LA FIDELIDAD EN EL MINISTERIO
2 Tim. 4:7-8.
“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Por lo demás, me está guardada la corona
de justicia, la cual me dará el Señor,
juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que
aman su venida”.
Introducción:
Dios no planeó ningún fracaso espiritual. Bien como miembros del cuerpo de
Cristo y/o seamos llamados a ser dones del ministerio, Él no dio a unos para
que fracasaran y a otros para que triunfaran (el triunfo de Dios en una persona
se logra cuando hace aquello para lo cual fue llamada). Él planeó que todos
triunfaran. Como puedes apreciar tienes que darte al llamado de Dios en tu
vida.
Un buen ministerio no ocurre sin hacer, lo mismo que un buen matrimonio. Tú
tienes que cultivar y cuidar tu matrimonio.
Dios
requiere de sus hijos y siervos fidelidad. Pero qué es la fidelidad en la
Biblia? La palabra fidelidad en el N.T. viene del griego pistis, que
básicamente significa “digno de confianza”, es alguien que se ha ganado la
confianza de Dios. Veamos algunas cosas importantes en el proceso de la
formación ministerial, cómo responder de manera apropiada al llamado de Dios y
conservar la fidelidad en el ministerio:
A. Estudia. El tiempo empleado en la preparación nunca es
tiempo perdido.
2 TIMOTEO 2:15
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como
obrero que no tiene de que avergonzarse que usa bien la palabra de verdad”.
B. Dedícate.
Junto con el llamado va la dedicación.
C. Conságrate.
Junto con el llamado va la consagración.
D. Sométete
a la voluntad de Dios. Junto con el llamado va la sumisión a la voluntad de
Dios.
Comentarios: Cuando eres un principiante en
el ministerio, no comienzas por el puesto más alto. Lo mismo que para subir una
escalera nadie comienza a subirla por el escalón más alto.
Se sube desde los primeros escalones hacía los de arriba. Tienes que hacer lo mismo en el ministerio. Y algunas veces los primeros años en el ministerio requieren muy grandes sacrificios. Pero si sabes que has sido llamado, te quedarás en el ministerio no importa lo que te cueste.
Se sube desde los primeros escalones hacía los de arriba. Tienes que hacer lo mismo en el ministerio. Y algunas veces los primeros años en el ministerio requieren muy grandes sacrificios. Pero si sabes que has sido llamado, te quedarás en el ministerio no importa lo que te cueste.
Tienes que hacer esta clase de consagración a
Dios: En el valle o en la cumbre, hundido o triunfante, muerto o vivo,
continuaré en el ministerio porque Dios me ha llamado.
Ya que has empezado por la fe, sabes que no
terminarás de dicha manera trágica, pero en ocasiones parecerá que sí. Parecerá
como si estuvieras viviendo lo peor de los tres puntos mencionados arriba – en
el valle, hundido y muerto.
Pero si permaneces fiel en esas ocasiones
cuando parezca que vayas a fallar, cuando parezca que te estás hundiendo,
cuando parezca que te estás muriendo – ¡SUBIRÁS A LA CUMBRE PORQUE CRISTO TE
LLAMO!
E. Se
una persona íntegra.
1. Salmos
15:4 contiene una de las características de una persona íntegra, “El que aun
jurando en daño suyo, no por eso cambia”.
2. Los
creyentes que tengan el llamado de Dios en sus vidas y que sean íntegros,
honestos y sinceros, quedarán firmes.
Ej. Daniel 6:4.
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F.
Desarróllate.
Alcanza madurez y crece.
1.
Los
ministerios son desarrollados. Para desarrollar el don del ministerio se
requiere tiempo.
2.
Los
obreros necesitan tiempo para equiparse con lo necesario para hacer lo que Dios
tenga para ellos. No sólo deben estar equipados, ellos deben ser maduros.
3.
Algunos
comienzan a trabajar frecuentemente en una ramificación del ministerio
diferente a la que Dios los llamó.
a.
Saulo
(Pablo) es nombrado como uno de los cinco profetas y/o maestros en el capítulo
13 de Hechos. Más tarde el Nuevo Testamento lo llama un apóstol. Pero él no
comenzó con el ministerio del apóstol. El comenzó primero como un predicador,
luego como un profeta y un maestro.
b.
Felipe
comenzó en el ministerio como un servidor a las mesas (Hechos 6:1-6). Él fue
fiel en dicho cargo. Después recibió el ministerio de evangelista (Hechos
21:8).
c.
Si
Dios te llamó al ministerio de pastor, no comenzarás pastoreando una iglesia de
5000 personas. No sabrías hacer ese trabajo. Puede ser que comiences con un
rebaño pequeño o como auxiliar, como ayudante de pastor, como líder de jóvenes,
etc.
d.
Dios
puede haberte llamado a ser evangelista. Con el tiempo puede ser que prediques
a 5000 almas. Pero no comenzarás predicando a las 5000. Puede ser que comiences
predicando a cinco personas.
e.
No
menosprecies el día de pequeñeces (Zacarías 4:10 “Porque
los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel”).
4.
Toma
tiempo para esperar y ver lo que Dios quiere que hagas. Permite que Dios haga
de ti el ministerio que El desea que seas.
a.
No
digas “Yo elijo este puesto”. No puedes escoger.
b.
No
trates de imitar a otro. Sé tú mismo. Anuncia la verdad de la Palabra de Dios
que te haya sido revelada permitiendo a Dios que te use personalmente para
introducirla en las almas. Entonces dicho mensaje será tu mensaje, por
inspiración de Dios.
c.
No
digas “soy un maestro” Detente y espera hasta asegurarte si en verdad eres uno.
d. No digas” soy un profeta “simplemente
porque hayas tenido una
revelación y varias palabras
de profecía.
Incluso si tu llamado sea el
de profeta, no entrarías inmediatamente, no serias capas de serlo. Dios no quebrantará sus
propias normas. Su palabra dice de no poner un neófito o novicio en el puesto
de diacono (1 Timoteo 3:6 “no un neófito, no sea que
envaneciéndose caiga en la condenación del diablo”), Dios no pondrá a un cristiano
prematuro ni tampoco a un predicador prematuro en el puesto de profeta.
e.
Antes
de anunciar el cargo que ocupas en el ministerio, debes crecer
y desarrollarte espiritualmente y tener
más experiencia.
f.
Si
Dios te llama y te pone en cierto cargo del ministerio no necesitarás
anunciarlo, de todas formas la gente se dará cuenta y si no lo hacen es porque
no es tu lugar.
g.
Si
el ministerio está en la fase de embrión, este se desarrollará a medida que te mantengas fiel.
h.
Date
cuenta que tienes el llamado de Dios. Después trabaja para Dios donde quiera
que estés. Después, cuando alcances alguna madurez mental y espiritual, Dios te
revelará el llamado que tienes.
5.
Debes
tomar tiempo para esperar en Dios. Pon tiempo aparte para ayunar y orar. Toma
tiempo aparte para averiguar su voluntad perfecta para tu vida y ministerio
(Hch. 14:23 “Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos,
los encomendaron al Señor en quien habían creído”).
a.
Testimonio
de K. Hagin (profeta del Señor), “Jesús me dijo en la primera visión en la que
se me apareció, “Cuando dejaste tu última iglesia entraste en la primera fase
de tu ministerio”.
Yo estaba sorprendido. Llevaba 15 años en el
ministerio, Le dije, “Señor, ya llevo 15 años en el ministerio y tú me has
bendecido”.
Él contestó:
“¡Ciertamente te bendije todo lo que pude. Bendije la palabra que predicabas
porque yo honro mi palabra. Esto no quiere decir que te estaba honrando a ti”.
Entonces el agregó, “Muchos ministros del Evangelio viven y
mueren sin llegar a la primera fase del ministerio que tengo para ellos. Esta
es la razón por la cual muchos ministerios mueren antes de tiempo”.
b.
Mantente
abierto a Dios
Si te estableces en
otro llamado, o en otra área del ministerio y no mantienes las líneas de
comunicación abiertas entre ti y el cielo, Dios te dejará continuar adelante y
sufrirás las consecuencias de estar afuera de la voluntad perfecta de Dios.
c.
Cuando
te encuentras solamente en la voluntad permisiva de Dios, te parecerá que algo
no marcha bien. Puedes notar la diferencia. Es como si te lavaras los pies con
los calcetines puestos.
G.
El
ministerio es santo y Dios es celoso con esto. Levítico 10:1-3.
“Nadab y Abiú…
ofrecieron fuego extraño… y murieron delante de Jehová. Entonces
dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me
santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado”.
a. Las
cosas santas son sagradas. En el Antiguo Testamento, si alguien entraba en el
lugar Santísimo sin ser el Sumo Sacerdote, caía muerto instantáneamente. Se
había entrometido en el lugar que no le correspondía.
b. Es
peligroso jugar con las cosas santas.
b. El
llamado de Dios es santo.
c. El
ministerio de Dios es santo.
H.
Desarrolla
tu carácter.
1.
De
aquellos que están separados para un cargo del ministerio se requiere más.
2.
Da
un buen ejemplo en todo tiempo.
3.
Provee
cosas que sean honestas delante de todos los hombres.
4.
Ocupa
tu lugar con dignidad.
Si eres llamado por
Dios para ocupar cierto cargo en el ministerio, ese cargo requiere respeto. Si
tienes respeto por el puesto que ocupas en el ministerio, enseñarás a la gente
a que le tengan respeto. Permanece fiel, honra a Dios y Dios te honrará, y te
bendecirá.
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1. “EL MINISTERIO ES UN TESORO”
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Bibliografía: Dicc. Bíblico Vine Expositivo (Edit.
Caribe)
Nuevo
Diccionario Bíblico (Edit. Unilit)
Biblia
de estudio Reina Valera 1995
Biblia
de estudio Vida Plena (Edit. Vida)
El
llamado al ministerio (Kenneth Hagin).
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