LA MISIÓN TRANSCULTURAL Y SU CONTEXTO
LECCIÓN NUEVE:
EL CHOQUE
CULTURAL
1 Cor. 9:
19-23.
1. FACTORES
QUE CONTRIBUYEN AL CHOQUE CULTURAL:
a. El
clima. Un cambio drástico del clima al cual uno está acostumbrado
es una adaptación difícil y puede afectar el bienestar físico, también.
b. La
pobreza. Aunque el misionero
pueda haber experimentado la pobreza, es muy posible que vea una pobreza
extrema tal como nunca hubiera visto, ni en el televisor. El hecho que no puede solucionar el problema
él mismo aumenta su frustración. Le
conmueve al fondo de su ser.
c. El
hambre. Esta calamidad, que
acompaña la pobreza, es una situación que afecta a cualquier que tiene que
presenciarla. El hambre es endémica en algunos países y el misionero puede
sentir obligado a pasar su tiempo alimentando a los hambrientos y procurando
salvar vidas. Es una decisión que produce mucha tensión.
d. La
enfermedad. Es muy difícil para el
misionero ver la enfermedad, la dolencia, y la desnutrición en su alrededor y
no poder hacer nada para aliviar la situación. Millones mueren innecesariamente
porque carecen del saneamiento público.
e. El
idioma. El no poder comunicarse
verbalmente es muy frustrante y produce un sentir de impotencia. Cuando uno no
puede pedir direcciones o hacer una llamada telefónica, experimenta ansiedad y
tensión.
f. Costumbres
extrañas. Todos los apuntes
culturales (señales y símbolos) conocidos desde la niñez son inútiles. Palabras,
gestos, expresiones faciales, y costumbres son una parte de nuestra
subconsciencia. Uno se siente completamente desorientado. Demora años aprender
con esmero estos apuntes culturales.
g. Molestias
menores. El abastecimiento de
agua o corriente eléctrica puede ser esporádico. El alojamiento puede ser
incómodo.
2. VENCIENDO
EL CHOQUE CULTURAL:
a. Recordar
a Jesús y la Encarnación. (2 Cor. 8:9; Fil. 2:5-8)
b. Reconocer
que el choque cultural es una reacción normal. El
misionero es un ser humano normal con sentimientos normales. Su reacción a los
cambios culturales no tiene nada que ver con su espiritualidad.
c. Recordar
que otros lo han vencido. Será
difícil creer, en el fangal de depresión, que otros hayan salido vivos y
victoriosos. Pero así es, y él también sobrevivirá.
d. Aprender
el idioma lo más pronto posible.
La perspectiva de la vida cambia totalmente cuando uno puede conversar con los
amigos y vecinos, y enseñar y predicar con facilidad.
e. Participar
en la vida social de la gente. No se
debe limitar los contactos sociales a los del idioma nativo. Es una tentación
fuerte hacerlo pero los misioneros exitosos se mezclan y se juntan con la gente
y forman amistades entre ellos. Actividades sociales ayudan mucho en el
aprendizaje del lenguaje.
f. Buscar
lo bueno en la cultura. Hay
aspectos agradables y desagradables en cada cultura. El recién llegado tiene la tendencia de
preocuparse con el negativo. Con determinación el nuevo misionero puede
apreciar los aspectos buenos y agradecer a Dios por ellos.
g. Olvidarse
de la vida en su tierra. Todo lo
maravilloso y atractivo de la cultura nativa del misionero ya son cosas del
pasado y debe olvidarse de ellas hasta que vuelva a visitar su país.
h. Confiar
en la gracia de Dios. (Fil.
4:11,12; 2 Cor. 12:9; 2 Cor. 9:8) Si el misionero
está allí por el llamamiento de Dios, Su gracia es suficiente.
LECCIÓN DIEZ:
CONTEXTUALIZACIÓN
1. En toda cultura la iglesia tiene que reflejar la
presencia de Dios. Es la iglesia
de Cristo, escogida por Dios y apartada para Su misión. Las formas de una iglesia pueden variarse en
detalles tal como el idioma, la alabanza, el proceso de tomar decisiones, y la
música. El mensaje cristiano se
comunicará en términos aceptables y significantes en la cultura nativa. Se
enseñará a los creyentes nuevos cómo la perspectiva cristiana del mundo
determina e influye toda faceta de la vida.
2. El fundador de la iglesia toma el papel de mentor
desde un principio y guía a los nuevos cristianos en el
aprendizaje de vivir conforme a los conceptos bíblicos, sin embargo, es preciso
que se cuide de no usurpar el lugar del Espíritu Santo al dirigir el pueblo de
Dios. En tanto que es Dios quien provee
líderes con dones espirituales, el misionero llega a ser un maestro de los que
asumirán el liderazgo en la iglesia. Los
líderes de la iglesia tienen que pasar a ser los agentes de cambio, aplicando la perspectiva bíblica a la cultura
nativa.
3. Los fundadores de iglesias tienen que orar pidiendo
sabiduría y poder de Dios. Evangelizar a los incrédulos y alimentarlos para que
crezcan en Cristo no es principalmente un esfuerzo humano sino es Dios obrando
por medio de Su pueblo. Es una actividad espiritual y uno necesita armas
espirituales para batallar a un enemigo espiritual.
4. Para que el misionero sea eficaz en la comunicación
del mensaje es preciso que comprenda el contexto de sus oidores y que se
identifique con ellos. Es esencial que aprenda el idioma, como notamos
anteriormente, y que también adopte su manera de pensar.
5. El mensajero transcultural tiene que dejar todo
etnocentrismo y congeniar con sus oyentes. En tanto que
se sumerja en la cultura de la gente y modele la verdad absoluta del mensaje
que trae, puede decir con Pablo: Lo que
aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de
paz estará con vosotros (Fil. 4:9). Pablo podía exhortar: Sed imitadores de mí, así como yo [soy
imitador] de Cristo (1 Cor. 11:1).
El tiempo del verbo sed imitadores
(griego: mimata) indica acción
continua. Se refiere a un estilo de vida
e incluye una perspectiva del mundo.
6. Algunos
elementos del Cristianismo son absolutos y por consiguiente no pueden ser
alterados de ningún modo. (Gál. 1:6-8)
Estos están claramente señalados en las Escrituras.
7. Algunos
elementos son relativos y pueden ser cambiados. Estos incluyen:
estilos de adoración, métodos de evangelización, clases de música, y muchos
otros elementos. Cuándo nos juntamos a adorar y dónde
no importan. Cómo adoramos tiene que ser en
espíritu y en verdad (Jn. 4:24).
8. Cada
cultura tiene elementos tanto buenos como malos. La cultura es
producto del hombre y como su promotor, se ha vuelto corrupta. Tiene elementos buenos y también malos. Solamente lo que es contrario a las claras
enseñanzas bíblicas tiene que ser rechazado.
9. ¿Quién
decide lo que es bueno o malo? Los misioneros tienen más comprensión de las Escrituras,
pero la gente local entienden mejor su propia cultura. Deben acordarse juntos bajo la autoridad de
las Escrituras y la dirección del Espíritu Santo.
10. Toda cultura, cristiana y
no-cristiana, debe ser juzgada a la luz de la Biblia. Una costumbre no es
necesariamente correcta sólo porque ha sido una práctica de los cristianos
durante muchos años.
11. A causa de la obediencia a
la Verdad de Dios, nos puede acusar de imperialismo
cultural. Hay algunos aspectos de la Palabra de Dios que nunca
estarán aceptables a los incrédulos (Gál. 5:11). Tenemos que escoger entre
agradar a los hombres o agradar a Dios (Ga.1:10).
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