EL PROFETA ELISEO Y EL HACHA QUE CAYÓ AL RÍO
(Pastores
Gonzalo y Andrea Sanabria)
En
el texto de hoy (2 Reyes 6) vemos en primer lugar como Dios hace milagros en medio de las
dificultades. El profeta Eliseo y sus discípulos van a cortar madera para
ampliar el lugar de su residencia, pero el hacha que habían prestado cae al
río.
Nadie esperaba algo así, habían prestado herramientas para ese trabajo, y ahora tenían un problema a superar. Esto nos recuerda que aunque estemos haciendo las cosas para Dios, no significa que no habrá dificultades que superar. Pero con Dios no solo serán superadas, sino que seremos instrumentos de sus milagros. Veamos este interesante estudio
Nadie esperaba algo así, habían prestado herramientas para ese trabajo, y ahora tenían un problema a superar. Esto nos recuerda que aunque estemos haciendo las cosas para Dios, no significa que no habrá dificultades que superar. Pero con Dios no solo serán superadas, sino que seremos instrumentos de sus milagros. Veamos este interesante estudio
EL PROFETA ELISEO Y EL HACHA QUE CAYÓ AL RÍO (Devocional No. 092)
“Y aconteció que mientras uno derribaba un árbol, se le cayó el
hacha en el agua; y gritó diciendo: ¡Ah, señor mío, era prestada! El varón de
Dios preguntó: ¿Dónde cayó? Y él le mostró el lugar. Entonces cortó él un palo,
y lo echó allí; e hizo flotar el hierro. Y dijo: Tómalo. Y él extendió la
mano, y lo tomó” 2 Reyes 6:5-7.
Dios hace aquí un
gran milagro. Es importante tener en cuenta que el peso específico del hierro
es 7,84 veces mayor que el peso del agua y, por lo tanto, la fuerza de la
gravedad hace que se hunda en el fondo del río.
Pero el Dios de Eliseo, que creó la naturaleza, no está atado a las leyes de la misma, y puede otorgar a su siervo el poder para revertir los valores y aligerar el peso del hierro. No en vano, su nombre, Eliseo significa: salvación de Dios. Él es el Dios de nuestra salvación, y nos sigue salvando de nuestras crisis y dificultades.
Pero el Dios de Eliseo, que creó la naturaleza, no está atado a las leyes de la misma, y puede otorgar a su siervo el poder para revertir los valores y aligerar el peso del hierro. No en vano, su nombre, Eliseo significa: salvación de Dios. Él es el Dios de nuestra salvación, y nos sigue salvando de nuestras crisis y dificultades.
El siervo de
Eliseo clamó: “Ah, señor mío, era prestada”, vemos aquí la importancia de
clamar (si el siervo no lo hace el hacha se hubiera perdido seguramente).
Eliseo era un profeta ungido, no es suficiente saber hacer las cosas (el siervo lo estaba haciendo), necesitamos la unción del Espíritu Santo (Eliseo es figura de eso), la unción nos es dada para lograr aquello que humanamente no se puede hacer, es decir para hacer lo sobrenatural por el poder de Dios.
Dios ha prometido
estar con nosotros. La pregunta de Eliseo “¿Dónde cayó?”, podemos reflexionarla
hoy, pues el hacha es figura de lo que Dios nos da para hacer su obra, no es
nuestra, es de él, y a veces podemos descuidar o ser indiferentes a lo que él
nos da. Dios no los había desamparado, Dios estaba atento a lo que estaban
haciendo. No los dejaría en vergüenza, esa dificultad fue pues una oportunidad
para ver la gloria de Dios.
Eliseo era un profeta ungido, no es suficiente saber hacer las cosas (el siervo lo estaba haciendo), necesitamos la unción del Espíritu Santo (Eliseo es figura de eso), la unción nos es dada para lograr aquello que humanamente no se puede hacer, es decir para hacer lo sobrenatural por el poder de Dios.
Estaban
recuperando lo que se había perdido. Ese discípulo nunca olvidaría esa lección,
ese gran milagro. Dios necesita “Elíseos” dispuestos a enseñar a otros, por eso
nos envió a hacer discípulos, Jesús dijo: “Id, y haced discípulos”.
El hacha no salió del agua sola, Eliseo actuó y el siervo la sacó, vemos pues a Dios y al hombre trabajando juntos. Dios quiere hacer grandes cosas, pero requiere de tu disposición y diligencia.
El hacha no salió del agua sola, Eliseo actuó y el siervo la sacó, vemos pues a Dios y al hombre trabajando juntos. Dios quiere hacer grandes cosas, pero requiere de tu disposición y diligencia.
Reflexión
final:
Dios ha planeado establecer su reino a través de Su Iglesia, Dios no ha
cambiado, sigue haciendo milagros, y él quiere usarte y bendecirte en gran
manera. Ante la dificultad clama a Dios y él actuará a tu favor.
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