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BOSQUEJOS BÍBLICOS

(Bosquejos bíblicos).



(En la parte inferior de este atícuo encontrarás un listado de bosquejos bíblicos). Una y otra vez el Nuevo Testamento nos recuerda la importancia de guardar la sana doctrina. También nos advierte que en los últimos tiempos habrá falsos maestros y aún doctrinas de demonios. (Te invito a leer: Sermones escritos listos para predicar). 

Ante todo esto el cristiano debe conocer bien la Palabra del Señor y desarrollar el discernimiento espiritual para distinguir la verdad de la mentira, recordemos que Pablo por el Espíritu dijo: “Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean también extraviados de la sincera fidelidad a Cristo”. 

Como bien sabemos por los evangelios, el Señor Jesús desarrolló un poderoso ministerio de enseñanza, y eso nos recuerda la importancia de preparar de manera correcta bosquejos bíblicos que edifiquen la iglesia del Señor. De hecho, Pablo le dijo a Timoteo: “Procura presentarte a Dios aprobado, como un obrero que usa bien la palabra de verdad”. Preparar bosquejos bíblicos es un desafío en el que el Espíritu Santo nos ayuda. 

Amemos la Palabra de Dios como un gran tesoro que nos ha sido encomendado. Por eso, compartimos la manera de hacer bosquejos bíblicos. Veamos este interesante estudio
           



BOSQUEJOS BÍBLICOS 

“Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina, persiste en ello, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen” 1 Timoteo 4:16.   
La Biblia es el libro más leído en la historia de la humanidad, sus características lo hacen único: escrito por 40 personas aproximadamente, todos de diferentes estratos y diversos niveles de escolaridad, en un periodo de 1600 años, en diferentes lugares, guardando una perfecta armonía y su mensaje contiene el sello del poder de Dios que sigue transformando vidas, éste libro contiene el más hermoso mensaje: en Jesucristo hay vida eterna.

Fue el Espíritu Santo quien la inspiro, al ser el autor de la Biblia es quien puede darnos su revelación. Las Sagradas Escrituras contienen un lenguaje que edifica y alimenta el espíritu del creyente, por eso cuando la leemos nuestro ser se fortalece, se anima y recibe de Dios la dirección para tomar decisiones sabias, pues Su palabra es lámpara en nuestro camino. 
    
Al observar los sermones de Jesús vemos en ellos sencillez y unidad, lo que facilitaba no solo la exposición de la verdad de Dios, sino el aprendizaje por parte de los oyentes. 

Tocar diversos temas en una sola enseñanza hace difícil la retención del mensaje, mientras que la unidad y sencillez en la exposición hace eficiente la comunicación. El bosquejo bíblico nos permite organizar la información. 




Construir una exposición (escrita o memorizada) de un pasaje bíblico de manera ordenada y clara, con unos puntos consecuentes y sencillos, fáciles de recordar, y sobre todo prácticos (que podamos llevar a nuestro diario vivir), será de gran edificación. 

Los mensajes con términos demasiado técnicos, complicados, y unos puntos dispersos (sin unidad) y no aterrizados a nuestra vida diaria, serán confusos y difíciles de vivir.

Un bosquejo bíblico básicamente consta de unos puntos (ideas concretas) ordenados, guardando la unidad de la idea principal que vamos a exponer. Esos puntos principales, irán enriquecidos de unas notas o comentarios que amplían el significado del texto bíblico, los puntos principales pueden contener algunos subpuntos derivados del principal. 

El objetivo es guardar la unidad y orden en lo que vamos a decir, y contar con un plano resumido de lo que queremos exponer, de ésta manera evitamos tener ideas dispersas y desordenadas.

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Mantengamos presente siempre que el Espíritu Santo es el autor de la Biblia, y por tanto es él quien nos enseñará, y revelará los secretos y tesoros guardados en las Sagradas Escrituras. 

Básicamente los pasos a seguir son: ubicar el texto bíblico, identificar la idea principal, plantear los puntos que desarrollaré (generalmente son tres los puntos; cuando los puntos principales son cuatro o cinco, no es aconsejable las subdivisiones pues sería muy largo el mensaje), construir una introducción (para iniciar el mensaje) y una conclusión (para cerrar el mismo). 

Por supuesto nuestras aplicaciones y notas de reflexión las vamos desarrollando al mismo tiempo que exponemos. Veamos el bosquejo bíblico más claramente:




Introducción: Puede ser una noticia, una breve reflexión, o algunas preguntas…

Título del mensaje: en lo posible corto y contundente,

1.   Primer punto o idea.
a)   Subdivisión
b)   Subdivisión
2.   Segundo punto.
a)   Subdivisión
b)   subdivisión
3.   Tercer punto.
a)   Subdivisión
b)   Subdivisión

Conclusión: en ésta recogemos las ideas principales, y con la ayuda de Dios cerramos el mensaje en el poder del Espíritu Santo.   

Es nuestro anhelo que el libro “Palabras que transforman el corazón, Tomo I” sea una herramienta y texto de consulta para estudiar y apoyarse en la predicación. El libro en formato electrónico o impreso puedes adquirirlo aquí en: Amazon. Este libro también puede tomarse como Devocional Diario, pues contiene notas y comentarios prácticos que edificarán la vida del creyente. Confiamos en Dios que será de bendición.                

Reflexión final: Dios anhela usarte poderosamente, y es deseo de cada uno de nosotros hacerlo bien para la gloria del Señor. Por eso, prepararnos en oración y estudio bíblico, también es una muestra a nuestro Dios del deseo que tenemos de glorificar Su nombre y que el auditorio sea edificado. Lo más importante es que él ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Te invito a ver el listado de bosquejos bíblicos: “Sermones Para Predicar”. 

(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria)   

Te invitamos a leer bosquejos bíblicos: Sermones escritos para predicar

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Anexo: EL MENSAJE O SERMÓN QUE GLORIFICA A DIOS:

Desarrollemos la respuesta a las preguntas ¿cómo podemos ponerle vida a un sermón o bosquejo bíblico para que cause un impacto positivo en la vida de los oyentes? ¿cómo predicar de manera que Dios sea glorificado?  

A. ES UN SERMÓN O BOSQUEJO BÍBLICO CON LA DEBIDA PREPARACIÓN ESPIRITUAL:

En la Biblia leemos que el gran apóstol Pablo pedía oración para predicar con poder y revelación. Esto nos permite ver que:

1) Le preocupaba la debida oración o intercesión por los mensajes o sermones que enseñaría. Pablo le da importancia a la oración para la predicación. El apóstol pide en diversas ocasiones que oren por sus mensajes; es claro y lógico que él oraba por sus propios sermones o mensajes. La predicación es pues una experiencia espiritual en la cual necesitamos el respaldo de Dios.

2) Le preocupaba al apóstol Pablo la manera en que habría de transmitir la enseñanza. La petición de oración era: “Es para que hable de El como debo hablar”. Que Dios me use, que pueda hablar con la valentía, vivacidad y elocuencia necesaria para ser un predicador digno del Dios todopoderoso.  

B. ES UN MENSAJE TRASMITIDO CON EL PODER Y DENUEDO DE DIOS:

El libro de los Hechos (18: 24) nos relata la historia de un varón que hablaba con denuedo y excelencia la palabra de Dios, se describe a Apolos como un poderoso orador. Veamos entonces esas características en detalle:

     1) Con gran elocuencia: El diccionario Larousse define la elocuencia como: Facultad de hablar bien y de forma convincente.

      2) Con poder y conocimiento en las Sagradas Escrituras: Usa bien la Palabra de verdad. No se puede usar bien algo que no se conoce. El predicador de excelencia conoce la Palabra, la lee, la memoriza y aplica en su propia vida.

    3) Con un espíritu ferviente: Fervor viene de hervor. Si usted ha visto una locomotora de vapor sabrá la fuerza que tiene el agua cuando hierve. El predicador hierve cuando predica. Tiene el fuego del Espíritu Santo en él.

     4) Con diligencia: La diligencia podríamos definirla como el "cuidado de hacer las cosas". El predicador debe ser ordenado y claro en sus pensamientos, para eso existen los bosquejos bíblicos, para hablar ordenada y diligentemente las verdades del Señor.

   5) Con denuedo: Denuedo significa valor, valentía. Cuando hablamos el mensaje de Dios necesitamos valor, pues hay que confrontar a la gente con el pecado; eso no será agradable para muchos, pero como enviado de Dios, el predicador se limita a decir lo que Dios le ha dicho que diga. Es necesario obedecer a Dios antes que agradar a los hombres.

    6) Con vehemencia: esto quiere decir: alguien "Que obra y se mueve con ímpetu" y fuerza. Que se expresa con valor y entusiasmo.
   
      (Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).  

C. ES UN MENSAJE O BOSQUEJO BÍBLICO DE UN HOMBRE QUE DEPENDE DE DIOS:

El sermón debe ser el resultado de haber estado con Dios, de conocer Su consejo. El mensaje debe ser una experiencia sobrenatural, para el predicador y para los oyentes, en la cual es evidente que Dios ha hablado. Por tanto es un mensaje que glorifica  Dios, y edifica a los oyentes. Por eso antes de hablar de Dios, debemos hablar con él. Permitamos que el Espíritu Santo nos enseñe y revela Su palabra.   

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D. UNA CORRECTA PREDICACIÓN REQUIERE:

      1) Estudiar con diligencia Su palabra:

El estudio cuidadoso y sistemático de la palabra de Dios se hace fundamental hoy día. Podemos encontrar mensajes con textos fuera de contexto, alegorías exageradas, e interpretaciones que se alejan de la verdad de Dios, y se cumple lo dicho por Pablo: hay comezón de oír. Debemos ser diligentes y cuidadosos a la hora de interpretar la palabra de Dios.

     2) Orar fervientemente.

La oración por un mensaje específico es la clave para que Dios realice la obra en
el individuo. Ore fervientemente, como lo hacían aquellos siervos de la Escritura, como el apóstol Pablo, para obtener un apoyo sobrenatural de Dios.

     3) Debemos predicar confiados en el respaldo de Dios.

Cuando hemos orado debemos poner nuestra confianza en el Señor. "Es pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". Hebreos 11:1. Debemos predicar con entusiasmo, sabiendo que Dios va a usarnos para sus propósitos.

CONCLUSIÓN: La predicación es el medio que Dios nos ha dejado para impactar los corazones. Busquemos la excelencia para realizar la obra de Dios, y para construir los bosquejos bíblicos. Dependamos de Dios y permitamos que él haga su obra. 

(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).

A continuación presentamos varios bosquejos bíblicos, los cuales esperamos sean de utilidad para estudiar y predicar la Biblia:  

Bosquejos bíblicos: No. 1. “Dios es tu escudo”.

Cuando observamos al detalle nuestra vida, podemos ver de manera clara las bendiciones  de Dios, y podemos reflexionar en cuantas ocasiones él nos ha librado de la muerte, él ha sido nuestro fiel protector y proveedor, nunca nos ha desamparado, y nunca nos ha abandonado. Dios es fiel siempre.    

Sin embargo, ante las crisis tenemos la tendencia a darle lugar al desánimo, y éste viene a estorbar nuestro caminar, el objetivo del enemigo de nuestras almas es precisamente detener el avance del hijo de Dios; pero, la palabra de Dios nos enseña que en Cristo Jesús podemos avanzar y superar todas las adversidades del camino de la fe. 

Todos los días, debemos tener presente que Dios es quien nos defiende siempre. La palabra de Dios nos dice en el libro de Deuteronomio 20:3-4 “Y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, no os azoréis, ni deis lugar al desaliento delante de ellos; porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para daros salvación”.  

Es muy importante tener en cuenta que el libro de Deuteronomio contiene las instrucciones de Dios para el pueblo de Israel antes de entrar en la tierra que fluye leche y miel. 

La nación de Israel debía ser consciente no sólo de los enemigos que allí iban a enfrentar, sino de la protección del Señor con ellos, de manera que sus enemigos no prevalecerían contra el pueblo de Dios. El poder del Señor iba con ellos, y esto era lo más importante. Este bosquejo bíblico nos recuerda que de Dios es la batalla.       

Aquella conquista era, sin duda, un gran desafío, pues la nación de Israel enfrentaría ciudades amuralladas, fortalezas y pueblos de gigantes y ejércitos diestros en la guerra, pero lo más valioso e importante era que Dios mismo iba con ellos, y esto estaba asegurando la victoria sobre sus adversarios. 

Los israelitas estaban por comenzar un tiempo de recias batallas, y los fuertes enemigos, así como el transcurrir del tiempo en esa conquista podría generar su propio agotamiento, incluso desánimo, por esta razón el Señor desde el comienzo les hace énfasis en no detenerse ante la grandeza y poder del enemigo. Ellos verían la gloria de Dios a su favor. 

Este desafío, era una oportunidad más en la que el pueblo de Israel debía perseverar confiado en la grandeza y poder del Señor, quien le daría la victoria. 

Las palabras de Dios animan a su pueblo, y por eso el Señor les dice: “no desmaye vuestro corazón, no temáis, ni tampoco os desalentéis delante de ellos”. Israel debía hacer su parte, pero era Dios quien iba con ellos para pelear contra sus enemigos y para superar todos sus obstáculos. Cuando avanzamos guiados por el Señor, podemos estar seguros que todo saldrá bien.       

Debemos hacer énfasis en las poderosas palabras: “Jehová peleará por vosotros”, pues ellas nos recuerdan que Dios mismo quien nos defiende; es él quien se ocupa de nuestros enemigos, mientras nosotros nos ocupamos de seguir sus instrucciones y mandamientos. Ocúpate de Dios y él se ocupará de tus enemigos y de todos tus problemas. Nadie puede hacer las cosas como sólo Dios las puede hacer.   (Bosquejos bíblicos).

Te invito a leer: Libres por el poder de Dios

Bosquejos bíblicos: No. 2. “No hay nadie más grande y poderoso que Dios”. 

Lo que miremos termina impactando nuestra vida. Por eso es tan importante, mirar más la grandeza de Dios que el tamaño de cualquier obstáculo o adversario. Concentrarse sólo en el problema lo hace más grande, mirar a Dios te da la fuerza y sabiduría para superar la crisis. Enfócate en Dios y todo terminará bien.    

Nos dice la palabra de Dios en el libro de los Salmos 61:1-4 “Oye, oh Dios, mi clamor; a mi oración atiende. Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo, porque tú has sido mi refugio, y torre fuerte delante de mi enemigo. Yo moraré en tu tabernáculo por todos los siglos; estaré seguro bajo el ampara de tus alas”.   

Según el pasaje de este bosquejo bíblico, podemos ver aquí una vez más, que ante el desánimo y agotamiento, el consejo de la palabra de Dios es buscar la presencia de Dios, es darle nuestra adoración, y mirar su grandeza. Estas acciones permiten fortalecer la fe y la esperanza del cristiano; porque lo que mires determina tu actitud y la fuerza con que enfrentarás las adversidades y obstáculos.    

Detenerse a mirar solo los problemas genera miedo, y es por esto que cuando una persona sólo ve la dificultad y los obstáculos, difícilmente avanzará; pero, si decide mirar la grandeza y poder de Dios, caminará hacia el propósito que el Señor ha trazado para su vida, y conquistará las bendiciones preparadas por la mano de Dios. 

Debemos tener en cuenta que este Salmo sesenta y uno (61), fue escrito por David, y nos enseña la Biblia que él tuvo muchos enemigos, enfrentó fuertes tiempos de persecución, y aun experimentó la traición de sus propios hijos. Fueron tiempos muy duros para David. 

Sin embargo, él sabía de primera mano que en Dios estaba su refugio y fortaleza, por eso vemos que aquí él expresa: “clamaré a ti cuando mi corazón desmaye”. Es Dios la solución en todo tiempo, y es aquel que renueva nuestras fuerzas cuando estamos agotados.   

Entonces, lo mejor que podemos hacer ante el cansancio y ante el desaliento, es buscar la presencia de Dios, y no permitir que el desánimo o agotamiento nos haga renunciar. Más bien, lo que debemos hacer es: 

Alabar y observar la grandeza del Señor.  

Meditar y reconocer los innumerables milagros ha hecho Dios a nuestro favor.  

Hacer memoria de todas las victorias nos ha dado, y cómo nos ayudó en los momentos más críticos.   

Porque, de la misma manera  en que nos ha ayudado hasta hoy, nos seguirá ayudando hasta su segunda venida, él es fiel y todopoderoso. Este bosquejo bíblico, nos enseña que no hay nadie más grande que nuestro Dios.     

Es por eso, que la Biblia misma nos dice en la Carta a los Hebreos 12:2 “Puestos los ojos en Jesucristo”, pues el mirar a Dios con los ojos de la fe fortalece nuestro corazón, renueva nuestra esperanza y nos hace concluir que no hay nada ni nadie más grande y poderoso que nuestro buen Dios. En él está nuestra ayuda, fuerza y victoria.   (Bosquejos bíblicos). 


Te invito a leer más bosquejos bíblicos:
  

Bosquejos bíblicos. No. 3 “Dios está contigo”. 

Las pruebas y desafíos de fe son parte del camino del cristiano, por eso es fundamental siempre tener presente que Dios es el que está con nosotros y nunca nos abandonará, su fidelidad permanece para siempre.   

Nos dice la palabra de Dios, según el bosquejo bíblico de hoy, en el libro de Josué 1:9 “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en todo lugar a donde vayas”. 

Como nos enseña la Biblia, después de que Moisés  muere, Josué es el delegado por Dios para dirigir el ingreso a la tierra prometida, él sería el general o líder para conquistar aquella tierra de leche y miel. Era, sin duda, un gran desafío, precisamente por eso, el Señor le asegura su presencia y su poderoso respaldo.     

Dios sabía, por supuesto, que Josué enfrentaría no sólo poderosos enemigos y grandes obstáculos, sino que aquella conquista tardaría años, y podía desanimarse en aquel proceso, por eso le anima diciendo: 

“No desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”. De esta manera, queda claro que Dios mismo sería su fortaleza y ayuda.  

En aquellos tiempos duros y complicados, para Josué sería muy importante mantener presente aquella promesa, Dios mismo estaría con él, su presencia lo acompañaría todos los días por todo lugar. Las adversidades no significan que Dios se ha ido, más bien deben prepararnos para ver su gloria en aquella situación.   

Como Dios lo prometió, jamás el Señor dejaría sólo a Josué, y eso le aseguraba la victoria sobre sus enemigos, así como la sabiduría y la capacidad para sortear y superar toda crisis y oposición.      

Es importante en este momento traer a memoria las palabras del Señor Jesús cuando en Mateo 28:20 dijo: “y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. 

La verdad es que en nuestra vida a veces hacemos frente a días difíciles, pero también, otros días son de gozo y de gran bendición; en todos estos días, dice la Escritura, Dios está con nosotros, y es esto lo más importante.   

Viviremos diversas circunstancias en nuestra vida, seguramente tendremos días donde estaremos rodeados de muchas personas, y quizá en otros días estaremos solos; en algunos días habrá lágrimas, y en otros, mucha alegría y regocijo; pero en todos estos momentos, hay alguien que siempre estará allí, es Dios, él ha prometido estar con nosotros siempre. Gracias Señor por tu fidelidad.      

Debemos tener en cuenta, que es inevitable que como líder y jefe, Josué sería criticado por sus decisiones, pero en otros días sería aplaudido por las victorias alcanzadas en batalla. Estas cosas son parte del camino, y este bosquejo bíblico nos recuerda esta realidad.  

Y también, Josué tuvo otros días, tiempos en los que Josué recibió palabras de apoyo a su labor y respaldo por sus hechos, quizá en otros días fue acusado y cuestionado por hacer las batallas de tal o cual manera.   

Sin embargo, siempre hubo uno que nunca lo acusó, siempre estuvo a su lado para darle fuerzas y ánimo para seguir adelante, fue Dios mismo, Aquel mismo que prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin. El Señor es fiel, y cumplirá su plan en nuestras vidas.

Te invito a leer más bosquejos bíblicos:

1) Nada detendrá los planes de Dios

2) El Espíritu Santo tiene poderosas bendiciones para ti

3) Importancia de un corazón humilde

 

Bosquejos bíblicos.     

Bosquejos bíblicos.  Sermones. 
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