras”. “Es
probable que la explicación más sencilla sea que pueden existir diferentes
dones para diferentes clases de enfermedades”.
Consideremos por ejemplo Hechos 28:7-9 “En aquellos lugares
había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos
recibió y hospedó solícitamente tres días. Y aconteció que el padre de Publio
estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y
después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó. Hecho esto, también los
otros que en la isla tenían enfermedades, venían y eran sanados”.
Disentería o flujo de sangre, es un trastorno inflamatorio
del intestino, especialmente del colón que produce diarrea grave con
sangre. Si no se trata, la disentería puede ser fatal. Causada por una
infección bacteriana, infestación de parásitos, o una infección viral.
Recordemos también que el Señor Jesús tocó a la suegra de Pedro que
estaba en cama y con fiebre, y ella se levantó y les servía. En estos casos
vemos los dones de sanidades y el poder de Dios fluir para bendición de los
seres humanos.
Debemos tener presente que la Biblia dice en Marcos 16:17-18 “Y estas
señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablaran
nuevas lenguas… sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán”. Estas son
manifestaciones del poder de Dios por la fe, son señales que siguen al que
cree. Esto no significa necesariamente que está en evidencia el don de fe, el
don de diversos géneros de lenguas o los dones de sanidades. Son señales
generales que siguen al pueblo de Dios por la fe en él.
CAPÍTULO 12 (4ª parte)
ESTUDIO
ESPECÍFICO DE LOS DONES
c) Los dones de expresión: Son aquellos que hablan dando a conocer un mensaje o palabra de Dios. 1
Corintios 12:10 “… y a otro, profecía; a
otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro,
interpretación de lenguas”.
1) El don de la profecía: Acerca de éste don hay
muchas cosas necesarias e importantes que estudiar, pues además estamos en los
postreros tiempos. No debemos menospreciar la profecía sino capacitarnos para
discernirla (juzgar) de manera correcta, pues la Escritura misma nos dice en 1
Tesalonicenses 5:20-21 “No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo,
retened lo bueno”.
La definición del término profecía. Se traduce del griego “profeteia”
que también significa: “Proclamación de la mente y consejo del Señor”.
Este significado nos deja ver y concluir varias cosas
importantes:
a) La profecía no es en primer lugar predicción (esto lo vemos esto por
ejemplo en el ministerio de Juan el bautista, quien fue principalmente uno que
anunciaba a Cristo. En el Nuevo Testamento la profecía es básicamente una
proclamación de la voluntad divina).
b) La Escritura es en sí misma profecía, ella fue escrita por personas
inspiradas por el Espíritu Santo de Dios y allí encontramos el consejo del
Señor, por eso nos dice: “tenemos la palabra profética más segura” 2 Pedro
1:19-21. La Biblia es un libro profético.
c) Vemos también que en el Antiguo Testamento así como en el Nuevo se
nos enseña el valor de discernir estos mensajes (como hacían los hermanos de
Berea, quienes después de oír la enseñanza iban a sus casas para escudriñar la
Escritura y confirmar lo que se les había enseñado, Hechos 17:11 “Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica,
pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las
Escrituras para ver si estas cosas eran así”).
Cuando estudiamos el don de la Profecía, debemos hacer claridad entre
el don propiamente dicho y el ministerio del profeta que en la Escritura
aparecen diferenciados. No debemos confundir el don de profecía con los
profetas del Antiguo Testamento.
Éste don (el de la profecía) es nuevo y específico del Nuevo Testamento
dado a la iglesia del Señor para edificación y bendición de la misma.
Otra cosas muy importante es no debe confundir la predicación con la
profecía, pues se anula la sobrenaturalidad al don profético (tengamos claro
que la predicación proclama, expone la Escritura, la profecía dice lo que Dios
está diciendo de manera expresa y específica). Puede ocurrir que mientras se
predica, se profetice, entonces estaría operando el don profético en la
predicación.
La Biblia nos enseña que cualquier persona puede tener el don de
profecía y ser usado por Dios, pero esto no quiere decir necesariamente que sea
un ministerio de Profeta. Veamos por ejemplo Hechos 21:8-11, donde vemos algunas
diferencias entre el don y el ministerio del profeta: Dios revela que hay mayor
autoridad y fuerza en el oficio que en el don.
Hechos 21:8-11 “Al otro día, saliendo Pablo y los que con él
estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que
era uno de los siete, posamos con él. Este tenía cuatro hijas doncellas que
profetizaban. Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un
profeta llamado Agabo, quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y
atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán
los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en
manos de los gentiles”.
Lucas, el escritor del libro de los Hechos nos dice que las hijas de
Felipe “profetizaban” (podían hacerlo por el don) pero Agabo era un profeta,
éste era su ministerio y es a través de éste que el Señor le habla a Pablo.
Entonces el don de la profecía les permitía a ellas servir en su iglesia local
y continuar con su vida diaria en casa, mientras que el oficio o ministerio le
demandaba a Agabo servir a Dios de tiempo completo, él estaba consagrado o
dedicado a ese ministerio.
El don de profecía y sus bendiciones:
La profecía habla a los hombres de manera sobrenatural (“Pero
el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y
consolación” 1 Corintios 14:3).
La Iglesia es edificada.
Hay exhortación (esto es la profecía anima, alienta, conforta, impulsa
a seguir un camino).
Trae consuelo a la Iglesia del Señor.
Todos en la iglesia son enseñados (“Porque podéis profetizar
todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados” 1 Corintios 14:31).
La profecía convence al no creyente y evidencia los secretos de su
corazón (1 Corintios 14:21-25).
El apóstol Pablo enseña que el que profetiza es responsable por el uso
de éste don y tiene control sobre él, también exhorta a que sea ejercido en
orden. Profetizar básicamente significa hablar por otro, en éste caso es hablar
de parte del Señor.
Principios que debemos
tener cuenta respecto al don de la profecía:
a) La profecía debe edificar, exhortar y consolar, 1 Corintios 14:3.
“Más el que profetiza, habla a los hombres para edificación, y exhortación, y consolación”.
La edificación tiene que ver con un
mensaje que produce crecimiento a la iglesia.
La exhortación es apremiar, impulsar para
seguir un curso de conducta, por ejemplo: Hechos 14:22 “confirmando el alma de los discípulos, exhortándoles a que
permaneciesen en la fe; y diciéndoles que es necesario que a través de
muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”.
La consolación: es alivio, aliento,
consolación de manera entrañable, consuelo para el hijo de Dios quebrantado y
fatigado.
b) La profecía debe ser juzgada, 1 Corintios 14:29 “Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás
juzguen”.
Se nos enseña en la 1 Corintios 13:9 que la profecía no es completa, y
según 1 Tesalonicenses 5:20-21, no se debe menospreciar, sino juzgar, esta
palabra significa: discernir, examinar. En la versión de la Biblia N.V.I. dice:
“no desprecien las profecías, sométanlo todo a prueba”. Las visiones, sueños o
mensajes proféticos deben ser examinados a la luz de la palabra de Dios y por
el testimonio del Espíritu Santo que mora en cada creyente.
La Biblia nos enseña que en la iglesia de Corinto había desorden, y
precisamente por esto Dios establece un orden, 1 Corintios 14:30-32,40 nos dice
la Escritura “decentemente”, el término indica: honestidad, con gracia, manera
apropiada, noble, bien formado, honradez (en contraste con la vida desordenada
de los gentiles).
c) La profecía viene para confirmar aquello que el Señor ya ha venido
diciendo al espíritu o corazón de sus hijos.
d) La palabra profética o mensaje del Señor conserva la naturaleza de
él mismo, 1 Corintios 14:33 “pues Dios no es Dios de confusión, sino
de paz”.
La profecía o mensaje de Dios contiene los elementos de la esencia
misma del Señor, como su amor, su paz, su verdad, su pureza, entre otros. La
profecía no da ministerios, ni dones espirituales (lo que hace es
confirmarlos), tampoco “revela” el número de la lotería, ni te manda a
desobedecer la Palabra de Dios, la palabra profética no confunde, ella trae luz
y paz que viene de Dios mismo.
2) Diversos géneros de
lenguas:
La Escritura nos enseña que los dones del Espíritu Santo son repartidos
por él y lo hace de manera soberana (“como él quiere”). Somos un cuerpo y
debemos fortalecernos y ayudarnos mutuamente, la obra de cada miembro del cuerpo
es muy importante. Al hablar de los dones del Espíritu Santo hacemos referencia
a aquellas virtudes sobrenaturales dadas por Dios para bendición y edificación
de Su iglesia en la tierra.
También la Escritura nos enseña que el bautismo en el Espíritu Santo
implica una evidencia o señal: hablar en otras lenguas según da el Espíritu
mismo a cada uno.
Éste don (diversos géneros de lenguas) se diferencia de las lenguas del
bautismo en el Espíritu Santo en que contiene diversos géneros, su operación es
sobrenatural como los demás dones y es público, mientras que por lo general las
lenguas por el bautismo corresponden a un género y su objetivo tiene más que
ver con la vida de oración personal del hijo de Dios.
Definición del don de diversos géneros de lenguas: Es una
declaración sobrenatural por medio del Espíritu Santo, en idiomas nunca
aprendidos por quien habla, ni entendidos por la mente del que habla. En
la manifestación de éste don, opera la voluntad del hombre, su espíritu y sus
órganos de expresión, pero la mente que opera es la mente del Señor.
Nuestra traducción bíblica contiene dos término: “diversos” y
“géneros”, en el griego bíblico aparece un solo término usado “génos” que
significa además: familia, nación, linaje, raza.
Podemos ver la manifestación de éste don sobrenatural, y su propósito
divino, por ejemplo en Hechos 2:4-12, donde éste don se manifestó para dar a
conocer el evangelio del reino y sus maravillas a todos aquellos que estaban en
Jerusalén durante la fiesta de Pentecostés en sus lenguas originales o nativas,
por eso nos dice la Escritura:
Hechos 2:7-11 “Porque cada uno les oía hablar en su propia
lengua. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos
todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les
oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?
Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en
Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las
regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos
como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las
maravillas de Dios”.
3) Don de interpretación de
lenguas:
Podemos ver que siete de los nueve dones del Espíritu se ven en el
Antiguo Testamento mientras que dos corresponden a la dispensación o período de
la de la gracia: diversos géneros de lenguas e interpretación de lenguas.
También podemos ver que son los más relacionados de todos los dones, 1
Corintios 14:27-28 “Si habla alguno en lengua extraña, sea esto
por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay
intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios”. Aquí vemos la unidad y armonía de éstos dos dones.
Un cristiano usado por el Señor con este don de interpretación de
lenguas no está pendiente a los términos hablados en el lenguaje
desconocido que está interpretando, lo que hace es mirar al Señor pues depende
únicamente de Él para que le enseñe y revele el significado o interpretación de
aquel mensaje.
Debemos tener presente que al comienzo de la humanidad la tierra tenía
una sola lengua y las mismas palabras, a causa de la obstinación del hombre en
la torre de Babel, el Señor confundió sus lenguas y se esparcieron los hombres
por el planeta. Ahora, por su Espíritu Santo Dios le da a la iglesia la
capacidad sobrenatural de llevar su mensaje aún en otras lenguas a todas las
naciones.
Algo que debemos tener en cuenta es no reducir los dones a un nivel
natural. El Don de Interpretación de Lenguas es sobrenatural y enteramente
milagroso. Podemos ver por ejemplo el uso de éste don cuando una persona
se expresa en diversos géneros de lenguas en una iglesia, y es otra persona con
el don de interpretación de lenguas quien declara lo que Dios expresó en
lenguas. Siempre debemos tener presente que éste mensaje es para edificación,
exhortación y consolación de los hijos de Dios.
Al evaluar o considerar alguna razón por la cual
el don de diversos géneros de lenguas e interpretación de éstas aparecen últimos
en la lista que hace Pablo una probable explicación seria que fueron los
últimos dones dados a la Iglesia del Señor. Los primeros siete dones de la
lista son manifestados en el Antiguo Testamento y también en los Evangelios,
pero estos dos últimos no fueron impartidos hasta después del derramamiento del
Espíritu Santo en la fiesta de Pentecostés, según Hechos 2.
CAPÍTULO 13
LA
PREEMINENCIA DEL AMOR
a) El amor es lo más importante, 1 Corintios
13:1-3.
1) El versículo uno nos
enseña que podemos hablar en lenguas y no caminar en amor. Aquellas lenguas
expresadas se convierten en un ruido que molesta el oído. El címbalo bíblico de
aquella época hace referencia a dos platillos de bronce o cobre, que producen
un sonido al chocarlos. Hablar lenguas sin un corazón guiado por el amor, es un
sonido que no bendice ni edifica.
2) Lo mismo ocurre con el
conocimiento de misterios, profundas revelaciones y una gran fe según el
versículo dos. Puede suceder que tengamos grandes y poderosos conocimientos de
Dios o de la teología cristiana, o quizá una fe tan grande que logre maravillas
sobrenaturales, pero de nada sirve si no hay amor.
3) Es muy interesante
reflexionar a la luz del tema el versículo tres. Vemos aquí varias expresiones
físicas de amor. Pero Pablo nos dice que incluso vender nuestros bienes para
repartir entre los necesitados, no sirve de nada si no hay verdadero amor. En
aquella época algunos hacían cosas como esas e incluso quemarse en vida para
inmortalizar su nombre, pero detrás de todo eso había un motivo egoísta, su
deseo era figurar y ser reconocidos entre los hombres.
b) Cualidades del amor, 1 Corintios 13:4-7.
1) En primer lugar veamos el
significado desde el idioma griego. Aquí la palabra amor se traduce del griego
“agape” que indica amor incondicional, procura el bien del ser amado, por eso
indica sacrificio, por ejemplo Juan 3:16 “Porque de
tal manera amó (en griego “agapao”) Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna”.
2) El amor es sufrido y
benigno. El término sufrido indica largura de ánimo, esperar con paciencia. Es
tener control interno y externo en circunstancias difíciles. La palabra benigno
indica actuar con bondad. Ser amable y compasivo.
3) El apóstol menciona ocho
cosas que no hace el amor. Debemos tener en cuenta que Pablo está enseñando a
la iglesia de Corinto por una serie de conductas que se estaban dando allí, y
por tanto cada expresión implica una corrección para dicha iglesia (y por
supuesto de gran utilidad para nosotros hoy).
4) El amor no tiene envidia,
no debe existir tal cosa entre los hermanos pues Dios reparte los dones como él
quiere y da a cada uno su respectiva gracia para que no haya diferencias. El
amor no es jactancioso ni se envanece, entre ellos ninguno era más grande que
el otro, pues lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios y a
los fuertes, a fin de que nadie se jacte en su presencia.
5) El amor no hace nada
indebido, ni busca lo suyo propio. Esto sin duda les recordaba que por amor no
comerían de lo sacrificado a los ídolos afectando así a los más débiles. El
amor no se irrita no guarda rencor, recordándoles que por amor no llevarían sus
diferencias ante el tribunal de los incrédulos, sino que amor sufrirían el
agravio. El amor no hace mal al prójimo, sino que vence con el bien el mal. El
amor no se goza de la injusticia.
6) El versículo siete nos
describe varias virtudes o capacidades del amor que si se hubiesen puesto en
práctica en la iglesia de Corinto hubiera resuelto todos los problemas. El
verdadero amor cree, confía, es paciente y lucha contra toda oposición y
adversidad. Una afirmación fundamental en la Biblia es que “Dios es amor”,
siendo el amor no sólo un atributo divino, sino la esencia misma de su
ser.
c) La permanencia del amor, 1 Corintios
13:8-10.
1) La idea central del
versículo ocho es que vendrá el tiempo en que los dones aquí expuestos cesarán.
Es muy importante tener en cuenta cuando será ese momento. Hay quienes
interpretan esto diciendo que ese tiempo fue el de la iglesia en su comienzo
cuando ésta necesitaba ser confirmada, pero que hoy día aquellos dones no
existen, esto se conoce como cesasionismo.
Sin embargo debemos mirar a
la luz de las Escrituras que enseña Dios al respecto. En primer lugar Efesios
4:11-13 nos enseña que los cinco ministerios fueron dados hasta que todos
lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Creo que nadie
se aventuraría a decir que ya tiene todo eso, por tanto los cinco dones
ministeriales siguen vigentes.
2) En segundo lugar según el
texto de hoy 1 Corintios 13:9-10, los dones estarán vigentes hasta que venga lo
perfecto, y esto sólo puede ser una referencia a la segunda venida de nuestro
Señor Jesucristo. Es este evento el que marcará el final del ejercicio de los
dones sobrenaturales. Mientras estemos en la tierra estos dones estarán
vigentes, pues es en el cielo donde ya no serán necesarios. Debemos tener en
cuenta que estos dones deben ser regidos o gobernados por el amor, pues es éste
el que nunca dejará de ser.
d) Nuestro caminar en Dios es una continua
revelación divina, 1 Corintios 13:11-13.
1) La expresión del apóstol
en el versículo once nos muestra un periodo de crecimiento y madurez. Vemos la
transición de la niñez a la adultez. El apóstol enseña a los corintios la
necesidad de trascender de los dones al amor. La manifestación del poder de
Dios es una bendición y una gran necesidad en medio de la iglesia de Cristo,
pero además el creyente es llamado a crecer, es decir no sólo debe quedarse
allí en el fluir de los dones, Pablo anima a la iglesia a crecer en el
amor.
2) El apóstol citó anteriormente
que la niñez espiritual se veía en la iglesia cuando los hermanos andaban en
celos, contiendas, disensiones y conflictos. Pero la madurez se vería al
caminar en amor, eso es andar en el camino excelente. Entonces la madurez
espiritual no se mide por los dones del Espíritu Santo en el creyente, sino por
el fruto del Espíritu de Dios en su vida, en otras palabras la madurez tiene
que ver con el carácter, y el poder tiene que ver con el servicio, y con ambos
debemos glorificar al Señor.
3) En los versículos doce y
trece Pablo enseña que actualmente vemos oscuramente y en parte, pero viene un
tiempo más glorioso cuando el conocimiento será mayor y mcuho más
experimentado; y por eso debemos cultivar la fe, la esperanza y el amor. En
buena medida el corazón humano requiere ser sanado y restaurado de aquellas
experiencias dolorosas del pasado que afectan su presente para recibir con
plenitud el amor de Dios, y fluir en él. Sólo así podemos obedecer el gran
mandamiento: Amar a Dios con todo nuestro ser y a nuestro prójimo como a
nosotros mismos.
CAPÍTULO 14
LAS
LENGUAS DEL ESPÍRITU SANTO
a) El que habla en lenguas habla a Dios, 1
Corintios 14:1-3.
Deben los creyentes motivados por el sincero
amor de Dios procurar, buscar y pedir los dones del Espíritu Santo sobre todo
aquellos que animan, fortalecen y consuelan. La Iglesia de Corinto había sobre
estimado el hablar en lenguas sobre los demás dones, por eso enseña que éste
don sin interpretación no edifica a la iglesia, éstas lenguas no serían útiles
al no ser comprendidas por los hermanos.
Quien habla en lenguas enseña el apóstol no
habla a los hombres, sino a Dios, pues sólo él entiende las lenguas, a no ser
que sean interpretadas. Vemos también que la profecía en la iglesia no tiene
como énfasis la revelación del futuro, sino que viene por impulso del Espíritu
Santo para fortalecer e instruir a la iglesia o persona para seguir a Cristo y
sus enseñanzas.
b) El que habla en lenguas a sí mismo se edifica, 1
Corintios 14:4-6.
El apóstol Pablo nos enseña que el hablar en
lenguas sin interpretación edifica (fortalece la fe y la vida espiritual) al
que las habla. Pablo motiva a los creyentes a hablar en lenguas y cuando hay
interpretación todos serán edificados. El versículo seis nos enseña que las
lenguas con interpretación traerán un mensaje al pueblo de Dios con revelación
y/o dirección.
c) Los dones son dados para la edificación de la
iglesia, 1 Corintios 14:7-12.
El hablar en lenguas con la debida
interpretación es usada por Dios como una trompeta, recordemos que la trompeta
en el Antiguo Testamento era usada para convocación del pueblo para oír nuevas
instrucciones del rey o para prepararse para la guerra. Nos recuerda Pablo que
debemos anhelar los dones espirituales, abundar y crecer en ellos para
edificación de la iglesia.
d) Pablo
oraba en lenguas más que todos en Corinto, pero enseñaba en su propio idioma
para ser comprendido, 1 Corintios 14:13-19.
El apóstol hace referencia a la oración personal
y privada en lenguas. Orar con el espíritu es orar en lenguas bajo la dirección
del Espíritu Santo, Pablo considera de
mucha importancia la oración en lenguas. Sin embargo en la iglesia el apóstol
prefería utilizar palabras que la iglesia pudiera entender.
e) La
profecía y las lenguas son señales de Dios en medio de los hombres, 1 Corintios
14:20-25.
Vemos entonces que las lenguas tienen como uno
de sus propósitos ser señal de la presencia de Dios entre los no judíos. La
intención del Señor es dar a entender que él está con el nuevo movimiento.
Pablo también reafirma el concepto de la superioridad de la profecía sobre las
lenguas, y como ésta conduce al convencimiento del pecador, manifestando lo
oculto de su corazón para su rendición ante el Señor.
f) Dios
no es Dios de confusión sino de paz, 1 Corintios 14:26-33.
El propósito principal de todos los dones del
Espíritu es fortalecer la iglesia y al creyente. La palabra “edificación” es traducida
del griego “oikodomeo” que indica estimular la vida espiritual, la madurez y el
carácter piadoso del cristiano.
En el uso y ejercicio de los dones espirituales
debe haber orden y equilibrio. En ésta caso el apóstol da las siguientes
pautas: dos o tres que hablen y por turno, debe haber interpretación, y el
mensaje debe ser juzgado o valorado. Debemos notar que no se consideraba la
profecía como un impulso irresistible del Espíritu pues cada uno debía hablar
por turno.
g) Un consejo para las mujeres de la época, 1
Corintios 14:34-35.
Debemos tener en cuenta que el apóstol sabe y
autoriza que las mujeres oren y profeticen en reuniones públicas: 1 Corintios
11:5. Lo que el apóstol está diciendo es que las mujeres no deben interrumpir
el culto para hacer preguntas que pueden hacer en casa.
h) La humildad y la decencia glorifican a Dios, 1
Corintios 14:36-40.
El apóstol concluye diciendo que si la iglesia
de Corinto no reconoce ni acepta sus instrucciones (que son mandamientos de
Dios) están demostrando con eso que ni son profetas ni son guiados por el
Espíritu Santo.
CAPÍTULO 15
LA
RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS
a) La resurrección de Cristo es columna de nuestra
fe, 1 Corintios 15:1-2.
Es importante tener en
cuenta que los griegos creían en la inmortalidad del alma, pero no en la
resurrección del cuerpo, pues pensaban que el cuerpo era la fuente de la
debilidad y pecado del ser humano. Al parecer los Corintios habían aceptado la
resurrección de Jesucristo, pero dudaban de la resurrección de los creyentes.
El apóstol enseña la resurrección como parte integral y fundamental del
evangelio, tanto que por eso dice: “si no creísteis en vano”.
b) La
resurrección de Jesús es real y sobrenatural, 1 Corintios 15:3-8.
1) Pablo expone varias fases
de la obra de Cristo: la muerte, fue sepultado, resucitó y se apareció a
muchos. El Señor dio su vida por nuestros pecados, fue luego sepultado (es
decir murió en realidad, no es una figura del lenguaje ni una fantasía) y esto
también prepara la verdad posterior del sepulcro vacío. Jesús resucitó al
tercer día, como estaba escrito.
2) El Señor apareció a más
de quinientas personas, es decir Dios añadió una gran prueba de su victoria a
cientos de testigos para confirmación no sólo de su fidelidad sino como
cimiento de la nueva iglesia. Pablo cita a Jacobo, probablemente el hermano de
Jesús y fue quizá esta aparición la que lo llevó a la conversión.
3)
Pablo dice: “y al último de todos, como
a un abortivo, me apareció a mí” ésta
frase del apóstol tal vez hace referencia a su condición y llamado articular
entre los apóstoles, pues fue sacado de su condición de perseguidor a ser
apóstol del Señor, mientras que los otros respondieron al amoroso llamado del
Maestro.
c) La
resurrección es verdad central en el mensaje apostólico, 1 Corintios 15:9-11.
Una vez más Pablo destaca el
fundamento de su llamado: la gracia de Dios. La historia nos confirma lo que el
apóstol dice respecto a: “antes he trabajado más que todos ellos” y todo
aquello por la gracia de Dios, él no se jacta de eso, más bien es su expresión
ante la inmensa y bondadosa gracia de Dios con él.
Destaca el apóstol la
resurrección como factor primordial en la predicación apostólica. La expresión
“así habéis creído” relaciona a los hermanos de Corinto con la fe en la
resurrección de Jesucristo. Es vital creer que Jesús resucito pues es
precisamente esto lo que lo hace dador de vida para todos los que están en
muerte a causa de sus pecados.
d) Sí
no hubiera resurrección el evangelio carecería de contenido, 1 Corintios
15:12-19.
La resurrección de
Jesucristo implica la resurrección de los creyentes. Si no hay resurrección el
evangelio no tendría contenido, y la fe fracasaría, pues no tendría seguro su
principal objetivo el cual es la salvación. La resurrección tiene dos facetas vitales:
la perfección del carácter redentor de Cristo, y la aceptación de la obra del
Hijo por parte del Padre celestial.
Si Cristo no resucitó
quienes morían con la esperanza de la resurrección en realidad entonces
perecerían, esto es desaparecer, desvanecerse, destruirse o perderse. Por eso
entonces dice Pablo serían los cristianos “dignos de conmiseración” esto
significa “dignos de lastima” o “desdichados”.
e) Resultados
de la resurrección del Señor Jesús, 1 Corintios 15:20-24.
El término primicias (con
relación o derivada de la Fiesta de las primicias de Israel) hace referencia a
la resurrección de Cristo como garantía y evidencia de la resurrección de los
cristianos. Cuando Pablo expresa “en Cristo todos serán vivificados” habla por
supuesto de la resurrección de los creyentes en Cristo, pues ese es el
contexto.
A continuación el apóstol
expone el orden de la resurrección. Cristo es el primero, luego los creyentes,
es decir los que son de Cristo en su venida y cuando dice: “luego el fin” hace
referencia al final del reino de Cristo, quien entrega todo al Padre
celestial.
f) Un
día el Hijo entregará el reino y gobernará el Dios trino, 1 Corintios 15:25-28.
Luego del reino del Hijo su
periodo entrará al reino eterno del Dios trino. El texto nos habla de la
destrucción de la muerte, evento que ocurrirá en el juicio del Gran Trono
Blanco según Apocalipsis 20, después de la rebelión final de Satanás. Pablo
también enseña que el Hijo entregará la administración del reino terrenal al
Padre celestial, y de esa manera el Dios trino reinará.
g) Pablo explica sobre el bautismo respecto a los
muertos, 1 Corintios 15:29-34.
Respecto a éste pasaje hay
diversas opiniones, pues es una porción de interpretación difícil, las más
aceptadas son: Pablo hace referencia a aquellos que se bautizaban basados en el
testimonio de ciertas personas que ya habían muerto. Y otra posición enseña:
Pablo se refiere al bautismo de jóvenes que se convertían al cristianismo y
entraban a ocupar en la iglesia los puestos de los cristianos que habían
muerto.
Pablo también dice: “Cada
día muero” haciendo referencia a aquellos peligros con los que se tuvo que
enfrentar en el ministerio. Si no hubiese resurrección para que todo ese
esfuerzo. Finalmente les aconseja no relacionarse con aquellos que afectan su
fe en la resurrección y más bien deben velar debidamente y alejarse del pecado.
h) Cuerpos celestiales y cuerpos terrenales, 1
Corintios 15:35-41.
Pablo enseña que deben
evitar dos conceptos equivocados: el cuerpo original resucitado no es idéntico
al cuerpo original, con alguna transformación. Y el segundo error es pensar que
el nuevo cuerpo no tiene relación alguna con el inicial. Más bien debe observarse
que hay continuidad y diversidad. La expresión “Una estrella es diferente de
otra” probablemente hace referencia a la diferentes recompensas o galardones
que recibirán los hijos de Dios.
i) La gloria del cuerpo resucitado, 1 Corintios
15:42-49.
Podemos observar que el
apóstol Pablo está tratando de describir algo difícil por sí mismo, no
solamente por lo glorioso de aquello, sino por nuestra mente que difícilmente
puede asimilar esto al detalle. Algunas cosas que nos dice son: el cuerpo será incorruptible,
esto es nunca más se va a descomponer. El cuerpo glorificado no tendrá
principio de pecado ni debilidad física.
Pablo enseña que lo que
afirma está de acuerdo con la palabra de Dios, por eso dice: “está escrito”. La
expresión “la imagen del celestial” es la referencia a la naturaleza del cuerpo
glorificado, que será como el mismo cuerpo glorioso de Cristo, ver Filipenses
3:21.
j) Pablo revela un misterio, 1 Corintios
15:50-58.
Inicialmente el apóstol
enseña el principio de la necesaria transformación, pues la carne y la sangre
no pueden heredar el reino de Dios, la naturaleza misma del reino divino
requiere un cuerpo glorificado. No todos los creyentes van a morir, pero sin
duda todos serán transformados.
La expresión “en un momento,
en un abrir y cerrar de ojos” será en un parpadeo, esto indica la rapidez de
aquella transformación, y esto es el cumplimiento de la escritura: “Sorbida es
la muerte en victoria”. Pablo ante esta verdad, lleva a los cristianos a dar
gracias a Dios quien da inicio a todo y nos da la victoria a través de la
perfecta obra de Jesucristo el Señor.
CAPÍTULO 16
INTRUCCIONES
FINALES Y SALUDOS
a) Pablo le recuerda a la iglesia de Corinto el privilegio que tiene con
los hermanos necesitados de Jerusalén, 1 Corintios 16:1-4.
El primer tema que Pablo
toca es la ofrenda para los hermanos necesitados de Jerusalén. El primer día de
la semana era el domingo, cuando los creyentes se reunían para el culto.
También expresa el apóstol el deseo de que la colecta se hiciera antes de que él
llegará allí.
b) Los planes de Pablo, 1 Corintios 16:5-12.
El apóstol expresa el deseo
de estar un tiempo con los corintios, pero pasará primero por Macedonia, cosa
que luego le criticaron. La frase “Si el Señor lo permite” nos deja ver su
dependencia en la dirección de Dios para su vida.
Pablo también da
instrucciones respecto a la visita de Timoteo, quien era fiel a pesar de su
juventud y probable timidez. Comenta respecto a Apolos, quien en un futuro
realizaría su visita allí, era aquel poderoso y muy capacitado predicador de
Alejandría.
c) exhortaciones y saludos finales, 1 Corintios 16:13-24.
Finalmente el apóstol deja
una serie de exhortaciones dirigidas a la iglesia para mantenerse firme y
valorar la obra de los otros hermanos. Envía algunos saludos personales, una
advertencia para mantener firme su amor por Jesús y su corazón preparado ante
su venida.
Escrito por Pastor Gonzalo
Sanabria.
(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).
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Siendo corregidos en amor por nuestro Señor, de hecho agradecidos porque a pesar de nuestros errores, nos ama y nos va dando forma.
ResponderBorrarA la vez nosotros, educando q nuestros hijos con Amor y Firmeza
Dios te bendiga Sara, muchas gracias por tus comentarios y valioso aportes. El Señor te guarde y bendiga en abundancia.
BorrarTremendo Dios les siga bendiciendo
ResponderBorrarMuchas gracias por dejarnos tu comentario. Dios bendiga tu vida y familia.
BorrarSaludos y muchas bendiciones, el apóstol Pablo nos explica las directrises que el señor os deja en su palabra.
ResponderBorrarExcelente Dios los siga bendiciendo ;saludos desde El Salvador C.A.
Dios te bendiga Armando. Muchas gracias por tus palabras y por el apoyo a este ministerio. El Señor Jesús guarde tu vida y la de toda tu familia.
BorrarBuen día Pastor quiero confesar una gran verdad, tengo 10 años en el evangelio aún estoy en mi 1er amor, un ruego constante a Mi Dios Eterno y Divino es que siempre sea así. Usted no lo sabe lo va a saber hoy pero ud ah Sido un motor fundamental en mi hermosa carrera cada devocional dado x usted ah Sido de enseñanza, edificación y exhortación a mi vida de parte Dios. No hay ni un devocional suyo que Mi Señor no use para hablarme, lo admiro muchísimo como un buen pastor que es x lo menos Dios lo usa a usted para pastorear mi vida. Gracias a Dios y a usted. Que Dios lo bendiga y lo guarde. Avanzar es la orden. Un abrazo fuerte mi hermano amado.
ResponderBorrarDios te bendiga Hna Osorio. Muchas gracias por tus palabras y por el apoyo a este ministerio. El Señor Jesús guarde tu vida y la de toda tu familia. Gracias por compartir este valioso testimonio. Bendiciones.
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