EL ENDEMONIADO DE GADARA EVANGELIZA DECÁPOLIS

EL ENDEMONIADO DE GADARA EVANGELIZA DECÁPOLIS
(Pastores Gonzalo y Andrea Sanabria)

Los planes de Dios con cada uno de nosotros son diseños celestiales hermosos y poderosos. Sin embargo, los poderes de las tinieblas procuran enterrar y esconder estos planes a través de las ataduras espirituales, adicciones, maldiciones, pecados, heridas, y toda clase de cautiverio. 

Pero “para esto apareció el Hijo de Dios para deshacer las obras del diablo”, para traer libertad y conducirnos al cumplimiento de nuestro diseño celestial…  




EL ENDEMONIADO DE GADARA EVANGELIZA DECÁPOLIS

“…el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban”, Mr. 5:18-20.

La libertad es fundamental para avanzar en el propósito de Dios, y una expresión o evidencia de esa libertad, es la pasión por Dios. El que había estado endemoniado quería estar con Jesús, quería estar a su lado y seguirlo. Cuando tenemos un encuentro real con Jesucristo, es inevitable no seguirlo, pues entendemos que él es el camino, la vida y la verdad.

Sin embargo, a causa de los planes de Dios él debe continuar en esa tierra, y estar en medio de los suyos. Creo, que es casi el mismo sentimiento que vivimos al conocer a Jesús, quisiéramos sólo estar con él. 

Pero, Jesús nos salva para que además de darnos vida eterna, cumplamos con sus planes en la tierra. El cautivo de Gadara, ahora liberado debe ser un instrumento de Dios para que muchos otros sean liberados de las cadenas de las tinieblas. 




Ahora se convierte en el evangelista de Decápolis, confederación de diez ciudades greco-sirias, y Gadara era una de ellas. Ahora él andaría anunciando el poder y la salvación en Jesús, por mucho tiempo el diablo lo tuvo atado, y lejos de su familia y sociedad, en montes y sepulcros. 

Aquel que había tenido esa región atemorizada, ahora Dios lo usa para bendecir diez ciudades. Porque lo que Dios tiene para ti, es mucho mejor que lo que el mundo y las tinieblas te puedan ofrecer.

Reflexión final: Cristo ha venido a salvar al hombre, y a redimirlo (rescatarlo) de todo cautiverio, para que camine en el cumplimiento del plan divino, para que fluya en el diseño que Dios le ha otorgado. 




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